Goles errados son…
Por Juan R. Silva Ganó justicieramente Municipal.
Mas allá de que Peñarol tuvo el control y la iniciativa casi 70 minutos del partido y con encomiable actitud el negriazul debió defenderse en gran parte del mismo, cuando dispuso de las oportunidades el equipo de Amil definió y fue contundente, como el anterior partido del carbonero primero los goles errados y después la sorpresa y la desazón fueron los principales verdugos aun antes que los propios rivales.
Porque hay algo que a esta altura y después de dos años de pasarle lo mismo que es claro en los aurinegros, son el equipo olimareño mas proclive a “el bajón anímico” al menor tropezón.
Un Peñarol que nuevamente fue dominador del tramite conceptualmente, teniendo el balón reteniéndolo y cambiando de ritmo a través de su delantero Pellejero, en lo primeros minutos pero siempre con la falencia principal que le impide afianzar ese dominio en el resultado, la inacción a medida que se aproxima al área rival.
Porque Pellejero se mueve, arrastra marcas, desborda pero solo no puede, el aurinegro mas cercano casi siempre queda a 20 metros del pequeño delantero, como si el tuviera otra velocidad. Y tal cual seria el partido con Peñarol teniendo el balón, Municipal mucho mas agresivo ofensivamente, mucho mas practico conceptualmente llega dos veces con peligro a través del hábil Alfonso Jiménez.
Una un tiro libre que el arquero Alonso saca al corner y otra tirando altísimo.
Peñarol aprovechando la diferencia técnica que tenia por los laterales empezó a inclinar la balanza a su favor y empezó a errar goles.
Primero Pellejero entrando pasado por izquierda, pegándole de primera cuando pudo bajar con comodidad, alto, solo y solo en el segundo palo y después con un gran pase de Teliz que del otro lado encontró Matías Araujo también pegándole apurado de primera, como que en Peñarol piensan mas en “el gol de la fecha” que en sumar los tres puntos, t elevando otra vez solo ante Cantero.
Peñarol tuvo en ese rato del primer tiempo dominio y llegada pero como les contamos no podia lastimar a su rival más que con algún ataque aislado y muy lento, Ariel Iguiní mientras tanto se afirmaba en el medio juego.
Para peor el arbitraje empezó a ser protagonista “de piedra” del partido, porque si algo necesitaba Municipal para endentecer el partido era tener un juez que estuviera con ganas de “hacerse notar” dentro del juego pitando todo sin entender el principio de “agilitar el juego” pero… bueno este es el futbol olimareño que tenemos, donde los dirigentes, los colegios y los jueces están “desesperados” por aparecer como los verdaderos protagonistas del juego.
Y Peñarol que tenia posibilidades de jugar, es mas basa su idea futbolística justamente en eso , empezó a caer en pelear, discutir y “calentar “ el partido, historia que claramente le convenía al mas luchador: Municipal.
El 0 a 0 llegó al final de ese primer tiempo con alguna invasión individual de Jiménez como única opción de cambiar algo.
El segundo tiempo trajo otra vez la individualidad de Jiménez y Peñarol que poco a poco se iba acercando a los palos de Cantero, pero despacio, sin agresividad por los laterales porque un equipo que hace de su forma de ataque mover la pelota de un lado a otro para atacar sorprendiendo con el cambio de frente tiene volantes laterales que no pisan decididos el área rival, seguramente no llegara nunca.
Pese a eso una individual de Pellejero deja a Marcos Fleitas de cara y cuando la definición y el partido pedían un tiro a mansalva para asegurar, el delantero quiere poner una “vaselina” sobre la salida de Cantero y el margen de error le da una vida mas a Municipal, el travesaño se interpone en el grito de gol aurinegro.
Diego Arada intenta también y su desborde obliga un cierre salvador de Iguiní, atento Municipal defendía bien pero sin urgencias sostenidas, Peñarol atacaba como con espasmos.
La tercera clara del aurinegro es un cara a cara de Pellejero que se queda sin recorrido casi en la derecha y la salida rápida de Cantero ahoga.
Y en eso llega el momento clave para mi del partido, una jugada de esas intrascendentes que agrandan al adversario pero que mas que nada “asustan” a un equipo débil emocionalmente como fue ayer Peñarol, porque la confusión de Bas y el arquero no era para dramatizar mucho, en Charqueada/ Lavalleja hubo una similar y no pasó nada, pero aquí si, Peñarol se confundió, dejó de jugar al pie, empezó a querer solucionar todo individualmente, a hablarse mal a enojarse consigo mismo, entró a tener miedo de perder.
Dice la ley de Murfhi “Cuando pensas que algo malo va a pasar pasa” y toda la energía negativa que se genera en Peñarol empujó ese remate de Ricardo Rubí, que atento había tenido otra ocasión, un desborde de Danny Viera, es decir no era casualidad, los ingresados negriazules, Rubí y Viera entraron con “otra energía”.El cambio que cambió, el partido, ingresa Danny Viera.
Y el gol de contra, con mala salida de Alonso, de Danny Viera, clavo otro puñal en el alicaído Peñarol, que no cesaba de mascullar por los goles perdidos, cuando tenia aun tiempo de pelear el partido, pero su cabeza estaba en los goles perdidos y los goles convertidos en contra, Peñarol quería que el partido terminara para ir a echarse la culpa unos a otros y el partido terminó con el cuarto triunfo en línea de este luchador, humilde, corajudo Municipal ante Peñarol , un Municipal que cada partido que pasa se desmenbra mas, pero que tiene siempre en su seno las ganas de ganar el partido, aunque sea de pelearlo si lo pierde, pero dentro de la cancha, no importa contra quien ni en que cirscuntacias.
Arbitraje: Techera (3) Malo pero malo en serio, con un reglamentó personal para manejar el encuentro que lo único que logra es que los jugadores se malhumoren y se peguen entre ellos, con desaciertos infantiles, como la aplicación de la ley de ventaja y en la reiteración de faltas pero por sobre todo con una actitud de “superado” , como si se estuviera de vuelta de todo en esto del futbol, cuando no se ha arbitrado nada y en ningún lado solo aquí, que solamente provoca indignación y vergüenza ajena y una reflexión con este tipo de arbitrajes el futbol de Treinta y Tres no va a mejorar nunca, solamente va a gastar dinero para que entren a una cancha sin saber el reglamento porque no hay mas nadie que quiera hacer de juez.
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