domingo, 8 de noviembre de 2009

Cumbre Colchonera
(FIFA.com) Sábado 7 de noviembre de 2009

Sebastián Gallegos, Borja y Koke forman habitualmente en el mismo equipo, defendiendo la camiseta rojiblanca del Atlético de Madrid. Pero eso cambiará el 9 de noviembre, cuando Gallegos se enfunde la célebre elástica azul celeste de Uruguay para medirse con Borja y Koke, ambos de la selección española, en la eliminatoria de cuartos de final que se celebra en Kaduna.
Tan sólo dos semanas después de despedirse en el campo de entrenamiento de Majadahonda, los tres se reencontrarán muy lejos de la capital española, en la ciudad de Kaduna, en el norte de Nigeria. "Ya los había visto [a Borja y a Koke] en el hotel del equipo en Kano [los dos países jugaron allí su tercer encuentro de la liguilla], y le dije directamente a Borja que si nos cruzábamos con España en este torneo les íbamos a dar una auténtica paliza", dice a FIFA.com Gallegos, protagonista, con dos tantos, del triunfo de Uruguay sobre Irán en octavos de final, en Calabar.
Gallegos ha asumido el papel de estrella en un combinado uruguayo de gran calidad, y que, si bien pasó apuros en la primera fase, da la impresión de estar cuajando precisamente en el momento oportuno. Los españoles, por su parte, presentan el mejor registro del certamen, al adjudicarse con suma facilidad sus tres partidos de la liguilla y vencer posteriormente a Burkina Faso mediante un contundente 4-1.
Koke, tranquilo y confiado como corresponde a un integrante de un plantel de tanto talento, ofrece una respuesta bastante breve a su compañero: "Así que piensa que van a ganar, ¿eh? Pues lo único que tengo que decirle... ¡es que no tienen ninguna posibilidad! Es divertido, porque en Madrid ni siquiera hemos tenido aún la oportunidad de enfrentarnos en la PlayStation, y ahora aquí estamos, cara a cara en un Mundial".
Borja, autor de dos goles en esta prueba, añade a continuación, con una voz que revela una pizca de sentimentalismo: "Sebastián [Gallegos] llegó al Atlético en el verano, de modo que no lo conozco desde hace mucho. Pero, en este poco tiempo, se ha convertido en un buen compañero y un muy buen amigo mío".
Sin tiempo para la amistad

A juzgar por el afecto y el respeto mutuo que existe entre los tres muchachos, es probable que los veamos saludándose efusivamente antes del pitido inicial. Sin embargo, cuando comience el choque, podemos estar seguros de que el generoso romanticismo, las ideas de amistad y los momentos compartidos en el campo de adiestramiento del Atlético pasarán a un segundo plano. "Siento cariño por España, ya que ahora vivo allí, y juego en un club español", señala el espigado uruguayo, quien reside en las afueras de Madrid con su familia, que lo ha acompañado. "Pero ahora mismo no hay ninguna duda: estoy totalmente comprometido con la Celeste, quiero ayudar a dejar bien alto el nombre de mi país".
Al preguntarle si considera de verdad que Uruguay tiene posibilidades de superar a la temible España, el joven Gallegos va más allá. "Claro que creo que podemos ganar", contesta de inmediato el máximo realizador del torneo. "¿Qué clase de futbolista sería si no lo pensase? Incluso pienso que podemos ganar este Mundial. Si nos esforzamos un poco más, si afinamos algo más nuestro juego y aprovechamos mejor nuestras ocasiones, no hay ningún motivo por el que no podamos alcanzar la final".
El lunes, en el Estadio Ahmadu Bello, sabremos quién gana, si Gallegos o sus amigos españoles. Al que pierda le aguardará algún comentario malicioso cuando regrese a las cercanías del imponente Vicente Calderón.

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