Por Juan R. Silva
Los partidos del domingo en el futbol olimareño solamente ratificaron la ventaja que el sábado Treinta y Tres había conseguido.
Los partidos del domingo en el futbol olimareño solamente ratificaron la ventaja que el sábado Treinta y Tres había conseguido.
Municipal logró un triunfo que claramente fue exagerado con respecto a lo que se vio en los 90 minutos.
En el arranque del partido los albirrojos tuvieron varias oportunidades pero fallaron en la concreción, cosa que no hizo, “el Pulga chico” Fernando Pereira que con certero toque puso en ventaja los dirigidos por Ceballos.
Así igual antes de terminar la primera parte Maicol Saulle, el más destacado de los del barrio 25 empató.
El segundo tiempo si fue todo negriazul a partir del gol de cabeza de Ariel Iguiní en una salida fallida del arquero Miraballes, estiró el equipo de Municipal con el penal de Pereira nuevamente y puso cifras definitivas el “Galle” Hugo Alzueta con impactante tiro libre.
Una goleada que le pega un tiro por debajo de la línea de flotación a los albirrojos de Jauregui, que tenían muchas esperanzas este año de mejorar la magra campaña del año pasado y que por el momento no ha logrado con el consiguiente bajón anímico que conlleva esto.
Municipal pese a su complicado presente institucional, producto de la soledad en la que trabaja su único dirigente, se ha enancado en “el inflador sicológico” de Wilson Ceballos y para mi ya ha obtenido muchos más puntos de lo que al arrancar el campeonato esperaba, y es tal su capacidad de creer en un sueño, la del equipo digo, que se transforma en un caso realmente complicado de discernir para su rivales y que la hipótesis de seguir consiguiendo resultados favorables, seguramente provocara más de un dolor de cabeza.
A segunda hora Huracán volvió a decepcionar en su juego, pese a la recaida histórica de los albos de echarle la culpa de todo a los árbitros lo cierto es que sin Simón Mier , víctima de una lesión, el equipo que en lo previo se llevaba todos los boletos por el título, se quedo sin desequilibrio individual y con el tricolor militar, en su salsa, reduciendo el espacio a las espaldas de los zagueros , afirmados en un seguro Cesar Larronda, que pese a su sobrepeso, sigue siendo muy seguro y expeditivo cuando tiene a los rivales cerca, Huracán volvió a carecer de cambio de ritmo en los últimos 20 y fue poco efectivo en el momento de la definición, con una defensa que tampoco trasmitió aquella sensación de seguridad ahora lejana del partido ante San Lorenzo.
Así se fue el partido con un cero a cero, con un “lloringueo” continuo de las dos parcialidades a las que “alguien” a convencido de que faltando al respeto a los jueces es posible que cobren mejor o que de repente su equipo va a ganar si ellos “pesan”, en la soledad de tribunas como la del estadio, donde cualquiera te identifica, en el ánimo de los jueces, realmente me parece un poco absurdo, pero bueno debo estar errado yo y mira que hace 30 años que veo futbol acá y casi siempre fue al revés si vos te metes con el juez el perjudicado es tu equipo, pero insisto debo de estar equivocado, como dice el profe Yamandú “ninguna oveja se salvó balando”.
0 a 0, 4 puntos Huracán, 1 Lavalleja, ceo que ya es demasiada la ventaja de Treinta y Tres con vistas al Apertura no? Con 15 puntos por jugar es como que mucho, pero al decano aun le faltan puntos difíciles, lo cierto es que creo que lo más preocupante fue el nivel de juego, porque si bien lo de Huracán fue muy desilachado e inconexos lo de la Lavalleja sigue siendo muy básico y solo efectivo si un equipo lo ataca como el globito el domingo, dejando muchos espacios.
A tercera hora, la sorpresa del Campeonato Peñarol, un equipo armado de “a retazos” por parte del novel técnico varelense Rodrigo Llano, empató en un gol con el actual campeón y próximo a debutar en la copa San Lorenzo.
Partido donde Peñarol fue claramente superior en las pelotas divididas y pese al desgaste físico, que llevó a varios de sus jugadores a sentir enormemente el trascurrir del partido, el carbonero local fue superior y tuvo varias chancees claras de ganar el partido, ante un azulgrana que volvió a ser insoportablemente “tibio” en su concepción de juego, como que ha perdido la confianza o como que tiene miedo a errar el equipo santo y entonces en la duda erra realmente, jugadores de buen pie como tiene en el medio juego, no se pueden haber olvidad de jugar.
Como les decía Peñarol , sobre todo en la primera parte respetó en exceso a su rival pero también lo desgastó y afirmado en la seguridad que trasmite desde el arco Gabriel Rojas, fue clarísimo que las divididas de Barro, José Pellejero y sobre todo Fabián Gadea que jugó un partidazo a veces dejando mucho espacio entre él y los zagueros pero generoso en el esfuerzo y con timingg para trabar y recuperar Peñarol pese a tener viento a favor en esa primera parte, fue superior siempre que los santos en la ejecución de su plan de juego, que además perdía el santo a Willian Alzueta sobre el final de esa primera parte por doble amarilla.
Allí Peñarol mostró una de las facetas más destacable de los dirigidos por Llano que es la rebeldía del equipo y su poder de gol, esta vez cristalizado por la muy buena definición del varelense Marcos Morales.
Peñarol pese a sufrir claramente en los últimos minutos en el aspecto físico, tuvo dos oportunidades claras, sobre todo en el último minuto cuando el remate clarísimo de Pellejero se fue “ancho” y dejó una mejor imagen que su rival y logra un segundo lugar impensado, San Lorenzo no ha podido “empastar” el equipo y el Apertura se le fue creo.
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