martes, 2 de junio de 2009

LA COPA

Copa de Campeones
Boca mejor en el agua
El xeneize aseguró el primer lugar con una goleada contundente
Boca de Melo, fue mejor. Se paró mejor. Definió mejor. Tuvo mejor personalidad. Saco patente, mejor.
Ante una cancha imposible para jugar al fútbol, el boquense arachán hizo gala de fuerza y personalidad para plantarse en el campo de juego utilizando las armas que mejor tiene y con la fortuna de su lado al comienzo, definió el partido en la primer media hora.
A los 8' minutos un gol insólito, contradijo la famosa frase "saque si quiere ganar". Becerra quiso reventarla fuera del área, pero solo rebotó en la espalda del "Balinato" Olivera para escabullirse dentro del agua en la valla de Romero que nada pudo hacer para impedirlo. Sin recuperarse del shock inicial, un centro perfecto encontró en el segundo palo la cabeza de Gómez para sentenciar el encuentro que se cierra a los 20' cuando en una polémica jugada el meta de Boca, González derriba en el área al goleador amarillo en pelota dividida dentro del agua, "Chispa" Pereira. El árbitro desestima la infracción y "siga siga". Pero el goleador debió salir del campo lesionado por esa acción. Esa jugada, penal o no, deriva en el cierre del partido. El Deportivo pierde la cabeza, se ofusca con la terna, no encuentra el camino, se queda sin el goleador y todavía expulsa injustamente a Soria por doble amarilla, cuando hubieron varias y varias "patadas descalificadoras" de la visita que no fueron siquiera amonestadas.
En el final del primer tiempo, llega el tercero y es la chapa al encuentro, con un penal increíble, un pique en el agua que lleva al toque en un brazo. De nada valió el certero cabezazo al comienzo del segundo tiempo del experimentado Pablo Gómez, porque un minuto mas tarde en gran definición y aprovechando el adelantamiento amarillo, Pablo Guarino, rubrica su "gol por partido". En la hora y con todo el equipo jugado al "todo o nada" alentado por su hinchada, vino un contragolpe que favorecido por el quede del balón ante la salida del meta, encuentra con espacio al delantero Olivera, para definir con una "vaselina".
Boca se paró mejor y jugó con experiencia y calidad que la tiene. El mejor argumento que tenía del Deportivo, su mejor juego colectivo y manejo de "buen pié" era imposible en esa tarde fría de mayo. Boca fue un justo ganador, tal vez exagerado en el scorer final, pero justo ganador. El Depor puras ganas y voluntad peleó hasta el final.
Eso fue reconocido por los arachanes que destacaron la entrega del rival, donde hasta la suerte estaba del lado boquense. A favor nuestro picaba y se iba, en contra, se quedaba y perjudicaba. Increíble.
Arbitros
Una pena otra vez, algunas ternas que envían a ciudades pequeñas donde juegan equipos menores y que lamentablemente siempre en las divididas favorecen a los grandes. Esto no es nuevo. Boca ganó bien, pero otro pudo ser el final, de no mediar algunos errores garrafales de parte de la terna en los momentos clave del encuentro.
Pitaba lejos de la jugada y dejando pegar a unos y castigando a otros. Una pena y es algo para que sigan de cerca los integrantes del Colegio de Arbitros, ya que se tira por la borda y se perjudica de futuro con expulsiones o situaciones comprometidas, por pura responsabilidad de los arbitros.
Hay algunos jueces que porque dirigen un encuentro, piensan que tienen una beca para hacer a su antojo y no valoran los esfuerzos de quienes empujan para que todo siga. Es mas fácil siempre jugar a la sombra del grande, supongo piensan. El único arbitraje que estuvo en los carriles correctos para con el Deportivo, sacó su mejor partido en la historia. La terna en Melo, tuvo una excelente labor, dejando jugar y protegiendo a los habilidosos. Pero claro, eso es un pecado para quienes quieren progresar. Es mejor, pegar, emparejar "hacia abajo" y mantener la mediocridad para disimular errores propios.
El colega, Rosalino Almeida, entrevistando en medio del agua, a Jorge Olivera, autor del quinto gol.
Una pena, porque Boca ganó bien el Depor no repitió momentos anteriores, pero la hinchada y los jugadores de un pequeño poblado, se sintieron despojados por una terna que vino desde muy lejos otra vez, a favorecer a los grandes.
Walter Acarino Ipuche, CEFO - GIEFI

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