Clásico: emoción, goles y polémica.
Por Juan R. Silva
La foto más buscada, sacada de las imágenes de Canal 11 y el trabajo de "Locura Tricolor" Zeballos, para confirmar la mano del Nico.
Treinta y tres /Huracán, Huracán y Treinta y Tres empataron en dos goles el clásico del fútbol olimareño y dejaron en claro que sus principales argumentos en la lucha por el titulo serán los que esgrimieron esta pasada noche de miércoles, en definitiva la pasión con la que defienden sus camisetas y que le da a los partidos de este tipo el toque de emoción que atrae a los asistentes, las deficiencias defensivas que promueven la concreción de goles por parte de los dos equipos y la polémica que de una y otra parte de exacerba de tal manera en este partido y que con un error mayúscula de el juez y sus asistente al convalidad un gol viciado de nulidad como fue el empate albiceleste a través de Gutiérrez, también contribuye a sazonar la fascinación que tiene este juego y especialmente este partido definido justicieramente como “el Clásico”.
Primero: mas allá de la forma, repito viciada de nulidad, errada totalmente, el decano mereció este empate es mas para mi tal vez debo decir que debió ganar, solamente con el argumento de querer y de tener mas claro a lo que juega, que debo ser franco es simplemente tirarla para adelante a que se equivoque un defensa rival y aprovechar ese error o en todo caso generar un foul cerca del área y llegar con sus jugadores grandes y de buen juego aéreo, para convertir directamente o ganar el rebote.
Tan básico y tan simple como eso es la propuesta ofensiva albiceleste y con una defensa que agrupa hombres para ocupar espacios lo de 33 es algo, en lo táctico, totalmente pragmático y fácil de entender y descifrar.
Huracán para este partido ideó, a través de Dardo Daniel Pereira algo mas vanguardista como propuesta táctica, línea de tres en defensa, dos volantes de contención, 3 de ida y vuelta, un enganche y un punta, 3 / 6 / 1, con la idea de tener posesión del balón con una media cancha muy “gorda” y nutrida y con descarga rápida en la salida por sorpresa sobre los laterales, en el primer tiempo recargando el juego sobre la banda derecha y en el segundo sobre la izquierda, con los defensa haciendo hombre en zona y aspirando a que el doble pívot Camacho y “Pichón” Gomez para recuperar y ornarse a partir del primer pase.
Cuando los dos equipos paraban su figura táctica e intentaban plasmar su idea, Huracán tuvo un premio tempranero, gol de Mario Perdomo sorprendiendo por derecha, asistencia bárbara de Simón Mier.
En la zona que sin dudas su técnico planteó, a las espaldas del lateral izquierdo albiceleste que aparte al ser Piriz derecho lo encontró con pierna cambiada.
Treinta y Tres fue a partir de ahí, repito confuso, sin ideas, casi por inercia, apuntando al ultimo rival y buscando el error, en una cancha donde “afina” el frente de ataque a 30 metros, en algunos caso a puro intento de generar centros para la subida a cabecear.
Las tarjetas amarillas, una característica muy mal leída por los actores, saben que el juez es un arbitro que tiene una forma de arbitrar apegada al reglamento, empezaron aparecer por “boberas” de los jugadores y en esa faceta Huracán que tenia el partido controlado, mas por deficiencia rival que por merito propio, empieza a ser perjudicado por propia voluntad.
Barrera, Tarán, Gómez, Perdomo vieron la tarjeta y eso amigos si ustedes miran los nombres fue condicionando la contención alba.
Llego dos veces claro 33 en ese lapso, una invasión de Mieres por izquierda, mano a mano con Vicentino que gana el arquero y un desborde por derecha del lateral Romero que el mismo Mieres desvía el cabezazo, lo demás fue centros, pelotazos y confusión.
¿Huracán? Faltas en el medio juego “gordazo” que planteo, salida repetitiva por la derecha e imprecision cuando la pelota no pasaba por “Saimòn” Mier.
Y el partido armado con sus virtudes y defecto fue trascurriendo hasta ese minuto final cuando un par de lesiones, que seguramente se sentirán en la definición del campeonato y una especialmente en el año decano, impactaron en la línea de concentración de los equipos, primero Fernando Gomes se sintió, un tirón en el posterior y enseguida Martín Alzugaray queda “clavado” en el medio de la cancha, dicen que “esguince de rodilla”.
Dos referentes, dos emblemas, dos importantísimos jugadores para uno y otro equipo.
Y en un partido donde los dos juegan al error rival, ese minuto fue fatal, porque 33 que nunca tuvo claridad tiro un tirito de media distancia a cargo de Lemes y la pelota, producto de lo rápido del campo, con una humedad importante, se le escurrió” a Cesar Vicentino, 1 a 1.
Y cuando todos estábamos sorprendidos por un error de esa magnitud en Cesar, algo no acostumbrado en el, un zaguero decano a dos metros del juez Álvarez corta imprudentemente a un delantero rival y el contacto evidente es pitado con total decisión por el colegiado, perfecto, bien decretado.
Diego Graví define bien ante la buena estirada de Larrosa y el globito se fue a la pausa 2 a 1.
Vinieron del intermedio y en esa parte Treinta y Tres inclino la cancha contra el arco de Vicentino.
Vera en un tiro libre sacudió el travesaño luego del rebote de Vicentino.
Lemes erra un par de ocasiones claras, la segunda luego de “matar “con el pecho en el área alba, pero de su categoría de jugador de nivel para nuestro medio el decano empieza a justificar el empate.
Así en una gran respuesta de Huracán al domino rival, Mier obliga a un cierre desesperado del fono albiceleste y a la salida de esta jugada en la contra decana, Daniel Martirena ve su segunda amarilla en una falta casi consecutiva a la primera, había entrado por Marcelo Camacho lesionado y Huracán quedo con uno menos faltando 35 minutos por jugar.
El partido entra después de la expulsión en un frenesí donde Huracán casi factura una chancee clara generada por una patriada de Gonzalo Barrera y casi sufre el globito con un error del mismo Barrera que hace que Yamandu Tabeira quede casi de cara al arco pero que eleve el tiro, tal era el descontrol, ahí se reclama un penal de Taran por una mano que para mi fue totalmente involuntaria si bien se puede entender que la mano no debía estar tan separada del cuerpo y que la imprudencia del defensa fue importante, pero ahí repito si debe pesar el criterio del arbitro.
Un gran pase de Santiago Alzugaray deja a Lemes otra vez de “macho” al arco pero su tijera se va elevada, eran demasiadas chances claras erradas por el decano, su ansiedad crecía.
Un centro del "Fefo” Rodriguez, encontró a Gonzalo Lemes nuevamente en el área pero el cabezazo se fue desviado, se caia el gol decano.
Muraña ponía a Becerra para desbordar por izquierda y a Nico Gutiérrez para alguna gambeta cerca del área y “quemaba” las naves viendo que Huracán sin Camacho, sin Gómez, sin Martirena, ¿quién marcaba en el medio albo? el Tito Puñales.
Y cuando ya Treinta y Tres se confiaba, Simón Mier encontró un desenganche sorpresivo de Diego Graví y lo dejo de cara al arco con 30 metros de carrera para decidir como definir, la salida plena de actitud y de coraje de Cristian Larrosa atoró al volante y el cierre desesperado de Julio Romero evito el tercer gol.
Esa jugada fue una luz amarilla para 33 que paró su ataque frenético y mando a Darío Vera casi de “10”.
Eso fue como el “sálvese quien pueda” del equipo decano, porque ante un rival agotado físicamente por el esfuerzo, sin recuperación en el medio juego, cada uno quiso salvar las papas y las decisiones albicelestes fueron casi todas individuales y allí el favorecido fue Huracán.
Un centro atrás de Becerra fue errado por varios decanos de frente al arco, dos jugadas individuales de Nico Gutiérrez salieron muy desviadas del marco,
Cuando el partido de iba y uno pensaba que el castigo para tantas chancees favorables erradas iba a ser la derrota, un pelotazo largo encontró a Darío Vera de puntero izquierdo, su centro de revés al área, casi como pudo sobró la salida de Vicentino y Nico Gutiérrez como en el voley, de un manazo la mando a la red, para mi de impotencia porque no llegaba, la sorpresa de todos, el juez lo convalida, el línea también, el descontrol albo, las protestas y la expulsión de Vicentino que obliga a Robert Piriz a agarrar el arco.
Mucha emoción, mucha polémica y la dosis de suspenso que el ultimo tiro de Simón Mier que, superando a Larrosa, pega en el travesaño trasformaron a este clásico en un encuentro disfrutable por lo antedicho, por el juego no, juegan mal los dos, uno porque no tiene juego directamente y el otro porque no tiene comunicación aun de su idea claramente entre los interlocutores, los jugadores, así que por eso esta bien el empate que beneficia a otros seguramente.
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