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Vaca Azul Olimar 4 (Fernando Rodríguez, Oscar Muraña y Anderson Coronel X2) Agraciada 1 (Gonzalo Barrera)
Y La Vaca…calladita y por los palos
Por Juan R. Silva.
El penal de Muraña que quebraría el partido.
Vaca Azul se tomo revancha de aquel partido del Apertura donde sorpresivamente el albiverde le sacó un inesperado resultado.
Pero además los amarillos, calladitos sin hacer “bulla” alcanzaron el segundo puesto en la tabla de posiciones del Clausura.
Pero si esto fuera poco lo hizo sin la “columna vertebral” del equipo y me refiero a la pareja de volantes centrales que tanto se han destacado al correr del año, Sebastián Gadea y “el boxeador” Carlitos Rodríguez, dato no menor este dada la figura táctica y la propuesta que tuvo que “inventar” Dardo “vendedor de ilusiones” Pereira.
Porque la Vaca hasta saca en el campeonato basaba casi todo su futbol en el pressing que los dos antedichos realizan en el medio juego y la salida rápida por los laterales para que Muraña sobre todo acelere y defina al rival agarrado retrocediendo.
En este partido Los fisionados siguieron manteniendo una línea de cuatro que anticipa como fundamento de marca con el liderazgo de Maguan y la solvencia que partido a partido ha conseguido Elder Gadea.
Paso a jugar con un 5 solo vaca azul pero muy dinámico como es Fernando Rodríguez y Muraña se paró en la posición que más lo beneficia en mi criterio delante de ese 5 como enganche adelantado, mientras que Pereira dejaba a casi cuatro delanteros porque el debutante García y Olivera, Ricardi y Coronel son más que nada ofensivos con Anderson casi como 9.
Contó ante este planteo muy desbalanceado defensivamente Vaca Azul con la colaboración de lo que Agraciada fue este partido, un cumulo de voluntades que parecía extrañar a Nicolás Gutiérrez demasiado porque solo Bonilla preocupaba en algo a la extrema defensa aurea.
Lo que paso fue que los portuarios Gazañol y Pereira bajaban demasiado a buscar la pelota y esto ante un equipo "partido" como era la Vaca permitía que los delanteros y volantes amarillos recuperaran cerca del área verde y ahí si había problemas para Agraciada, porque Agraciada digámoslo estaba desmantelado totalmente.
“Pal Face”.
Con faltas importantes no solo por lo que juegan sino por lo que representan adentro y fuera de la cancha.
Agrier, Gutiérrez y sobre todo Sebastián Rivero son el alma del equipo.
Estos muchachos que están jugando en la primera albiverde hoy recién están armando , conociéndose, planteando una transición que está muy lejos de aquella base que hasta el año pasado recitábamos casi de memoria.
Ni Ramiro, ni Chagas, ni el Chino, ni el Galletita, ni siquiera Eduardo Díaz y si además el resabio que quedaba no juega este partido, Agraciada dio demasiadas ventajas.
Y pese a que los nuevos: Fuentes sobre todo o Ramírez o la vuelta al futbol de Rodríguez mostraron cosas interesantes, armar un equipo competitivo no es cosa de juntar 11 voluntades.
Gol de Fernando Rodríguez que llega a buscar un rebote y la Vaca confirmaba que era más.
El festejo.
El gol de Barrera que empató fue fruto de la enjundia con la que juega que lo hacen hoy ser el más destacable valor de los albiverdes pero era un engaño, los amarillos tenían más claro lo que hacían.
Y en el segundo tiempo, sobre todo a partir de la entrada de Agriela que le dio más marca y recuperación Vaca Azul se ordenó, dejaba venir a partir del gol de penal de Muraña, a su rival, le daba la pelota, recuperaba cerca de su propia área y con espacios Coronel y Ricardi son temibles.
Anderson, ese polifuncional y talentoso jugador que viene de Rincón liquidó el partido con dos goles de contra, uno espectacular porque habilito al jugador que después lo asistiría con una “rabona”.
Y la Vaca calladita, aprovechándose de un disminuido totalmente equipo albiverde, se metió segunda en la tabla del Clausura, ¡mira vos La Vaca!