CLAUSURA 2010

Yerbalense 1 [Marcelo Correa] Peñarol 0.
Comenzó el Clausura
Por Juan R. Silva
A ver, es difícil de explicar, Yerbalense ganó un partido donde fue dominado táctica y técnicamente durante gran parte, pero lo ganó justamente.
Y el termino de la justicia no es solamente acreditado a la ineficacia ofensiva y sobre todo goleadora de los aurinegros sino sobre todo porque aun jugando mal en la distribución del balón, elemento esencial para la idea que quiere plasmar el albiverde del Yerbal, los dirigidos por Correa fueron mas fuertes y contundentes en las zonas donde hay que ser en el futbol, las áreas.
A priori habían dos preceptos que eran podríamos decir obvios.
Yerbalense debía en este partido demostrar que estaba para lo que la excelente campaña del Apertura alentaba, para pelear arriba,
Dentro de esto la situación con respecto al arranque del Apertura era claramente disímil, en el primer partido del Apertura Yerbalense era punto, ahora los de Correa eran Banca, es decir en el pasado torneo tenia poco para perder y mucho para ganar con el resultado, aquí casi todo para perder y eso en nuestro futbol esencialmente emotivo, era una carga que los futboleros queríamos ver como repercutía en los albiverdes porque los acompañara de ahora en adelante.
Lo otro , el otro concepto era que Peñarol no tenia mañana prácticamente, haber echo el peor Apertura de su historia es un peso muy pesado, solo 2 puntos en 24 posibles, pero sobre todo la crisis de confianza que fue lo que realmente en nuestro modesto entender, le hizo hacer tan mala campaña.
Entonces pensábamos, en una situación límite, obligado a ganar para tener chances en el Play Off, Peñarol se liberaría de esa carga emotiva.
Lo cierto es que Peñarol arrancó para eso, siendo mucho más, con el interesante pivoteo de Arismendi y la claridad que tener aire, seria sobre todo en los primeros minutos, le daba la visión de Manuel Cosio.
Pero Peñarol, volvió a la aurinegra, sigue manifestando un cuadro claro de anemia ofensiva.
Con la tenencia del balón que le daba la ubicación como volante central de Esteban Araujo, ganando divididas por fuerza y actitud, Peñarol acorralaba aYerbalense que extrañaba horrores la recuperación de William Alzueta , pero sobre la media hora de juego solo le había generado dos opciones claras claras de gol, un tiro de 40 metros de Cosio que tomó adelantado a Cardozo, pegó en el travesaño y abajo no se vio donde y un cabezazo claro de Almeida que entrando a la pasada Erro con el arco a su disposición.
Y sobre la media hora la expulsión de Fernando Correa, justa, totalmente ajustada al reglamento, por roja directa, en una entrada a destiempo con fuerza desproporcionada sobre Emiliano Diago, parecía que le daría las facilidades al aurinegro que por si no podía generar.
Y aunque siguió tratando prolijo el Peñarol perdió fuerzas en esos últimos 15 y ahí o no, Yerbalense ganar.
Es que ahí. El orden y la seguridad que Cachón y Calastreti le trasmitían pareció enchufar en ese lapso al medio juego albiverde, que también digámoslo, empezó a saltearse el medio y a dejar con pelotazos largos expuesta la línea de tres aurinegra, con solo el muy buen partido de Martínez aguantando pero la peligrosidad de Islas, Petry y Correa empezaron a apurar con su verticalidad y en tres ocasiones, una monumental pegándose contra el vertical, Alan Sotelo salvó a Peñarol.
Termino el primer tiempo con una sensación rara, Peñarol tuvo mas tiempo el balón pero Yerbalense era más contundente y de no estar Sotelo debió irse ganando.
El segundo tiempo mostró a Peñarol mas decidido aun, como tomando confianza poco a poco, con Mario Carrasco yendo por izquierda y acarreando el balón, con Arismendi y Almeida mas querendones y con la sana inquietud de jugar a dos toques.
Pero además la inclusión de Matías Araujo mostraba que Peñarol iba a ganarlo, con una idea clara, mover la pelota de un costado a otro y sorprendiendo por afuera.
Pero fue demasiado repetitivo Peñarol siempre armado por izquierda y descarga por derecha.
Y por derecha a carpeta y experiencia Yerbalense tenia a Miguel Cachón, que mete mas manos que Tyson dirían en la tribuna y pese a jugar mejor casi siempre Peñarol terminaba en un centro para que Edgar Cardozo se luciera.
Y el partido se armo, Peñarol con la pelota, teniéndola, moviéndola a dos toques y Yerbalense, pragmático digámoslo, de contra pero tan vertical como profundo.
Y diga que casi siempre alguno de los zagueros aurinegros hacia un cierre milagroso porque era evidente la diferencia física entre los delanteros albiverdes y los zagueros aurinegros de velocidad aclaró.
Y Peñarol , con uno mas, obligado a ganar , tomó riegos y ese tomar riegos permitieron que cuando ya no estaba Esteban Araujo, también justamente expulsado por doble amonestación, un pelotazo largo de esos que Yerbalense inteligentemente utilizó como estrategia para aprovecharse de la urgencia carbonera y su línea de tres, encontró a Marcelo Correa mano a mano en el área con Marcos Milder y el corte desesperado de Marcos se pasa quedando solo cara a acara con Sotelo y el delantero albiverde venció la meta aurinegra.
Y ustedes dirán, ¿pero como, si contabas que Peñarol tenia la pelota que tocaba jugaba y era superior? … hasta las áreas.
Si el partido hubiera sido por puntos Peñarol hizo más que Yerbalense, pero los goles no se merecen.
Y aquí hay algo que es un dato no menor, no creo que haya sido algo fortuito el gol de Yerbalense, el técnico albiverde leyó, que al salir Fernando Correa y al no tener una buena noche el medio albiverde, superado por su rival debía saltearse el mismo y provocar los mano a mano de sus delanteros con una línea de tres mas lenta.
El abrazo de dos "mostros", Arada y Correa
Lo planificó así a partir de una contingencia y recibió por supuesto, la ayuda de un planteo arriesgado pero muy previsible de Peñarol.
Y lo ganó justamente, por leer mejor el partido, aunque jugó sin brillo Yerbalense se llevó los tres puntos y eso en el futbol es lo que vale.
Los conceptos confirmados, a Yerbalense lo complica ser banca y Peñarol mereciendo mas pierde por inseguro en las zonas donde se ganan y se pierden los partidos.