Por Juan R. Silva
Ganó bien y justicieramente Huracán su partido ante Peñarol, eso no quiere decir que haya jugado bien el albo, no, ni siquiera regular, lo que paso y fue claro es que Peñarol tuvo una actuación muy lejos de lo esperado, creemos sobre todo sorprendido y desgastado por las dimensiones de la cancha y por un respeto casi rayano al temor de darle espacios al contragolpe de los de Huracán y que hizo que Peñarol sobre todo en el segundo tiempo jugara casi todo ese lapso contra sus últimos 20 metros.
Huracán por ubicación en la tabla, plantel e historia futbolística debía tener el protagonismo del match e intento hacerlo pero digamos que en el primer tiempo por errores propios y alguna buena actuación individual Peñarol si bien territorialmente estuvo replegado tuvo el control efectivo y sicológico del juego, porque los del globito, fue evidente “estaban en otro lado todavía”.
Así con un buen trabajo de la línea de 5 que prácticamente paraba Peñarol en defensa, Barboza muy bien llegando a los laterales y despejando con mucha técnica y precisión, Horacio González ganándole su duelo a Rodrigo Alfaro y la disposición del resto para Tapar espacios y salir rápidamente de contragolpe, un par de corridas de 70 metros de Teliz fueron premonitorias y el juego prolijo en la salida por el lateral izquierdo de Arada hijo y de Diago, descomprimían la presión que Huracán intentaba hacer en el medio juego, muy muy liviana podemos decir.
Huracán ofensivamente descansó ese primer tiempo en la tozudez de Rodrigo Alfaro, quien pese a no estar “amigado” con el gol, es digámoslo el mas insistente y peligroso jugador en ofensiva que tiene hoy los albos.
Alonzo en buen partido tranquilizaba a los dirigidos por Arada con una actuación sólida y segura.
Pero como decíamos era muy Light sobre todo en la creación por los laterales, su zona de cambio de ritmo, Huracán dependía de alguna maniobra individual de Simón Mier, que seguía conjurando Alonso.
Así las cosas, una jugada intrascendente casi, eso propone Peñarol cuando la pelota no pasa por la agresividad de Carlos Teliz, un pelotazo frontal, muy elevado y falla la zaga alba, era un cabezazo muy fácil digámoslo, Víctor Pellejero, el mejor carbonero, por dinámica y agresividad, le pone “una vaselina” definición suave y bombeada, por sobre la mala y apurada salida de Welker y Peñarol sin hace nada, casi sin proponérselo, estaba 1/ 0.
Lo que siguió en el primer tiempo fue un desconcierto total en el globito, que llegó al extremo de una discusión fuertísima, a los gritos, de Taran y Lucas Fernández, con unos consiguientes 10 minutos de desazón, capricho y desconcierto general, donde pareció que el joven lateral pudo llegar a su tercera expulsión en 4 partidos.
Huracán estaba perdido, ante un rival que no planteaba mucho o casi nada, apenas en ese final, nacho Gómez que pese a estar muy lejos físicamente, apareció con algún destello y su centro al medio no pudo ser conectado bien por Taran y Alonso nuevamente atajó pero fácil.
Primer tiempo donde los dos hicieron muy poco pero que tenía diferencia en el control de pelota, casi 80 % para el Globito y un gol, fruto de un error defensivo y una definición individual de otro partido para Peñarol.
El segundo tiempo no trajo cambios sustanciales, solo un pequeño retraso de las líneas de Peñarol pero que lo hacían quedar aun mas lejos del campo albo y eso señores fue un gran error en el desenlace del partido, porque Peñarol extrañaba mucho la tenencia basada en esa gambeta errante e indescifrable de Marcos Fleitas, que le da oxigeno al medio de contención carbonero y a su defensa, Pellejero que fue una pesadilla para la defensa alba, estaba muy solo y pese a ir a todas era fácilmente contenido por los tres defensas que Huracán disponía para su control.
Igual Huracán seguía muy impreciso, llamativamente en los pases y asistencias y cuando cambiando las puntas, Huracán pasa a jugar casi con tres delanteros, Juan Francisco Puñales cae en el área carbonera y el juez Barrios cobra Penal, polémico, discutible, pero penal para Huracán que define muy bien Perdomo.
Polémico y discutible porque si bien para nosotros no existió falta de González, Peñarol reclama que fue afuera, las líneas del estadio son realmente muy delgadas y confunden eso es evidente, pero el cuestionamiento mayor que nosotros, desde la tribuna y con las pulsaciones normales hacemos es que el juez estaba 40 metros de la jugada, a nivel de campo, con líneas que es muy difícil de ver con claridad y sobre su lado “ciego” (sin ayuda del línea) es decir que tenia toda la dificultad, sin embargo Barrios lo pitó convencido y debemos darle la derecha por eso mismo, por la convicción con la que fue a cobrar la pena máxima, un detalle, los que ven siempre perjuicio para el elenco del globito en los arbitrajes?, seguramente todas esas cirscuntancias no las observaron, el llanto que hubieran armado si era contra Huracán ese penal, para que vean que en el futbol a veces perdes y a veces ganas y que los árbitros de Treinta y Tres (salvo la excepción que confirma la regla) son malos para todos.
Ese Penal trascendente, porque Peñarol no tenia formas, salvo algún otro horror de la defensa alba, de hacer un gol, cambio e incidió en el resultado final mas allá de la justicia del mismo, porque enseguida Manuel Cossio, en lo único que hizo en todo el partido en materia ofensiva, metió un golazo impresionante de 45 metros, al ángulo superior izquierdo de Alonso, de otro partido y ahí se termino el encuentro.
Por lo que les decíamos de Peñarol, no había manera de que el aurinegro local preocupara la fondo albo.
El tercer gol de Huracán, puro decorado, marca que cuando un jugador esta “orinado por un elefante no hay vuelta, porque Rodrigo Alfaro, que va a todas, devuelve paredes a los volantes, postea para habilitar compañeros y preocupa a los rivales por su habilidad, lejos físicamente es cierto, sin aquella “caja de quinta” que nos hace considerarlo como una de los delanteros mas explosivos y desequilibrante de los últimos 20 años del futbol de Treinta y Tres, erró en este partido (como en otros) goles muy claros, uno en posición adelantada muy clara, que queda corto en el cabezazo, cara a cara con Alonso es increíble, Rodrigo decíamos hace todo para hacer un gol, se mueve, la busca, se pelea con los rivales, pero no la mete y Pedro Bonilla que entró en el cambio, estaba aparado en el medio del área chica cuando un tiro muy fácil se le escapa entre las manos a Alonzo, una de las mejores figuras aurinegras y Pedro Bonilla convierte sin impedimentos, el futbol es así, “la dinámica de lo impensado”.
Huracán aprontó para el clásico con una victoria ante un débil Peñarol, pero no convenció a nadie el globito, mal en defensa muy lenta y desajustada, muy liviano en contención, solo Simón y su manejo en el armado, muy impreciso e intermitente en el cambio de ritmo de los laterales y arriba lo dicho de el querer de Alfaro y poco mas.
La única solución que tiene en el corto plazo el globito es la motivación de un clásico, la confianza que debe de volver a sus jugadores, que no se pueden haber olvidado de jugar y sobre todo ese alivio que significa, cosa fundamental para mi en el bajón de producciones en este partido y anteriores en este campeonato de los dirigidos por Sergio Anteres Mier, saber que Huracán no es el obligado a obtener los tres puntos en este clásico, es mas su rival que viene si peleando el campeonato es quien deberá apurar y eso en nuestro futbol, esta demostrado, es una ventaja muy importante para el que va de “punto”, seguro… es Huracán y una historia, una marca registrada, una idiosincrasia futbolística lo estará empujando.
Arbitraje: Edgardo Barrios (5) Dentro de los cuestionamientos, lo lejos que siguió el juego y alguna decisión que nos pareció apresurada, pero arbitrando con convicción, entonces aun en el error o no para nosotros es muy valedera la actitud.
Ganó bien y justicieramente Huracán su partido ante Peñarol, eso no quiere decir que haya jugado bien el albo, no, ni siquiera regular, lo que paso y fue claro es que Peñarol tuvo una actuación muy lejos de lo esperado, creemos sobre todo sorprendido y desgastado por las dimensiones de la cancha y por un respeto casi rayano al temor de darle espacios al contragolpe de los de Huracán y que hizo que Peñarol sobre todo en el segundo tiempo jugara casi todo ese lapso contra sus últimos 20 metros.
Huracán por ubicación en la tabla, plantel e historia futbolística debía tener el protagonismo del match e intento hacerlo pero digamos que en el primer tiempo por errores propios y alguna buena actuación individual Peñarol si bien territorialmente estuvo replegado tuvo el control efectivo y sicológico del juego, porque los del globito, fue evidente “estaban en otro lado todavía”.
Así con un buen trabajo de la línea de 5 que prácticamente paraba Peñarol en defensa, Barboza muy bien llegando a los laterales y despejando con mucha técnica y precisión, Horacio González ganándole su duelo a Rodrigo Alfaro y la disposición del resto para Tapar espacios y salir rápidamente de contragolpe, un par de corridas de 70 metros de Teliz fueron premonitorias y el juego prolijo en la salida por el lateral izquierdo de Arada hijo y de Diago, descomprimían la presión que Huracán intentaba hacer en el medio juego, muy muy liviana podemos decir.
Huracán ofensivamente descansó ese primer tiempo en la tozudez de Rodrigo Alfaro, quien pese a no estar “amigado” con el gol, es digámoslo el mas insistente y peligroso jugador en ofensiva que tiene hoy los albos.
Alonzo en buen partido tranquilizaba a los dirigidos por Arada con una actuación sólida y segura.
Pero como decíamos era muy Light sobre todo en la creación por los laterales, su zona de cambio de ritmo, Huracán dependía de alguna maniobra individual de Simón Mier, que seguía conjurando Alonso.
Así las cosas, una jugada intrascendente casi, eso propone Peñarol cuando la pelota no pasa por la agresividad de Carlos Teliz, un pelotazo frontal, muy elevado y falla la zaga alba, era un cabezazo muy fácil digámoslo, Víctor Pellejero, el mejor carbonero, por dinámica y agresividad, le pone “una vaselina” definición suave y bombeada, por sobre la mala y apurada salida de Welker y Peñarol sin hace nada, casi sin proponérselo, estaba 1/ 0.
Lo que siguió en el primer tiempo fue un desconcierto total en el globito, que llegó al extremo de una discusión fuertísima, a los gritos, de Taran y Lucas Fernández, con unos consiguientes 10 minutos de desazón, capricho y desconcierto general, donde pareció que el joven lateral pudo llegar a su tercera expulsión en 4 partidos.
Huracán estaba perdido, ante un rival que no planteaba mucho o casi nada, apenas en ese final, nacho Gómez que pese a estar muy lejos físicamente, apareció con algún destello y su centro al medio no pudo ser conectado bien por Taran y Alonso nuevamente atajó pero fácil.
Primer tiempo donde los dos hicieron muy poco pero que tenía diferencia en el control de pelota, casi 80 % para el Globito y un gol, fruto de un error defensivo y una definición individual de otro partido para Peñarol.
El segundo tiempo no trajo cambios sustanciales, solo un pequeño retraso de las líneas de Peñarol pero que lo hacían quedar aun mas lejos del campo albo y eso señores fue un gran error en el desenlace del partido, porque Peñarol extrañaba mucho la tenencia basada en esa gambeta errante e indescifrable de Marcos Fleitas, que le da oxigeno al medio de contención carbonero y a su defensa, Pellejero que fue una pesadilla para la defensa alba, estaba muy solo y pese a ir a todas era fácilmente contenido por los tres defensas que Huracán disponía para su control.
Igual Huracán seguía muy impreciso, llamativamente en los pases y asistencias y cuando cambiando las puntas, Huracán pasa a jugar casi con tres delanteros, Juan Francisco Puñales cae en el área carbonera y el juez Barrios cobra Penal, polémico, discutible, pero penal para Huracán que define muy bien Perdomo.
Polémico y discutible porque si bien para nosotros no existió falta de González, Peñarol reclama que fue afuera, las líneas del estadio son realmente muy delgadas y confunden eso es evidente, pero el cuestionamiento mayor que nosotros, desde la tribuna y con las pulsaciones normales hacemos es que el juez estaba 40 metros de la jugada, a nivel de campo, con líneas que es muy difícil de ver con claridad y sobre su lado “ciego” (sin ayuda del línea) es decir que tenia toda la dificultad, sin embargo Barrios lo pitó convencido y debemos darle la derecha por eso mismo, por la convicción con la que fue a cobrar la pena máxima, un detalle, los que ven siempre perjuicio para el elenco del globito en los arbitrajes?, seguramente todas esas cirscuntancias no las observaron, el llanto que hubieran armado si era contra Huracán ese penal, para que vean que en el futbol a veces perdes y a veces ganas y que los árbitros de Treinta y Tres (salvo la excepción que confirma la regla) son malos para todos.
Ese Penal trascendente, porque Peñarol no tenia formas, salvo algún otro horror de la defensa alba, de hacer un gol, cambio e incidió en el resultado final mas allá de la justicia del mismo, porque enseguida Manuel Cossio, en lo único que hizo en todo el partido en materia ofensiva, metió un golazo impresionante de 45 metros, al ángulo superior izquierdo de Alonso, de otro partido y ahí se termino el encuentro.
Por lo que les decíamos de Peñarol, no había manera de que el aurinegro local preocupara la fondo albo.
El tercer gol de Huracán, puro decorado, marca que cuando un jugador esta “orinado por un elefante no hay vuelta, porque Rodrigo Alfaro, que va a todas, devuelve paredes a los volantes, postea para habilitar compañeros y preocupa a los rivales por su habilidad, lejos físicamente es cierto, sin aquella “caja de quinta” que nos hace considerarlo como una de los delanteros mas explosivos y desequilibrante de los últimos 20 años del futbol de Treinta y Tres, erró en este partido (como en otros) goles muy claros, uno en posición adelantada muy clara, que queda corto en el cabezazo, cara a cara con Alonso es increíble, Rodrigo decíamos hace todo para hacer un gol, se mueve, la busca, se pelea con los rivales, pero no la mete y Pedro Bonilla que entró en el cambio, estaba aparado en el medio del área chica cuando un tiro muy fácil se le escapa entre las manos a Alonzo, una de las mejores figuras aurinegras y Pedro Bonilla convierte sin impedimentos, el futbol es así, “la dinámica de lo impensado”.
Huracán aprontó para el clásico con una victoria ante un débil Peñarol, pero no convenció a nadie el globito, mal en defensa muy lenta y desajustada, muy liviano en contención, solo Simón y su manejo en el armado, muy impreciso e intermitente en el cambio de ritmo de los laterales y arriba lo dicho de el querer de Alfaro y poco mas.
La única solución que tiene en el corto plazo el globito es la motivación de un clásico, la confianza que debe de volver a sus jugadores, que no se pueden haber olvidado de jugar y sobre todo ese alivio que significa, cosa fundamental para mi en el bajón de producciones en este partido y anteriores en este campeonato de los dirigidos por Sergio Anteres Mier, saber que Huracán no es el obligado a obtener los tres puntos en este clásico, es mas su rival que viene si peleando el campeonato es quien deberá apurar y eso en nuestro futbol, esta demostrado, es una ventaja muy importante para el que va de “punto”, seguro… es Huracán y una historia, una marca registrada, una idiosincrasia futbolística lo estará empujando.
Arbitraje: Edgardo Barrios (5) Dentro de los cuestionamientos, lo lejos que siguió el juego y alguna decisión que nos pareció apresurada, pero arbitrando con convicción, entonces aun en el error o no para nosotros es muy valedera la actitud.
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