lunes, 19 de septiembre de 2016

RÍO BRANCO: ¡LA PIQUETA FATAL DEL PROGRESO!

Fue derribada en los últimos días la tribuna del ex parque “ Juan Francisco Silva” que oficiara como escenario de juego del Club Artigas de Río Branco.
Como es de conocimiento en el predio ubicado en las proximidades del Río Yaguarón se construirá un Shopping y una terminal de ómnibus.
El añejo campo de juego del equipo tricolor de nuestra ciudad recibió sus primeros partidos en la década del 50 aunque se oficializó a principios de los años 60. Llevó el nombre de Juan Francisco Silva, quien fue secretario y primer presidente de la institución y fundamental para el futuro desarrollo del andamiaje del club Artigas.
En la cancha que se ubicaba muy próximo al Puente Mauá y al Río Yaguarón se disputaron innúmeros partidos y torneos tanto a nivel local, departamental y del interior como así también internacionales, ya que en más de una ocasión recibió la visita de equipos de Rio Grande del Sur, Brasil. Pero fue para el Club Deportivo Artigas que jugaba como local, palco de las mayores glorias deportivas obtenidas.
Entre los años 1988 y 1995 los tricolores lograron 8 campeonatos regionales consecutivos, además de consagrarse 2 veces campeón departamental en los años 1991 cuando derrotó al poderoso equipo de Conventos de la ciudad de Melo, en aquel entonces habiendo jugado dos finales, empatando en Melo 1 a 1 y venciendo al equipo naranja melense por 1 a 0 en la revancha en Río Branco. Su segundo título departamental fue en el año 1993 cuando también en dos finales superó al Alianza Aceguá de aquella localidad fronteriza, venciendo los dos encuentros por 1 a 0. Asimismo conquistó torneos eliminatorios sectoriales clasificatorios a la Copa de Clubes Campeones de OFI, torneo que jugó en el año 1992 enfrentando a equipos como Palermo de Rocha, Central Palestino de Chuy y Huracán de Treinta y Tres. En el año 1993 fue campeón de la eliminatoria sectorial clasificando a la Copa de Clubes campeones del 94, donde quedó eliminado en primera fase ante el equipo de Artigas de la ciudad de Melo. En esos años de triunfos de Artigas, contó con muy buenos planteles de excelente calidad futbolística, dirigido muchos años por un “folklórico” DT, Juan Carlos Silva, conocido como “el tomate”, un brasileño que se destacaba por dar efusivas indicaciones técnicas y tácticas a sus futbolistas, muchas veces corriendo sobre el costado de la línea demarcatoria del campo de juego. También jugadores que se destacaron a nivel departamental hicieron parte de sus planteles en la década de los 90, como Oscar “balinato” Olivera, que luego de destacarse en el club Artigas fue a jugar al fútbol melense, logrando títulos a nivel del Este con la selección departamental de Cerro Largo. Eduardo De León, también jugó en la selección departamental al igual que el brasileño Murilo Costa, un talentoso volante central que llegó a integrar el equipo de Brasil de la ciudad de Pelotas en el fútbol profesional de Rio Grande del Sur.
El parque “Juan Francisco Silva” fue escenario también de gloria para el fútbol femenino de Río Branco más acá en el tiempo. En el año 2005, el equipo de Defensor Sporting, se consagró allí campeón del Interior por segunda vez, tras derrotar en la final a Deportivo Durazno el 4 de Diciembre en cifras de 4 a 1, anotando para las locales Analía Silva en 3 oportunidades y el restante de Tamara Costa, descontando para las duraznenses, Flavia García. Dirigía al equipo el profesor Ricardo Silvera, actual entrenador de la selección sub 18 de Río Branco y quien 2 años antes, en el 2003, lograra con el seleccionado juvenil sub 18, los vicecampeonatos del Este y del Interior.
El “Juan Francisco Silva” poseía algunas características que lo hacían un escenario muy particular. Además de estar rodeado de un entorno muy natural, con muchos árboles a su alrededor, como un Ibirapitá ubicado sobre el sector derecho de la tribuna, muy próximo a uno de los laterales del campo, lo que dificultaba muchas veces la apreciación de jugadas cercanas o en el área del arco que daba hacia el Puente Mauá; en varias ocasiones quedó bajo agua debido a las crecidas del Río Yaguarón. También el arco nombrado anteriormente tenía menor dimensión en cuanto a su altura que el arco que daba hacia la entrada principal, tal lo recordado por Leonardo Machado, golero del equipo en la etapa de títulos departamentales: “por la propia crecida del Yaguarón cuando se inundaba la cancha, se formó un terraplén en la zona y aparte era mejor atajar en aquel arco ya que tenía más pasto”, señaló.
También el viejo campo del Artigas fue testigo de innúmeras anécdotas. Robert Núñez, relator en aquel entonces de CW 136 Radio Río Branco, recuerda algunas como la que protagonizó su colega de relato, Ricardo Fabra, cuando en un encuentro por el torneo local, jugando su hermano, Eduardo Fabra, en el equipo de Escuela Industrial, éste convierte un gol a lo que el relator grita muy efusivamente: “¡¡¡goooooolll de mi hermanooooo!!!”
Pero no fue la única situación jocosa vivida allí. Recuerda Núñez que en un partido también a nivel local se lesionó un futbolista, y al quedar el jugador en el piso entra el Kinesiólogo del equipo, a lo que le indican a éste que vaya a buscar Dr. Selby, la tradicional pomada. Un rato después y ya recuperado el futbolista, aparece el Kinesiólogo apresurado y le dice a los integrantes del cuerpo técnico: “¡¡muchachos, al Dr.Selby no lo ubiqué pero acá les traigo al Doctor Milán!!”, refiriéndose a un reconocido profesional del medio; ya desaparecido físicamente, que se había constituido en el lugar. Otra de las situaciones vividas allí se dió en otro encuentro donde el árbitro central expulsa a uno de sus asistentes tras un desacuerdo entre los mismos. El asistente en un determinado momento arroja su banderín al piso, por lo que el árbitro saca la tarjeta roja y expulsa a su colega.
Ya no habrá más fútbol en el “Juan Francisco Silva”, ya los “colados” no podrán ingresar más sin pagar la entrada por las muchas “vías” de “acceso” del escenario, ya la furia del Yaguarón fuera de cauce no dejará al campo por varias semanas bajo agua, ya los relatores dejarán de perderse el penal o el gol por “culpa” del Ibirapitá. Ya no habrán más tardes de gloria y anécdotas. El parque “Juan Francisco Silva” quedará en el mejor de los recuerdos de futbolistas, dirigentes, periodistas y aficionados.
Por Alejandro Sosa Fernández (GIEFI Río Branco)

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