El decano perdió sus primeros tres puntos y además en calidad de local en su serie de la Copa Nacional de Clubes.
El resultado es harto explicable en la sucesión de errores no provocados que cometió el albiceleste tanto en defensa como en ataque y que llevaron a que un equipo experiente pero rudimentario como el Lavalleja rochense conquistara una victoria que lo afianza en el liderazgo del grupo.
Un partido que fue parejo hasta que el Lavalleja “leyó” las dificultades que tenia en elenco local en los mano a mano individuales en defensa y sobre todo que cada vez que lo pusiera de costado a ese flanco defensivo el decano olimareño sufriría enormemente, tal circunstancia sobre todo cuando se daba por izquierda donde Heber Caro era incontenible para le sector defensivo , provocaba fisuras en la defensa albiceleste, solucionadas un para de veces por el arrojo y la capacidad de enfrentar delanteros con pelota dominada que tiene Jhonny Larrosa, quizás y sin quizás la confirmación mas importante que tiene el decano en esta participación copera, el haber conseguido un arquero de confianza sin una mayor inversión.
También Larrosa cometió algún error en justamente alguna salida a cortar centros donde quedo corto y resolvió mal pero dentro de el contexto de sus varias salvadas esos pequeños errores se minimizan claramente, el problema de 33 es otro, una su dificultad para acompañar en las marcas a los rivales, el jugador defensivo albiceleste se deja consumir por la ansiedad y corta apresuradamente casi siempre, cometiendo faltas que después se pagan en centros sobre su arco y sobre todo cuando a partir de esa marca fogosa y agresiva y de un sector central de contención, lo mejor del equipo en la parte táctica hoy, el manejo del balón es tan agresivo y fogoso como la propia marca, con lo que en el albiceleste no hay pausa y parece contagiarse de esa ansiedad la búsqueda pronta de un pelotazo casi siempre filtrado para provocar errores defensivo rivales, en suma no hay elaboración pensada de futbol, hay si una búsqueda casi frenética de poner la bocha cerca del arco rival, que llega incluso a definir apresuradamente con varios tiros en esa primera parte desde media distancia.
Así lo mas claro en la primera parte para Treinta y tres fue un tiro libre de 30 metros de Darío Vera que da en el travesaño y una entrada de Mieres que se apresura y define “blando” mientras que el Lavalleja tiene dos mano a mano que salva Larrosa, y dos jugadas desde los laterales que una termina salvando angustiosamente un zaguero y la otra dando también contra el travesaño, es decir en el balance frío mereció tener ventajas el visitante pero no por provocación pensada sino por aprovechamiento de errores rivales.
El segundo tiempo apuntaba para un partido de Copa mas, cerrado sin grandes intenciones de elaboración y plasmado de futbol, con un equipo el rochense cómodo con el punto de visita y el otro el decano sin poder instrumentar su mayor potencial, las jugadas de pelota quieta sobre el área rival donde reacciona mas rápido en la búsqueda del rebote, cuando el error del fondo albiceleste con un lateral que despeja para el medio un centro pasado desde el sector izquierdo que envía “Bochón” Rodriguez, experiente delantero rochense y el despeje defectuosos pega en Darío Vera que estaba volviendo sobre su arco, “blooper” pero gol en contra.
Y ese gol marco el rumbo del encuentro porque cuando Muraña el técnico albiceleste intentó cambiar y buscar algo mas de manejo en su zona de creación, la expulsión por doble amarilla de Vera, correctas las dos decisiones arbitrales de un juez muy lento y corto de despliegue, por su excesivo peso además, la expulsión de Darío decíamos dejo a Treinta y tres sin el jugador que en una pelota quieta podía empatar la brega.
El penal que erró Martín Alzugaray solo sirve para la estadística y para reafirmar la importancia de la agresividad de Velardes en la generación de errores en las defensas rivales pero la expulsión exagerada de Nicolás Gutiérrez prácticamente confirmó también que el stress competitivo que Treinta y Tres propone como “marca registrada” no es manejado por todos en el plantel del vicecampeón olimareño.
Mas se le complicó la cosa al decano cuando de Castillo llegaron las noticias que el Peñarol de esa ciudad había ganando 4 a 2 y que seguramente la clasificación de no pasar nada extraño, todo es posible en el planeta del futbol y mas en el del interior del Uruguay , donde todo es muy parejo, seguramente el pasaje deberá de ser buscado por el decano en su visita al Roca Krely la cancha del Nacional de Castillos, un escenario difícil si los hay por su lectura de juego, es muy pequeña de dimensiones y con mucha predisposición a los piques y rebotes el piso, el campo de juego esta enclavado en un cerro casi.
Pero ahí también el decano estará en su salsa, un momento de alta carga anímica, cosa que por supuesto deberá controlar porque hoy jugados 3 partidos ha tenido 5 expulsiones, muchísimo para un plantel no muy extenso y que juega prácticamente cada 4 días.
19 de mayo de 2012, 15:30 hs. Estadio Centro Empleados de Comercio, Treinta y Tres. Público: 150.
Jueces: Néstor Izquierdo, Sergio Martínez, José L. Pereira (Florida Interior).
TREINTA Y TRES: Johny Larrosa; Julio Romero, Martín Alzugaray, Darío Vera, Diego Díaz; Gabriel Rodríguez, Luis Fernández; Gonzalo Lemes, Fernando Acosta (70' Raúl Píriz); Diego Mieres (66' Nicolás Gutiérrez), Yamandú Tabeira (73' Sergio Velarde). DT: Nuber Muraña.
LAVALLEJA: Oscar Lemos; Emiliano Molina (70' Gastón Garaza), Matías González, Pablo Seijas, Matías Feola; Augusto Barboza, Martín González, Heber Caro (77' Luciano Brea); Ruben Rodríguez (85' Nicolás González), Santiago Barboza, Roberto Pioli. DT:
Goles: 50' Darío Vera (TyT) en contra, 81' Luciano Brea (L).
Amonestados: 2' Pablo Seijas (L), 52' Emiliano Molina (L), 62' Matías Feola (L).
Expulsados: 64' Darío Vera (TyT) (2ª amarilla), 89' Nicolás Gutiérrez (TyT)
Incidencia: 84' Martín Alzugaray (TyT) desvió un penal.
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