Alianza con un pie afuera
Por Juan R. Silva El albiverde regó el gimnasio Municipal olimareño con su “garra”, vergüenza y disposición anímica, lamentablemente no le alcanzó y perdió su segundo partido de local, esta vez ante el campeón rochense Independiente, un equipo muy duro y aplicado, que no solo le ganó bien sino que lo puso en una situación muy incómoda en relación a su clasificación. Y debemos decir que por más que Alianza erró no menos de 5 o 6 chances claras sobre todo en los laterales ofensivos donde siempre Andrés Saulle sacó una cabeza de ventaja y falló en la definición y que el marco del arco de Independiente jugó para el equipo rojo , pues allí se estrellaron 4 disparos de los albiverdes, pese a esas opciones que quizás ópticamente puedan confundir, debemos decir que Independiente estuvo casi 40 minutos en control del partido en lo táctico, lo futbolístico y lo sicológico y solo perdió la línea cuando en un momento se confió por sacar tres goles de ventaja pero que cuanto Alianza descontó nuevamente apareció la fuerza de concentración ,el mayor potencial conceptual de los rojos , quien parecen no sentir nunca las urgencias del partido y siempre tiene una pierna un cuerpo que se interpone en defensa, lo que los hace casi graníticos pues detrás está el muy buen arquero Abreu que es una garantía de serenidad y conocimiento del puesto.
Justamente Abreu puso en ventaja a los rojos de Rocha, que son dirigidos por un olimareño que también juega: Rubén Vergara hermano del popular “Chinga”, quien se fue hace varios años del pago por motivos laborales y que apareció acá justamente, planteando además un partido sin fisuras. Y ese gol de Abreu marcó la dinámica del partido, porque de ahí en adelante Independiente se plantó defensivamente “acaudillado” en ese primer tiempo por el grandote Veiga, muy buen jugador, de buena pegada de borde externo pero sobre todo un líder positivo que siempre alentó y ordenó a su equipo.
En la vuelta del todo Independiente se desplegó en un esfuerzo coordinado y empezó a salir de contragolpe apoyándose en el muy buen poste Forapagliro, temible jugador y con un excelente juego a un toque, es decir el elenco rochense disminuye espacios en defensa y luego “corre” de contra definiendo siempre por el otro sector, lo que se conoce como “zona ciega”.
¿Alianza? Para mi sigue extrañando aun, no lo ha procesado me parece, las ausencias de Marcelo Correa y de Matías Islas, entonces es un ir corajudo terco, casi emocionante pero sin encontrar ni analizar nunca las falencias rivales.
Pues Independiente mostró ser muy permeable primero a los laterales aéreos y luego a la acumulación de faltas y Alianza nunca pudo aprovechar eso, es más los rojos estuvieron en el minuto 16 con cuatro faltas y pese a la habilidad de Simón Mier, no pudo generar más y eso fue justamente a falta de precisión en las habilitaciones. Un primer tiempo que había terminado 5 a 3 favorable a los rojos, con goles (además del de Abreu) de Fernández, Forapagliero y dos de Estramil para el vencedor y de Cortiglia, Almeida y Andrés Saulle para el albiverde.
Estaba muy fea para Alianza sobre todo porque el albiverde no creía en sí mismo como expresión futbolística colectiva, era un cumulo de luchas individuales, su lucha era una reacción afirmada como siempre en su gran fortaleza anímica pero no basada en argumentos futbolísticos.
Y en ese segundo tiempo se dio una de las muestras más elocuentes de que el querer y la terquedad pueden lograr cosas, porque digámoslo cualquier otro equipo se habría desmoronado ante la diferencia de velocidad, resistencia y precisión que mostraba Independiente, pero Alianza no, empujados por José Ramos y por Martin Santos, casi al borde de la agresión física, con un Andrés Saulle que físicamente no está bien pese a que el nos diga que está bien, Alianza fue, “revolió el poncho” y fue, pero enfrente estaba un equipo emocionalmente muy fuerte, duro que incluso tuvo la fuerza de sorprenderse cuando “sacó” tres goles de ventaja y Alianza a coraje puro se le vino, “bancó” ese momento nuevamente, con el reingreso de Veiga decisivo para mí y finalmente aprovechó el desfallecimiento físico de Alianza que entre justamente su oposición y al ausencia total de suerte, pese a regar de esfuerzo perdió el partido y realmente complico su posibilidad de pasar a tercera fase.
Aumentaron para Independiente en ese segundo tiempo Fernández, Estramil y Forapagliero nuevamente, este último gol con una celebración que impacto por su destreza atlética, una acrobacia que tuvo una “rueda” con un mortal atrás casi en plancha, que fue una de las notas de la noche sin dudas, poniendo el 8 a 4 final el “Cabeza” Ramos.
Ganó muy bien Independiente, un partido que emocionó por el corazón y la entrega de Alianza y por la fuerza y el orden de Independiente, los albiverdes se han complicado muy duramente perdiendo sus dos partidos como local y ahora debiendo enfrentar como visita a uno de los favoritos del torneo La Amistad.
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