lunes, 19 de octubre de 2009

Vaca Azul 4 - 1 Peñarol

Vaca Azul [Adrián Fuentes, Oscar Muraña, Wilton Mieres y Adrián Pereira], Peñarol [Gustavo Ferreira]
El futbol de Treinta y Tres es esencialmente emotivo
Es una cuestión de actitud
Por Juan R. Silva

Analizar táctica y técnicamente nuestro alicaído fútbol es simple, seguir la línea de los esbozos de planteo y saber que en ese sentido será todo muy lineal.
Peñarol es un equipo con una idea de sencilla definición y difícil aplicación, su idea pasa por ser lateral en el juego, defiende con tres defensas y dos volantes de contención, pero sin mucha agresividad en la marca, mas bien pasa la línea y tapa el envío rival y trata de anticiparse a la definición rival, es decir en defensa lee la jugada. Trata la pelota siempre en relación a apoyo que vienen por detrás de la línea de esta y sus contención son a su vez lanzadores y trata de llegar con volantes por fuera y con dos delanteros un por dentro y el otro por fuera, a los cuales los lanzadores le filtran la pelota entre líneas.
Vaca Azul es más simple aun, tienen un lanzador y este mete pases largos para los puntas los cuales en la zona de elaboración y la definición deben ser verticales y aprovechar continuamente el error rival. En definitiva en defensa marca, pelea, encima sin mucho orden táctico, línea de 4 tradicional y a apretar los dientes.
Por supuesto que dadas estas definiciones, la propuesta mirasol necesita mas concentración, trabajo y dedicación porque el margen de error es mas grande.
Entonces si está parejo en elaboración de propuestas el aspecto emotivo, la actitud define, la capacidad de levantarse cuando pierden, una y otra vez de los auriazules de Vaca Azul fue el punto desequilibrante del partido.
A los dirigidos por Gerardo González no les importó la falta de Rodao, ni del Pesca, ni los últimos resultados, se contagiaron del optimismo del Tato Pereira y empezaron a meter y cuando a los 25 del primer tiempo Adrián Fuentes en acrobática maniobra abre el score los de Gerardo ya habían tenido dos claras, la defensa de Peñarol totalmente imprecisa, la dejaba ahí y Muraña, Islas y cia. estaban “a la pesca”.
Y Peñarol empezó a temer y entro en pánico, sus jugadores dejaron de ser solidarios Y empezaron a buscar a quien echarle la culpa.
Final de la primera parte, cambio ingreso de García y tres puntas en Peñarol y en el arranque nomás, del vestuario casi gol de Muraña de cabeza.
Dos cero y Peñarol a la carga, carabina a la espalda y sable en mano, así García el recién ingresado atropella y penal claro de Arredondo, expulsión y Manuel Cosio la estrella en el travesaño y se fue afuera.
Y ahí murió Peñarol, no pudo levantar la situación adversa, careció de rebeldía futbolística.
Y enseguida error grosero en la salida, roba Matías Islas y Wilton Mieres la pica ante la salida desesperada de Falu Saravia.
Tres cero, incredulidad total, Peñarol quería que terminara.
Y el cuarto del Tato Pereira, el jugador más optimista del futbol olimareño, de cabeza a la salida de un corner.
El descuento de Gustavo Ferreira al final solo decoró el resultado.
Final con un par de conclusiones valiosas, la primera Oscar Arada tendrá que trabajar lo anímico en el elenco mirasol, un equipo que juega lindo pero que ante la primer dificultad, se cae y se queda tirado en el piso, esperando que alguien lo saque adelante.
Y en este partido enfrentó a un equipo que se ha caído 40 veces y se levantó 41 y mientras Vaca Azul Olimar exponga eso no estar muerta.
Dice La Vaca “Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”.

1 comentario:

carinatricolor dijo...

Espero que tengan una buena campaña.Vamos que se puede