Esta “empantanada”
Por Juan R. Silva
Dura derrota para el elenco fusionado.
Por como se dio el partido y por la “debilidad” aparente con las que se presentó Unión Barrio Coya.
El varelense alineó en este partido a varios jóvenes mas de la cantera además de los ya sabidos Cotto, Cedres y Corrales (la vuelta de Alonso, Fernández y Barro), entonces prácticamente que veíamos en lo previo a un franjeado realmente joven como para plantearle lucha a “un experimentado equipo de Vaca Azul, que digamos que al empezar el campeonato era uno de los candidatos a Revelación.
Pero Barrio Coya se encontró a Vaca AZUL totalmente fuera del partido en el inició.
Prácticamente que durmió el equipo xeneise en el arranque y en dos ataques sucesivos, tras gruesos errores defensivos, sucesión de rebotes en el área fusionada que nadie despeja en el primero del chico Barros (16 años) y luego perdida de una pelota en su campo por el elenco amarillo, desborde de Barro y asistencia para el mas conocido Santiago Alonso (selección sub. 18 el campeonato Nacional pasado) le dieron a los de Alzueta una ventaja tan sorpresiva como inesperada. BARRO, ABRE LA CUENTA. EL SEGUNDO DE SANTI ALONSO.
Y debió “remarla” de ahí en adelante el equipo de Dardo Daniel Pereira.
Con sus sabidos problemas de “liviandad ofensiva” en este partido mas aun con la ausencia significativa e importante de Muraña.
Pero la verdad Barrio Coya era frágil en defensa, sobre todo por izquierda, buen pie eso si para la tenencia, pero en el Parque “gana el que gana los trancazos” dice una vieja máxima del futbol olimareño.
Así la claridad de Acosta para pivotear y habilitar, jugar de espaldas al arco rival bah, se conjunto con la pegada de Graví y exigiendo a Cotto, que se debatió como pudo, generó un par de “rebotes sucios” que fueron bien aprovechados por Sebastian Gadea, volviendo a su época de “goliador” en los inicios en Lavalleja y la Vaca prontamente empardó el partido y pasó a hacer sentir su superioridad física y madurez futbolera.
Solo 20 minutos iban de juego y ya cuatro goles “los ataques superaban a las defensas”.
Vaca Azul era más pero predecible, siempre terminaba las jugadas por Sebastian Gadea. Y volvió a “empantanarse” la Vaca, se aflojó mentalmente y solo quedo algún tiro de Graví como posibilidad de gol.
Barrio Coya mas aplomado ya, tranquilo, comenzaba a perfilar una idea, toques para retener en espacios reducidos y sorpresiva habilitación para Barro pero sobretodo para Barreto que se “bancaba” todo, los adversarios y las no asistencias de sus jóvenes compañeros a los que les gustaba “la pelotita” en demasía.
El segundo tiempo tuvo un punto de inflexión con la entrada de Martín Santos en el equipo varelense.
Porque ahora con Walter Olivera, Barreto, Rodrigo Moreira y Joel Martinez eran un equipo mas grande que discutía todos los trancazos y que seguramente no se dejaría pasar por arriba.
Un penal impecablemente cobrado, “atropelló” el Tato Pereira al joven “coloradito” Barro y contacto en el área es penal, hay que acostumbrarse a eso, permitió que el “Vasco” Mauro Ramírez decretar el tercer tanto del franjeado y la diferencia varelense que insisto, solo con el ingreso de Santos seria difícil que se relajara en lo anímico.
PENAL DE MAURO RAMIREZ QUE DIO CIFRAS DEFINITIVAS.Los cambios no le cambiaron grandemente la cara a Vaca Azul, siguió indolente, demasiado liviano en ofensiva y el tiempo casi sin darnos cuenta se llevó las esperanzas amarillas, un tiro libre que Cotto sacó en gran forma
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