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Huracán Campeón de cuarta
El cuarto gol albo, el que dio vuelta el partido.
“De la mano del Capincho”
Por Juan R. Silva
Huracán se coronó brillantemente campeón de cuarta división de manera ciertamente hazañosa e inesperada a la vista de revertir y golear por 5/3, luego que culminados los primeros 45 minutos perdía cómodamente por 3 a 0 y era claramente superado física, táctica y técnicamente por su ocasional rival el “Combinado” de Vaca Azul Olimar.
La Vaca
La Vaca arrancó ganando del vestuario cuando en el segundo avance del partido un córner desde la derecha encuentra la comba perfecta de Diego Da Silva y su centro pasado es conectado solo en el segundo palo por Anderson Coronel , el hombre de Rincón con golpe de Cabeza logra el grito de gol primario en un partido que seria para él y para su equipo el paraíso en el primer tiempo y el infierno en el segundo.
La jugada anterior donde Agriela había salvado en la raya un centro albo, marcaria lo que sería Huracán en ese primer tiempo, un pelotazo largo para los dos atacantes De La Cruz y Puñales y estos generar corners.
Huracán que llegaba sobre el área azul provocaba pues varios corners seguidos, daba la impresión en cada córner a favor que le convertirían un gol , porque su pareja de zagueros jugó el peor primer tiempo del campeonato y porque el posteo de Acosta proponía en cada jugada de contragolpe una chance de gol posible para los dirigidos por Brun/ Pereira, pero también fue claro que lo que proponía el punta de la Vaca no era entendido por los volantes que ya marcaban lo que luego sería un karma insoluble, la incapacidad de elegir entre jugar simple y efectivo y esa seducción por quedarse con la pelota un instante de mas.
Santiago González en acción.
Huracán mostraba claramente algo parecido porque la claridad, movilidad y precisión de Santiago González para jugar de primera o a dos toques eligiendo siempre un buen destinatario de sus descargas no era correspondida por el resto que intentaba una y otra vez trasladar el balón y eso ante un equipo como Vaca Azul que lo que plantea como forma de juego es presionar y salir de contragolpe, es un error.
Y con un Carlos Rodríguez dueño de todos los rebotes y con un equipo que manejado por Diego Da Silva se retrajo en sus últimos 20 metros para salir rápido, lo de Huracán era muy básico, porque además insisto, sus defensas centrales cometían errores importantes ante la jugada más vieja del futbol, el pelotazo frontal.
Y hay un penal claro para Vaca Azul Olimar que no cobra Gancio tapado y que el línea de ese costado no le marca.
Leonardo “Silviño” De La Cruz y su potencia eran el único interlocutor que encontraba Santiago Gonzales y un cabezazo solo, solo del delantero marcaba que también la Vaca tenía problemas son su línea de tres demasiado ancha, dos laterales y un central es demasiado espacio sino tengo jugadores que cierren con los dos perfiles pero es evidente que la denominación ofensiva del planteo seduce demasiado a los técnicos olimareños, que creen que jugar así es solo poner tres defensas en el fondo.
Y así planteado el partido en el primer tiempo, dos contras seguidas de la Vaca terminan una en córner y otra errada por el delantero azul.
Santiago Gonzales respondía en ese primer tiempo cargándose toda la responsabilidad del equipo con sus 15 años y generaba también un tiro de esquina.
Vaca Azul seguía ganando todos los rebotes porque ahora Maikel Dos Santos también se imponía y Anderson Coronel casi aumenta de pena libre.
Pero nuevamente la pegada de Diego Da Silva encuentra las espaldas descubiertas del fondo albo, un pelotazo larguísimo de “Malevo” frontal es recibido por Coronel con el pecho y su remate hace vana totalmente cualquier resistencia de Charquero, 2/0.
Pese a que los técnicos una y otra vez le pedían “¡¡¡¡juego, juego!!!!” a los jugadores azules era harto evidente que el partido estaba “poniéndola" las espaldas rivales y jugando al error de los zagueros del globito.
Siguió la pegada de Da Silva incomodando y haciendo dudar a Huracán , un córner suyo cerrado obligó a una buena sacada de Charquero; y sobre el final del primer tiempo “la tapa” , Coronel atropella al zaguero Fernández, este lo espera para cuerpearlo y Anderson se impone , gana la posición y define suave, 3/0, “ya está”.
Para todos menos para Raúl Alfredo Santana “Estopira” o como se lo conoce ahora “El Capincho”, el cabezón es un técnico ambicioso, de repente medio “llorón” y exigente, pero le gusta ganar y tiene la audacia necesaria para proponer lo que hizo, en vez de pensar en que no lo goleen y cuidar los jugadores, metió en la cancha a Bruno Díaz, con el riesgo de posible expulsión que con lleva poner a Bruno contra su ex cuadro con su agresividad característica y a Hernán Zorrilla, sorpresivamente en la banca.
Y los riesgos que toma Raúl Alfredo “decapitaron” a la Vaca, luego que el elenco azul a los 10 minutos del segundo tiempo, cuando solo Bruno Diaz empujaba pero sin mucha claridad y cuando Zorrilla avisaba desbordando a su marcador y metiendo furioso remate.
Pero antes de que el globito mostrara esa faceta que sin dudas será elogiada más adelante hay que decir que la Vaca “se suicidó”, seguro esto lo digo con el diario del lunes, pero esas son las reglas del juego, porque la exclusión de Diego Da Silva a los 10 minutos del segundo tiempo fue el quiebre del partido, “durmió” a partir de ahí Vaca Azul Olimar una siesta que seguramente será lamentada durante mucho tiempo por el entorno azul.
Porque perdió seguridad en ese momento el azul, la siguiente jugada donde los defensas le dan una pelota corta a el arquero marca eso, un arquero lesionado y sin técnica para jugar con los pies, marcaron que La Vaca “se creyó” la del “¡¡¡¡juegue, juegue!!!!!” y se olvidó que enfrente tenía un cuadro grande de la historia del futbol olimareño, por ahora el mas ganador .
A los 12´, Bruno Díaz metió un tiro libre sin otra intención que meterla en el arco azul y el error de Juan De Souza le permitió un 3/1 que entusiasmo, a los 14´ Hernán Zorrilla agarró mano a mano a el stopper por derecha de la Vaca y genero un córner, mano a mano sin ayudas iba a ser muy duro para ese stopper el segundo tiempo, pero hay gente que realmente cree que línea de tres es dos laterales y un libero, de ese córner un entrevero y Santiago González puntea cerca de la gol line, “se venía el agua” y Vaca Azul solo atinaba a mirarla venirse.
Nunca leyó esta nueva circunstancia Vaca Azul, Huracán estaba herido en el orgullo y los fusionados querían “jugar corto” cuando los goles del primer tiempo llegaron a pelotazos frontales, ahora Bruno Díaz parecía comerse todos los trancazos y Coronel y García jugaban a pisarla y ha querer desequilibrar en la individual, ya Maikel Dos Santos y Carlos Rodríguez perdían el medio juego, tenían ahora a Juan Francisco Puñales de primer tiempo intrascendente como delantero, en la zona de volantes y “Tito” les ganaba los rebotes y que de yapa “Estopira” les mete en el cambio al jugador que mejor entiende el juego tácticamente en la división , capaz porque es un gran jugador de Básquet Matías Abella.
Pero insisto en ese “ir” de Huracán ambicioso, casi asesino sobre el arco de la Vaca, no hubo respuesta ni estratégica ni futbolística de los azules, creyeron realmente que “jugando lindo” frenarían a un equipo que “dejaba la vida” en cada pelota porque sabía que si lo empataba lo ganaba y si lo ganaba todos los albos iban a tener algo para contar durante mucho tiempo.
Y llega lo esperado por todos en ese segundo tiempo, los mismos todos que en el primer tiempo descreían de que fuera posible, el gol de Zorrilla, mano a mano con su stopper, más chico en edad y desgastado de jugar todo el partido, ante un Hernán pleno era mucha ventaja, Zorrilla que jugó los mejores 45 minutos de mucho tiempo acá, liberado totalmente de su afán goleador apareció el gol y apareció el jugador, muestra como ejemplo todo siempre en nuestro futbol es el tema “cabeza”, el problema más importante en competencia de un jugador típico de Treinta y Tres es que no sabe jugar bajo la presión de “mostrar lo que realmente es como jugador” y eso es a causa de que nuestra competencia en formativas es demasiado corta e ineficiente como formación justamente.
El Gol del “paso el agua por arriba del puente” llegó desde la misma zona donde Raúl Alfredo Santana , no sé si conscientemente o no ç, decidió ganar el partido, Con Matías Abella de enganche y surtiendo permanentemente la zona izquierda de su ataque y ahí, el centro de Zorrilla encontró al volante Manuel Barreto anticipando y logrando un festejado 4/3 que era fruto del enorme corazón y coraje de los albos para tomar riesgos y el castigo merecido para un Vaca Azul que “se fue “ de la cancha cuando Diego Da Silva salió en el cambio.
Y a los 40 la expulsión de Bruno Díaz también le dio una incertidumbre al partido, porque sin Bruno que ordenara volvía a mostrar falencias defensivas al globito pero Charquero con dos grandes intervenciones salvo al equipo que ya se sentía campeón y que más lo sintió cuando sobre el final mismo del partido Matías Olalde, lesionado según nos contó Santana, consiguió el 5/3 definitivo.
Y Huracán volvió a ser campeón de una división formativa de nuestro futbol 5 años después y eso es un dato no menor.
Quizás por eso o quizás por una. sabida por todos, división entre las dos categorías del elenco albo por el uso de la cancha, o tal vez porque internamente los del globito ya intuyen que es casi que imposible que su eterno rival no salga campeón en primera división y le emparde el orgullo de ser el más laureado internamente de nuestro futbol.
O quizás también porque simplemente la forma: de dar vuelta el resultado holgado que tenía el rival, hizo que el festejo albo fuera muy intenso, tan intenso como pocas veces hemos visto en divisiones inferiores de nuestro futbol y más si analizamos que este campeonato de cuarta división es un engendro reglamentario imposible de sostener pero que sin dudas a los jóvenes albos eso les importó poco y está bien, ellos son los campeones de la cuarta División y eso es lo que vale en definitiva, la vuelta que dieron…”de la mano del Capincho”.