jueves, 18 de octubre de 2018

"Prosiando de Fulbo"


Con el profesor Yamandú Sosa.


( IV Parte)

Hasta ahora, en estas notas, el ejercicio ha sido de alguna manera “llorar sobre la leche derramada”.  Ya nada podemos hacer para reparar ciertos errores. Las condiciones sociales, culturales, deportivas propias de un momento determinante de nuestra historia han variado de manera sustancial. El mundo ha cambiado y el fútbol junto con él.
Resta al análisis histórico las gloriosas gestas de Peñarol y de Nacional, entre ambos seis veces campeones del mundo, gestas en las cuales podemos decir con orgullo aparecen dos olimareños involucrados: Víctor Hugo Diogo y Arsenio Luzardo.


Lo que analizábamos antes del año 50 como equipo técnico varió sustancialmente por la intervención de la metodología científica. Como sabemos, la ciencia se ha repartido sectores de la realidad que estudia desde diferentes perspectivas. Esto no es ajeno al fútbol. De manera que el cuerpo técnico hoy está compuesto por un extenso grupo de profesionales en diferentes materias: preparación física, fisioterapia, kinesiología, psicología, estadística, medicina, biomecánica, fisiología, ingeniería en programas, etc. El técnico, toma las decisiones con un amplio asesoramiento que minimiza notablemente los errores que anotábamos en textos anteriores.

Aún en los aspectos específicamente técnico tácticos, figuras como los ayudantes de confianza, los gerentes deportivos, los especialistas en determinadas tareas (ej. defensa o ataque), se mueven en torno al técnico y lo asesoran.


En los años sesenta, con las primeras victorias de Peñarol, se aunaron una directiva ambiciosa, una aplicación de las ciencias al deporte también de vanguardia, (destaca en ello la figura de Alberto Langlade como preparador físico), y un modelo de liderazgo técnico que pretendo analizar.  En las décadas siguientes se dio un fenómeno parecido con nacional, tanto a nivel directriz, como en el área científica, (destaca aquí la figura de Esteban Gesto como preparador físico), y el mismo modelo de dirección técnica.
¿Qué permitió a los clubes grandes llegar a conseguir estas hazañas? ¿Cómo solucionaron los técnicos a cargo el problema de mantener un orden adecuado a la alta competencia sin que las fuertes personalidades entraran en conflicto? Será el tema de análisis de la próxima.




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