jueves, 8 de enero de 2009

CIRCULA EN LA PRENSA

Esto lo extractamos de Ecos del deporte de Maldonado , esta bueno.
SALEN PARA VIAJE
POR JORGE SUÁREZ
Las cifras dicen que durante 2008 Uruguay ha tenido un crecimiento sostenido del volumen exportador, tanto de bienes como de servicios, debido a una estratégica diversificación de mercados.

¿Y el fútbol? En 2008 la cantidad de jugadores uruguayos que emigraron descendió considerablemente.
Se registraron 35 pases menos que en 2007.
De todas formas, se realizaron 128 transferencias, lo que significa que se fueron más de 11 equipos enteros.
El descenso en la cifra global obedece básicamente al cambio de criterio empleado por los grandes clubes del primer mundo y los empresarios.
Ahora la apuesta es decididamente al futuro y así pues, fijan su objetivo en los patios de las escuelas.
Se los llevan siendo pichones. Siempre encuentran un vericueto para burlar la normativa internacional y las oportunidades para los padres terminan siendo la carnada ideal para trasplantar a familias enteras.
Diego Polenta, Enzo Barroti, Jonhatan Pírez y Matías Masiero son algunos de los proyectos de futbolistas que se fueron prematuramente al otro lado del océano a intentar diplomarse para ejercer la materia.
Entre los 128 que el año pasado armaron la valija figuran algunos de escaso cartel que tuvieron exóticos destinos.
Por ejemplo: Valentín Spano, jugador libre, se fue al Saint Juliá de Andorra; Enrique David Díaz de Bella Vista al Kitchee de Hong Kong y Germán Nión de El Tanque Sisley a Timisoara de Rumania.
En lo que va del nuevo siglo el principal empresario futbolístico de este país Francisco Casal, ha transferido a solo 62 jugadores.
Desde el año 2006, Casal solo ha traspasado a cuatro futbolistas a la bota: Jorge Martínez (Catania), Christian Stuani (Reggina), Marcel Román y Ruben Olivera (Génova).
También perdió pie en el mercado español.
El último pase fue el de Diego Godín a Villarreal, en 2007.
En cambio, descubrió destinos no tan promocionados pero con moneda fuerte, como Grecia.
Allá se fueron: Álvaro Recoba y Fabián Estoyanoff al Panionios, Pablo García y Joe Bizera al Paok Salónica y Alejandro Lembo y Mario Regueiro al Aris de la misma ciudad.
Si mantenemos al año 2000 como antojadiza referencia, el club que más uruguayos contrató fue Olimpia.
Los paraguayos se llevaron a 19 compatriotas. Y mantienen la tónica; en los primeros días del nuevo año contrataron a Martín Ligüera.
Le siguen Huracán de Parque Patricios e Independiente Santa Fé de Bogotá con 12 cada uno.
Argentina fue el destino preferido. 190 jugadores uruguayos cruzaron el charco desde entonces.
Después, viene Italia con 96 y México con 92.
Las instituciones que vendieron más: Nacional a 78 jugadores; Peñarol, 70; Defensor, 58 y Danubio, 54.
Desde 1997 a la fecha emigraron 1.521 uruguayos detrás de la pelota.
El promedio es de 138 pases por año.
De 2000 hasta hoy, se fueron 1.197 futbolistas profesionales.
Más allá de desórdenes internos y una notoria falta de rumbo el fútbol uruguayo sigue generando y exportando.
Si bien la calidad se ha resentido y eso también tiene que ver con la pérdida de los grandes mercados, hoy en día la falta de medidas proteccionistas hacen que el jugador uruguayo sea materia prima tentadora en etapas de iniciación, cuando la inversión es menor y también los riesgos que asumen los poderosos.
En menos de una semana del nuevo año ya partieron casi 20 jugadores.
Entre ellos: Egidio Arévalo Ríos, de Danubio al San Luis de México; Juan Pablo Rodríguez, de Racing a Indios de Ciudad Juárez; Alejandro Acosta, de Defensor Sp. al Puebla de México; Pablo Melo, de Nacional al Alianza Lima; Junior Aliberti y Alejandro González al Sp. Cristal; Héctor Vázquez, de Bella Vista al Total Chalaco de Perú; Juan José Tancredi, otro de Bella Vista al Cúcuta de Colombia; Simón Vanderhoegth, de Wanderers a Módena de Italia y Darío Flores, de River Plate al Cluj de Rumania.

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