Una pintura del partido: el pelotazo aurinegro para Víctor Pellejero
¡¡Se cayó la estantería!!
Por Juan R. Silva
Quizás no por la derrota albiverde, previsible en este parejo y limitadísimo campeonato de la Liga de Futbol de Treinta y Tres donde puede pasar cualquier cosa, sino por el triunfo del carbonero olimareño.
Porque seamos contestes que luego de perder ante Municipal, por los goles errados y por el poco compromiso con la causa aurinegra de la gran mayoría de los jugadores carboneros, luego de tener una semana convulsionada, donde Oscar Arada tuvo que hacer cirugía mayor en la interna del equipo mirasol parando de practicar un par de días y teniendo una reunión fuerte el viernes, sin los aurinegros para este partido a su referente anímico como es Ángel Carrasco, en fin eran todas malas para Peñarol, prácticamente era punto el carbonero.
Y como es habitual en nuestro futbol esa ausencia de presión de ir prácticamente que “donado” al partido, con todo en contra y muy pocas “para adelante”, revitalizó a Peñarol que ganó claramente este partido, en lo futbolístico y sobre todo en lo anímico donde realmente fue muy fuerte y concentrado en el esfuerzo justamente lo cuestionado en anteriores partidos y en esta ultima semana tan “convulsionada” de los de Arada.
Siempre me dijeron que esta bueno que en un equipo de futbol haya cruces y discusiones fuertes si de ellas se sale fortalecido como grupo, porque marca que no te gusta perder, que te da vergüenza perder y eso pasó en Peñarol este fin de semana.
Yerbalense arrancó planteando el partido para ganarlo, apretando la salida aurinegra, que se sabe sale jugando, con Yefri Sandin de volante por derecha, casi puntero para recuperar el balón en campo aurinegro y sabiendo Correa que su problema es cuando el rival le reduce el espacio, trató de obligar a Peñarol a errar cerca de Alonzo y digamos que en los primeros 20 minutos casi lo logró.
Amigos son los amigos I
Horacio Gonzáles y Edgar Cardozo, algún partido han jugado juntos y en contra estos muchachos.
Amigos son los amigos II: Diego Arada, Raúl Arismendí y Sebastian Carrasco.
El primero se afirma en la titularidad, “Chucky” entró en el cambio y le hizo un gol a su anterior equipo y Sebita jugo muy bien de lateral izquierdo pero lo expulsaron, muchísimo para hablar la barra a la que solo le faltó “Chiquiño” Diago.
El planteo albiverde era para nosotros el adecuado, era tener paciencia y esperar que Peñarol se equivocara en la salida, pero como siempre pasa en nuestro futbol, la ansiedad, la maldita ansiedad le comió la cabeza a los jugadores albivedes, Peñarol se unió y campeó ese dominio rival, pareció también entender que no debía protagonizar y empezó a saltearse esa presión.
Y ahí en ese planteó, muy similar al que Yerbalense le plantó a Huracán, Víctor Pellejero es bravísimo de contener, porque además es intenso en el esfuerzo y exuberante en el despliegue.
Los pelotazos verticales que merced a su buena pegada metía Barboza o las asistencias de ese muy buen jugador que es cuando no se “raya” Juan Carlos Teliz encontraron muchos agujeros en el fondo albiverde, mucho espacio para cubrir, porque el adelantamiento de Fialho y de Fernando Correa dejaba a Lesi Rodriguez expuesto ante alguien con mas velocidad como es Pellejero, que además cuando “lo lustran” se entusiasma mas.
En un verticalazo de esos, cuando ya empezaba la impaciencia a hacer carne en el albiverde, que trasladaba mucho y se exponía a alguna patada, que siempre tiene que haber en un partido de futbol, pero aclaremos, dada de frente, se regalaba en esa el medio juego albiverede , que además no preocupaba en demasía a Alonso, en un verticalazo de esos, Marcos Fleitas asistido por Pellejero tras gran corrida, define suave y tras pegar en el vertical y en Edgar Cardozo, Peñarol sorprendía y abría la cuenta.
Este gol entonó a Peñarol, porque además Yerbalense ya era un manojo de nervios, las jugadas de corner que al principio habían posibilitado alguna chancee clara , sobre todo de Fialho, ahora eran cuestionadas por los mismos jugadores albiveredes , que digámoslo como que querían cada uno solucionar un problema que solo la paciencia podría arreglar, esperar el error rival.
Y así luego de un buen tiro libre de Davila llega un golazo de otro partido no, de otro planeta futbol, no del nuestro, para Víctor Pellejero, que le acierta al arco de casi 40 metros, con todo Yerbalense adelantado, en el futbol olimareño acertarle al arco de ahí, con pelota en movimiento no es de lo mas habitual no, es una rareza.
Y creemos que ese gol descontroló totalmente a un Yerbalense, que es mas equipo que Peñarol y que dejó de creer en lo suyo, el futbol y el manejo de los espacios y quiso ganarlo de "pesao".
La expulsión de Fialho sobre el final del primer tiempo por protestar un foul en ofensiva claro del equipo del Yerbal los dejó mas complicados aun a los albiverdes, mas si fue sobre los 45 del primer tiempo, un golpe sicológico importante, faltaban 45 minutos, una vida y algo que seria una constante, Yerbalense protestaba todo y eso lo sacaba mas aun del partido.
El segundo tiempo los trajo mas aplomados a los del Yerbal, y el cambio de Henry Vaz les dio mas futbol aun, por la derecha donde Sebastian Carrasco ya amonestado estaba condicionado , ahí muy inteligentemente Correa ponía a Vaz y retrasaba a Milder, para merced a su pegada habilitar la llegada de los volantes y a un picante Petry.
En ese lapso Peñarol resistió realmente como pudo, González, Barboza, Goldaracena y el mismo Carrasco se multiplicaron en cierres desesperados pero igual Alonso no sufría grandes problemas, el tema de Peñarol era que el medio juego no retenía la pelota, seducidos por la movilidad de Pellejero y de Fleitas los aurinegros elegían “saltearse” el medio como en el primer tiempo y no estaban ahora tan precisos.
Así merecidamente Yerbalense empezó a venirse y venirse pese al hombre de menos, un offside muy fino de Petry, cobrado a instancias del línea, marcaba que Yerbalense estaba ahí y el empate llegó.
Polémico, porque el penal de Sebastian Carrasco fue evidente, cortó imprudentemente a Petry: hubo contacto, el juez entendió que no había habido voluntad de cometerlo y que fue por imprudencia y entonces no amonestó a Carrasco el autor de la falta, simplemente esto pero la ansiedad que les decía y cierta subjetividad lógica hizo que pese a convertir Milder y quedar 1 / 2 Yerbalense, parecía mas preocupado por reclamar una expulsión por lo menos controversial que mantener la concentración.
La expulsión de Dávila solo tiene esa explicación, cabezazo claro enfrente del juez a un rival, ante una falta frontal.
Enseguida y también justicieramente es expulsado ahora si Sebastian Carrasco, por una falta para marrilla y como ya tenia, quedaron 9 contra 10, igual parecía que Yerbalense de mantenerse ordenado y en control igualaría, mas cuando por demorar Marco Fleitas recibe la segunda amarilla y quedan 9 contra 9.
Pero no pudo no armarse Yerbalense: Víctor Pellejero aprovechó otra vez el descalabró defensivo albiverde, que había perdido a Lesi Rodrigues en el entretiempo, seguramente lesionado o con obligaciones de trabajo, porque sino no puede salir el temperamental zaguero que además a madurado muchísimo este año y sin dudas un referente en el tema de la actitud responsable en lo disciplinario que tiene… que tenia hasta este partido Yerbalense.
Y el 3 a 1 era demasiada diferencia con lo que quedaba, mas lo sintió lo pareció sentirlo Yerbalense que lo que se veía en el Parque, porque la expulsión por protestar de Matías Islas, gritando que Peñarol había “comprado” al juez era para que lo echaran, es mas si Peñarol hubiera tenido que comprar a alguien seguramente lo tendría que haber echo contra Municipal o Charqueada rivales directos en la pelea por decender y no Yerbalense , la verdad inexplicable lo de Matías o si explicable en el desespero y la ansiedad de un equipo que creía seguros los tres puntos ante “un cuadro accesible” y que los perdía por errores propios.
Porque el gol sobre la hora de Raúl Arismendi: “la ley del ex”, por lo menos a mi me deja en claro que si en vez de perseguirse “con fantasmas de arbitrajes en contra y que los perjudican solamente a Yerbalense” los albiveredes hubieran tenido los 11 dentro del campo aun dos o tres goles abajo en el partido, el resultado pudo ser otro.
Peñarol ganó por meritos propios, así como Yerbalense lo hizo contra Huracán o Barrio Coya, aprovechándose de un partido bárbaro de Víctor Pellejero y de las expulsiones rivales. Victor Pellejero (8) la figura del partido.
Arbitraje: Luis Álvarez (6) bien en su estilo, que los jugadores deben de saber es claramente proclive a la amonestación por cuestiones disciplinarias, los jugadores de futbol en 33 erradamente digamos, creen que los jueces deben adaptarse a su forma de jugar cuando es al revés ellos deben leer como es la forma de arbitraje del colegiado, eso es saber jugar al futbol también, y Álvares es digamosló así un "juez tarjetero", que en este partido además jugó bien, el penal fue bien resuelto de acuerdo al reglamento, las protestas fueron toleradas hasta en exceso, no tuvo que ver con el resultado mas allá de que de repente su estilo no guste.
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