miércoles, 23 de noviembre de 2011

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Todos reclaman… y la pelota?Pardas, en cero
Por Juan R. Silva
Un clásico del futbol olimareño que dejó muchas mas dudas con respecto al futuro de estos dos equipos en vistas al campeonato “Nelson Martínez”, porque jugaron rematadamente mal los dos pese a que, eso no esta en tela de juicio, los dos pusieron toda la disposición y la actitud.
Y el problema para los dos equipos es medio parecido, meten mucho, corren bastante, hablan y discuten más pero juegan poco.
Y creo que todo lo otro que vino después, las protestas al arbitraje, las peleas, las expulsiones, los horrores técnico / tácticos que seguramente en un campeonato comercial capaz que no se ven, son fruto de la frustración y de ese sentimiento de impotencia por no poder jugar lo que las cabeza y el discurso les quiere “pintar”.
Porque Treinta y Tres que viene peleando el campeonato, que arrancó para hacer una transición desde el equipo “galáctico” de la pasada temporada a uno con muchos valores de la cantera que quedo solo en eso, solo peleándolo a partir de sus ganas de ganar los partidos pero que nunca en esta temporada a podido articular otra idea, que atropellar , ganar trancazos en el medio , meterle una bocha a los de arriba, sobre todo a Yamandú Tabeira, y que se equivoquen los contrarios, es decir clara y rotundamente, Treinta y Tres juega a aprovechar el error rival, casi como un echo fortuito.
Porque Huracán esta navegando entre la confusión de elegir entre el camino del medio de armar un equipo “de la casa” ascendiendo a los gurises de sus triunfantes inferiores ( discurso eterno de los albos) y traer “figuras experientes “por si se da el campeonato” que terminan armando un “puzzle” o un rompecabezas entre juego a “meter” como “Pichón “ Gómez o Rodrigo Taran a un concurso de habilidades técnicas entre Mario Perdomo o Juan Francisco Puñales a un aprovechamiento del error rival con el mínimo esfuerzo de los delanteros, con un termino medio que es Simón Mier, su mejor jugador pero lejos, pero intentando infructuosamente “articular” “zurcir” todos esos estilos tan disímiles y ahí radica al lucha de este Huracán, para hacer eso se precisa una definición absoluta y tiempo para trabajarla ( que no tuvo fruto de un campeonato proyectado por los albos mismos), hoy solo se ve solo 11 jugadores muy voluntariosos con la misma camiseta y cada uno por su lado.
Así como les decía este humilde seudo periodista que solo gusta del futbol de su pueblo y que entiende que el futbol es solo el equilibrio perfecto entre el antes y el ahora, salió el partido que tenia que salir, Treinta y Tres con la obligación de ganar (para pelear el clasificatorio) sin armas para atacar , en su estilo guerrero, mas que la espada de Yamandú Tabeira que se fue desafilando con el correr de los minutos y Huracán protagonizando por discurso el partido pero sin tener claro si había que usar galera u overol.
Huracán con tenencia y apretando a sus delanteros, que piden espacios pero que van a contrapelo de sus volantes y defensas, Treinta y Tres al contragolpe, solo por un jugador , contra 4 rivales.
Feo aparte porque la imprecisión, la falta de confianza y el miedo a perder se imponían.
Yamandú Tabeira mientras tuvo aire generó a pura habilidad y disparada un par de jugadas con el balón pasado por el área chica de un quieto Welker, nadie en su soledad llegó para empujar.
Dos centros desde los laterales, hoy lo mas peligroso el globito, encontraron a Martín Alzugaray bien parado y un disparo de Fernando Gómez medio trabado trajo algo de preocupación al joven Cristian Larrosa, que debía obligadamente suplantar a Matías Gonzáles, el arquero albiceleste insólitamente lesionado , cuando su equipo se jugaba una instancia tan importante.
Una de las pocas, poquísimas ocasiones importantes de ese luchado, trabado y mal jugado primer tiempo fue un gol anulado por Offside a Yamandú Tabeira, bien cobrado, que se había ido apagando como una estrella fugaz pero que igual era el único decano que proponía algo de peligro.
Otro de los hechos importantes fue la lesión de Gabriel Rodrigues, un volante de ida y vuelta en el albiceleste que fue subrogado por Becerra pero que nos hacia suponer que Huracán quedaría con ventaja a través de Perdomo que había sido contenido por Rodrigues en todo ese lapso.
Las amarillas a Mier y a Alzugaray por discutirse en el medio juego fueron una premonición, los dos son los jugadores mas importantes en el estilo de jugar de sus equipos, estaban mas para la pelea que para el juego, los últimos minutos del primer tiempo se fueron un par de tiros de afuera de Huracán, Alfaro que es el mas proclive a la lucha de los albos en ofensiva pero que aparte lucha con la incomprensión de sus compañeros a su juego, Alfaro busca siempre el espacio vacío y la devolución rápida pero esto le llega siempre un tiempo después y siempre es un pase filtrado, cuando el quiere quedar de frente al arco, pero mientras le da el físico el va , molesta y eso en un globito tan insípido y tenue es mucho .
Se fue ese primer tiempo inexpresivo y aburrido y en las gradas ante la falta de futbol solo se esperaba emoción.
Y en el segundo tiempo que arrancó raro llegaron las emociones, el que nunca llego fue el futbol, porque en un arranque raro y cuando tenia la tónica del primer tiempo, trabado, con muchas faltas sobre los 10 minutos de la segunda parte, Becerra a puro temperamento y acelerando “rompió” un toqueteo albo y aceleró, tan fácil fue su cambio de ritmo que cuando se iba a meter en el área y quedar cara a cara con Walker, el manotazo de Rodrigo Taran le destrozó la camiseta.
Tarjeta roja de Medeiros, para nosotros bien mostrada, “oportunidad manifiesta de gol” quedaba de cara al arquero, con pelota dominada y con una falta que el defensa quiere hacer, dice el reglamento la expulsión se dará por: Manipulación de ofensa deliberada de negar una oportunidad de gol a cualquier jugador (regla 12) es mas para nosotros era evidente que ninguno de los defensas albos que venían intentando acompañar a Becerra podrían evitar su definición.
La expulsión de Taran. Por tanto Huracán veía ahora si complicada su posibilidad de mantenerse expectante y a la espera de “ese milagro” que algún jugador albo me manifestó de pelear el Campeonato Clasificatorio.
Porque además a los pocos minutos, un penal tan opresivo como bien cobrado por el juez, Lemes domina con golpe de pecho, cambia de paso para adentro y encuentra el contacto de “Pichón “Gómez.
Y creo que en esta jugada se corta el partido, se desconecta el decano, porque Yamandú Tabeira, el goleador albiceleste toma demasiados riegos y le “pica” el penal a Welker, que digamos como muestra la imagen que ya se había tirado hacia su derecha y toma demasiado riesgos porque su golpe es fallido y su tiro sale débil y rumbo a donde se encuentra tirado el arquero, ¡¡¡insólito!!! Impactante, para youtube.
Penal malogrado por 33
Sintió el impacto Treinta y Tres, se descoloco, se desmoronó anímicamente, perdió la cabeza por 5 minutos pero en esos 5 minutos llegaron las expulsiones, por doble amarillas ambas de Lemes y de Santiago Alzugaray nada menos, Treinta y Tres tambaleaba.
Faltaban 25 minutos y Huracán tenia ventaja numérica y un rival que seguía pensando atontado en “la picada” del penal, allí dos veces Mario Perdomo desequilibró por derecha, en las dos llegó solo para definir Silvera, en la primera solo y solo le faltó técnica para definir y el tiro se quedo en una intención, la segunda también encontró la velocidad como obstáculo y permitió la recuperación rival, la zona sobre la tribuna chica del estadio, derecha de Treinta y Tres e izquierda de Huracán (había muchas rosetas se ve ahí porque nadie jugaba en esa zona) pedía un jugador con técnica para pegar y definir y el globito se llevaría los tres puntos, pero nadie se percató de esto tan metidos en la lucha estaban todos.
Es mas, el que si se dio cuanta fue el ingresado Oscar Gómez pero sus mejores características futbolísticas no son justamente esas y así Huracán dejo recuperar a Treinta y tres del impactó emocional, un tiro desviado y afuera de Romero fue el aviso.
Los últimos 10 del partido, encontraron a Treinta y Tres con 9 y dándose cuenta de que podía pese a que Huracán que había ingresado a Mauricio Mier cuando la expulsión de Taran lucia mas seguro en defensa con aquel, ¿porque podía? Porque el ingreso tardío de Velardes preocupaba, tres offside muy finos del “Diablo” hacían que los albos pusieran más atención y concentración defensiva y no les permitía volcarse, aprovechando su hombre de más, sobre el arco de Larrosa, un desborde Yamandú Tabeira y el anticipo de Velardes que se va a fuera, fue otra luz roja.
Hay una media vuelta de Simón Mier en ese final que en gran esfuerzo Larrosa echa al corner y otra media vuelta ambiciosa de Velardes que golpea mal y sale suave rumbo a Walker.
Los dos se acordaron tarde de atacar, en el comentario ustedes verán que en esos 10 últimos minutos hubo mas chancees que en todo el partido, o el cansancio dieron más espacios o como se terminaba se animaron más, Treinta y Tres de una, con el ingreso de Velardes se animó mucho más.
El final encontró un tiro de afuera de Tabeira , en un empate que no le servia a ninguno de los dos, Treinta y Tres casi perdió ya el clasificatorio y Huracán, que pese al sueño de alguno de sus jugadores ya lo había perdido, que quedó ya dos años sin ganarle al tradicional rival.
El final decía con un horror del arbitro Medeiros que no solo no da recuperación de tiempo, 6 cambios, un penal tres expulsiones pedían por lo menos 5 minutos de prorroga, en un error demasiado grueso y en un incidente entre integrantes del cuerpo técnico de Huracán y el arbitro, que por suerte no llegó a mayores, inexplicable e injustificable por parte los albos que tuvieron 25 minutos un jugador mas y terminaron sufriendo, fruto insisto en mi muy limitado saber y entender en la frustración de jugar mal y no obtener resultados que en reclamar un error que a ellos también les compete, porque alguien lo designó a Medeiros y debo recordar que uno de los equipos que mas “banco” (junto con San Lorenzo y Treinta y Tres) a este Colegio de Árbitros cuando amago renunciar por nuestros cuestionamientos, el mismo que les puso tres árbitros soldados en el partido ante Lavalleja, fue justamente Huracán.
El clásico caliente al final, termino con un segundo tiempo emotivo pero mal jugado porque amigos y amigas el que juega para la vidriera nunca se encuentra a si mismo.
Edison Medeiros (4): estaba para un 6, porque pese a cometer pequeños errores en el manejo del encuentro. Algunos cobros donde se distrajo con los líneas y la permisividad que tuvo con el banco de Huracán por ejemplo, siempre fuera del área técnica, pero en las jugadas decisivas estuvo perfecto para nosotros, decíamos que estaba muy bien hasta el fatídico minuto final donde no solo no recuperó sino que terminó el partido sin adicionar nada, cuando ya contamos las demoras.

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