lunes, 11 de diciembre de 2017

El Campeón del Clausura 2017

Treinta y Tres Futbol Club es el mejor.


Sin duda alguna Treinta y Tres hizo un buen Clausura.
Y simplemente con eso, con momentos de fútbol bastante contundente, con una pequeña sociedad que hace un gran equipo y con la facultad al poder fusionar, gran merito de Paz en esto a 3 generaciones de futbolistas y que todos empujaran el carro albi celeste,  el decano del fútbol olimareño se llevó el titulo y en lo previo, reclamo de inhabilitación de Fernando Acosta en el clásico, esto evitaría que su tradicional rival Huracán se lleve el titulo total de la temporada 2017 sin tener que jugar la Liguilla.
En un partido ante Barrio Coya que pudo alinear a un Federico García, pero muy disminuido físicamente tanto como Gonzalo Lemes y sin Alfonso García su jugador para ganar partidos, el elenco que dirige Muraña no pudo resolver nunca la diferencia individual que le da al Treinta y Tres la presencia de Tabaré Sosa hoy.
Dos equipos muy enlazados, tanto que el hoy técnico de Barrio Coya es una persona consustanciada con el decano, fue el técnico en los dos últimos títulos albi celestes y Paz el lascanense ha dirigido a Barrio Coya en alguna oportunidad en los últimos tiempos un par de años.
Pero adema los dos como técnicos tiene muchos puntos en común, la forma de estudiar al detalle los partidos y adaptarse a partir de la información esgrimida, como forma de dirigir y su manejo campechano de los grupos, que generan resistencia en los dos clubes pero que su capacidad de trabajo disimulan.
Entonces el partido demoró en armarse, los dos disimulando sus problemas lo mejor que podían, el desgaste generado por el partido de cuarta división imposibilitaba que Barrio Coya tuviera opciones con relación a la ausencia del “Toncho” porque físicamente “Chano” La Cruz no era ese embolo pura potencia y habilidad que es a 100% de energía y Federico García mostraba que no estaba bien físicamente. Entonces Barrio Coya debía depender de alguna maniobra de traslado de Daniel Laxalt, otra vez 7 puntos o lo que por fuerza y potencia podía generar Garibotti.
 El tema era que estos defensas de Treinta y Tres Maguna, Orgambide y Sosa son fuertes y ante un ataque de solo un jugador se escalonaban bien y hacían estéril el despliegue y la movilidad del serrano.
Muy básico y simple lo de Barrio Coya mientras Treinta y Tres “jalveaba” el partido tratando de que la movilidad de Rojas provocara algo , demasiado cuestionado por sus compañeros es difícil jugar así si todo lo que haces se cuestiona, es cierto que Rojas se equivocaba en el posicionamiento pero es clarísimo que tener a Diego Sosa en el banco  era un peso que el resto del equipo balanceaba y no aceptaba.
Y así por ejemplo se cuestionó por el equipo menos , mucho menos al clarísimo error de  quien, es cierto y creo ser el primero en manifestarlo y decirlo o no? , pero el gol de corner de Barrio Coya fruto de la pegada tremenda de Laxalt es error de calculo de “Panda”, pero es clarísimo que Treinta y Tres tiene tantas “debiéndole” al Panda que no puede decirle nada… y eso también es verdad.
Entonces sin merecimientos mayores Barrio Coya  1 a 0 arriba y Treinta y Tres con Tabaré de 5 y Gonzalo Lemes , que apenas podía correr de enganche, roles invertidos por necesidad.
Se fue la primera parte y si bien el Coya no hizo nada del otro mundo Treinta y Tres tenia problemas de toda índole , sobre todo por el tema físico que pesa demasiado en esta formula de partidos cada 3 o 4 días.
El segundo tiempo un par de cambios de Treinta y Tres, el ingreso de Diego Sosa  a quien sus compañeros tiene otra confianza  y sobre todo Nando Acosta.
Acosta se comió el medio campo y permitió que Mespolet se fuera a la derecha.
Lo mas importante de todo esto es que paso a jugar a pocos metros del área franjeada  Tabaré Sosa, el mejor jugador hoy en este pueblo, el desequilibrante y que nunca tuvo una referencia cercana de Barrio Coya, creo que subestimó un poco ahí el equipo varelense la importancia y las condiciones, sobre todo la pegada del talentoso volante albi celeste,.
Lo cierto es que hoy, en ese sueño de Champions Legue que a veces ataca a los técnicos de Treinta y Tres este tipo de jugadores no se dimensiona en su justo punto, Tabaré Sosa es un enganche, una especie que en el fútbol moderno, como los punteros se dice desaparecida.
 Aclaro “enganche”:  jugadores  que no desequilibran por cambio de ritmo, sino que mas bien lo hacen por pegada y lectura de juego, ven cosas que otros no ven, imaginan o adelantan mentalmente jugadas 5 segundos antes que incluso los que estamos en la tribuna no hacemos, tienen un mapeo de su ubicación, de la de los compañeros y los rivales y a partir de eso generan cosas imprevistas (asistencias,  tiros, jugadas )su indolencia para marcar (ellos están pensando) y su ritmo cansino hacen que quienes no los tiene minimizan su importancia, porque aparecen muy pocas veces en el fútbol, son esos fenómenos que se dan muy de tanto en tanto, .
Treinta y Tres intentaba por distintas opciones ahora, Lemes y su juego aéreo y su conocimiento, por experiencia  del juego, Mespolet imponiéndose físicamente por derecha y obligando a Muraña a reforzar ese sector, Bautista, que jugó el primer tiempo desaprovechado a contra pierna por al derecha, ahora bien por izquierda desbordando por la zurda pero con poca precisión en el centro final, la movilidad y agresividad ofensiva de Diego Sosa, el decano intentaba, sin coordinar ofensivas pero intentaba.
chocaba contra Stol y el muy buen partido que hacían Piriz y Joel Martínez y todo Barrio Coya comprometido en defender la ventaja.
El tema físico empezó a diezmar a Barrio Coya, ya sin Federico Garcia, sin “Chano” De la  Cruz “fundido” por los dos partidos del fin de semana y con “el cuadro partido” desde el ingreso de Otero, Barrio Coya resolvió obligado “aguantar”.
Insisto que no era colectivo Treinta y Tres y empezaba desesperarse cuando apareció “El Taba”  .
Primero como dijera un hincha decano…una poética pegada en un tiro libre a 25 metros del arco  que sube suavemente y cae “volada” besando el travesaño.

Y en el segundo si usando esa lectura pavorosa que otro no tiene en nuestro fútbol, luego de generar una falta, que la fabrica el desde el otro sector cercano al área, mas cerca aún que el primer gol y donde realiza una jugada extraordinaria, porque el 80% del gol que convierte Goldaracena aprovechando la sorpresa de la jugada que hace el Taba, porque Stol se confunde esperando un tiro igual que el del primer gol “volado” por sobre la barrera, ve entonces venir un tiro fortísimo a ras de piso y al palo del, cuando reacciona da un rebote y ese rebote lo aprovecha el pescador Goldaracena y Treinta y Tres da vuelta el partido.
Solo el Taba pensó, en un momento así, que el fútbol es dos cortas una larga, con el cansancio que tenia y una rodilla muy dolorida, que si había tirado de una manera tenia que cambiarle en la segunda, D-E-S-E-Q-U-I-L-I-B-R-A-N-T-E.
No tuvo fuerzas físicas ni anímicas Barrio Coya, Treinta y Tres Fútbol Club campeón del clausura, en una sprint final tremendo.

Ahora vendrá el Escritorio y sin dudas, en esta impresentable Liga de Fútbol de Treinta y Tres donde cualquier cosa puede pasar, adelantar opiniones o conceptos es un error mayúsculos y como el tema jurídico es muy técnico y yo se poco de ello me cuesta adelantar cualquier declaración y recomiendo “dos orejas y una boca” , ustedes son grandes y saben lo que hacen, pero insisto…cualquier cosa puede pasar, si se decidió por unanimidad anexar un texto a un acta de un campeonato jugado hace 6 meses…todo es posible,

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