viernes, 13 de noviembre de 2009

Mundial Sub 17 con olimareños

El ascenso Celeste
(FIFA.com) Miércoles 11 de noviembre de 2009
Incluso una buena hora después de la amarga derrota de cuartos de final de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2009, seguían fluyendo lágrimas por las caras de los dignos combatientes de Uruguay. La Celeste acababa de decir adiós en una infartante tanda de penales contra España. Antes de eso, con un marcador de 3-1 en contra, había protagonizado una remontada heroica que al final no se vio recompensada. Así las cosas, cuando los pupilos del entrenador Roland Marcenaro salían de la zona mixta del estadio hacia la noche de Kaduna para subir al autobús del equipo, sus ojos seguían húmedos.
La deslumbrante trayectoria de los uruguayos ha tocado techo. La constelación de talentos de uniforme azul cielo, que fue catalogada como el advenedizo sudamericano antes del comienzo del torneo y fue creciéndose como ningún otro de los 24 combinados participantes en Nigeria, encontró la fórmula precisa para mejorar su desempeño partido a partido. En su conversación con FIFA.com la víspera de su largo viaje de regreso a Montevideo, el seleccionador Marcenaro aseguró sin reticencias que sus muchachos regresarían a casa con la cabeza bien alta. "Lo que los chicos hicieron aquí fue fantástico. ¿Si estoy orgulloso de ellos? ¡Por supuesto que sí, no puedo estar más orgulloso!".
Glorioso estallido final
La brillante contienda en Kaduna contra España, abrumador favorito y firme candidato al título, en la que poco antes del final del tiempo reglamentario los uruguayos llegaron a tener la victoria claramente más cerca que sus rivales, debe ser considerada como el punto culminante del meteórico ascenso de los Charrúas en este certamen.
Al desilusionante 3-1 en contra en su apertura del telón del Grupo F contra la República de Corea, siguió un lucido triunfo por 2-0 sobre Argelia, y luego un empate sin goles contra Italia, en el que los uruguayos hicieron gala de una mayor madurez. La eliminación de Irán, campeón asiático invicto hasta entonces que cayó en la ronda de octavos por 2-1 en la prórroga, fue un golpe de autoridad y la demostración de las facultades de aprendizaje rápido de esta inteligente generación celeste.
Corazón y garra
"Demostramos que podemos jugar con corazón. Nuestra pasión es muy importante para nosotros. Y también es importante para nuestro país", declaró Marcerano embargado por la emoción. Tiene razón. Táctica y físicamente puede haber en Nigeria otros equipos mejor pertrechados; en cuanto a la manera de pasar el balón, Uruguay seguro que ha aprendido unas cuantas lecciones de sus adversarios; pero en lo que respecta a la voluntad de victoria y a empeño, la Celeste ha sido superior a todos.
Muy representativo del carácter general de los Charrúas, que llegaron más lejos que los gigantes de su continente Brasil y Argentina, fue la reacción de su excepcional guardameta Salvador Ichazo tras el tercer gol de España en el minuto 49 que subió el 3-1 al marcador. Sin vacilaciones, se apresuró a recoger el balón del fondo de la red y a llevarlo a todo correr hasta el punto central ante la perpleja mirada de sus compañeros de equipo, a los que instó con mucho garbo a continuar la pelea. El gesto de Ichazo valió su peso en oro, pues Uruguay logró de hecho la remontada. Honores para este puñado de diecisieteañeros.
Gallegos pone el acento
En resumidas cuentas, junto a la afilada pasión de estos diamantes en bruto, cabe destacar la extraordinaria categoría de algunas individualidades en ataque. Sobre todo, la del director de juego Sebastián Gallegos. El menudo número 10 del Atlético de Madrid debe contarse entre las figuras más sobresalientes en Nigeria, que además aún aspira a ganar la Bota de Oro adidas por los cinco goles que ha cosechado.
Seguro que su gesta irá calando poco a poco en el equipo en torno al capitán Diego Polenta, que también realizó una meritoria actuación. Tal vez los jóvenes uruguayos incluso ya hayan empezado a percatarse de lo que han logrado: el lunes por la tarde, en la reunión de los jugadores en el hotel para tomar algo y ver juntos el partido entero contra España por un canal de televisión nigeriano, y más tarde en el chapuzón que se dieron en la piscina, ya empezaron a aflorar algunas leves sonrisas.

No hay comentarios: