Empate con sabor a poco en el resultado, 1 a 1, un punto solo a favor tres en el campeonato y terceros en la serie, al repechaje contra Chuy el sábado en el estadio Municipal.
Empate con sabor a mucho en el desarrollo en la expectativa, en el juego.
Porque a priori íbamos (como casi siempre) a la paliza, contra el mejor de la serie, el mismo que no pierde hace 15 partidos en el ahora iluminado (mas o menos juas) Sobrero, el del imparable Berrueta.
Y pese a que perdíamos a los 13 minutos ya por 1 a0 por gol de (¿quien va a ser?) Berrueta, fuimos mas que el local claramente.
Porque si bien La Roja no plantó un medio juego con recuperación clara y firma, los dos volantes con mas marca que dispusimos ganaron 7 u 8 pelotas al medio juego celesta a puro anticipo y llegando antes, y nos permitieron sobre todo por la zona izquierda que la tenencia de pelota funcionara como una suerte de defensa, jugando lo mas lejos de nuestro arco que pudimos y haciendo ineficiente ese pressing que los celestes tiran en el medio juego y en la salida del rival.
Éramos mas porque al interesante trabajo , que ya lo viene haciendo en toda la serie el “Gato Gol” Goldaracena, de punta “media agua” como los de fines del 70 y comienzo de los 80, bajando a enganchar , haciendo la pausa y llegando a la definición, distribuía el juego y la aparición de Perdomo y Eduardo Álvarez por izquierda superaba técnica y tácticamente a un Rocha , al que si le salteas esa presión agresiva de la primer a línea es muy débil en las marcas laterales y al que solo le quedo el recurso táctico de tirar el achique.
Y ahí creo que estuvo la explicación de porque en ese primer tiempo nos fuimos al descanso perdiendo, nunca leímos, por desatención y por desconocimiento, ese achique casi burdo del fondo celeste, yo conté 7 posiciones adelantadas rojas, cuando vencíamos el achique sobre todo por izquierda insisto tuvimos claramente tres chances, porque los mencionados Perdomo y Álvarez, mas el “Gato” cambiaban el frente y esa medida de poner de costado a Rocha los molesta y como!!!!.
Así Martín Ávila tuvo dos chances clarísimas que desperdició, Matías Rodríguez dispuso de un par de centros peligrosos y Simón Mier elevó un disparo cuando creo que la jugada pedía un pase más.
Y ahí amigos, humildemente, con mucho respeto y sobre todo comprendiendo los que se vive y se siente dentro de un campo de juego, donde la ansiedad le juega en contra a este golpeadísimo elenco rojo del Olimar, creo que esta el gran pecado de esta selección roja en lo futbolístico, un pase mas, Treinta y Tres se apura en la definición, arriesga demasiado en el ultimo tiro, este juego de tenencia que propone hoy el equipo de Ubilla, humildemente repito carece de paciencia en las ultimas 18 yardas, hay que meter un pase mas.
Así Rocha sintió, pese a que ya estaba clasificado y como se dice a partir de la apertura “relojió” el resultado, Rocha sintió que era superado, lo más claro fue el silencio con que toda la gente que fue al Sobrero, sufrió el partido.
El pasto alto del Sobrero hizo de las suyas en el físico del local en los 45 minutos siguientes y Treinta y Tres no pudo en esos primeros 2 de la segunda parte forzar otra caso que la defensa y las contras celestes, es buen equipo para nuestro nivel el local, Fernández el enganche es muy hábil, una jugada suya con caño incluido al en la emergencia lateral Calastretti y posterior avance que es atajado de gran forma por Cesar Vicentino, el insólitamente cuestionado por parte de la parcialidad roja, que valora poco la verdad su actitud de ponerse la Roja en las malas y que vive soñando con “mostros” que no juegan sino hay plata y fama, cediendo un corner cuando el volante queda cara y cara y su tiro seria la muerte del partido, fueron lo mas importante de ese lapso de juego.
"de puntín", Rodrigo Moreira, empata en el Sobrero
El cuestionado cambio de Simón Mier, sin dudas el mejor jugador de los rojos en la primera fase pero que tenia amarilla y estaba muy expuesto para una segunda amonestación y la exclusión del goleador rojo Matías Rodrigues fueron en nuestro humilde entender un reconocimiento que así íbamos de cabeza a la repesca, porque si bien no éramos superados tampoco generábamos un dominio que permitiera abrigar esperanzas.
Para nuestra sorpresa y de la mayoría inmensa de los presentes en el Sobrero, la dinámica de Fernando Correa sobre todo y la enjundia de Rodrigo Moreira, mas una decisión cuestionada por muchos de Ubilla de adelantar a Calastretti a la zona media, vista la salida de Berrueta, hicieron que esos últimos 25 fueran totalmente rojos.
“Gato Gol” aguanta ese pase más que pedíamos en el primer tiempo, el Gato es el jugador rojo mas claro para entender el partido, y Rodrigo Moreira nos pone en el éxtasis de empatar y callar el aire de superioridad que comenzaba a campear en el Sobrero.
Porque a partir de ahí, Martín Ávila decididamente de puntero derecho y Mario Perdomo de puntero izquierdo desbordaron cuando quisieron y como quisieron a los laterales rochenses que pese a la línea de 5 que ensayaban, eran superados.
Y Rocha empujados por la Historia y la responsabilidad de la Localia comenzó a arriesgar también, ahí si la para nosotros cuestionable, a no ser que haya pasado algo que no sabemos, salida de Víctor Goldaracena, creemos que perjudico al Rojo.
Nos quedamos sin peso en el área ofensiva, nos quedamos sin claridad en la habilitación ultima, nos quedamos sin pausa y lo nuestro era el vértigo de ir, pechando contra los palos incluso.
Y pese a que el cansancio local era evidente, también era evidente nuestra impericia y e inexperiencia, ansiedad pura y lógica contra aun equipo desfalleciente y agorado, empate seguro de no haber un horror individual. Y así fue porque el buen arquero Lemos solucionaba los errores celestes y la lentitud rival y velocidad de Calastretti y Barrera, junto a un muy buen trabajo de Silvera, Larronda también levantó mucho en esa segunda etapa, se deglutían cualquier intento del equipo locatario.
Sin tener forma de lastimarse, el empate llegó como un placebo para Rocha que fue superado claramente en su feudo y un castigo demasiado duro para el equipo que esta “meado” por un Mamut, este Treinta y Tres capital que cuando no le pasa una cosa le pasa otra pero que igual pese a todo sigue peleando y mostrando partido a partido el crecimiento de estos jugadores que cuando fueron citados generaban dudas, unos porque la gran mayoría no sabia ni quienes eran y hoy son titulares y esfuerzo y merito propio y los otros porque venían de estar muy parados o no jugar directamente .
Treinta y Tres a conseguido tres empates en línea y crece día a día su expresión futbolística, jugando de vista y siendo protagonista futbolístico de los resultados a puro pulmón más que a fundamentos y eso es harto destacable y nos hace ilusionar en la repesca.
El cansancio, la ansiedad y el desfallecer anímico serán nuestros grandes rivales mas allá de Chuy, un rival que siempre es difícil para nosotros, es decir el gran enemigo de los rojos son los pequeños detalles que hacen a la formación de un equipo mas allá de virtudes y defectos individuales, lindo desafío para este equipo que si algo se ha acostumbrado es a sufrir.
“Luego de lo malo siempre, siempre viene lo bueno”
El cuestionado cambio de Simón Mier, sin dudas el mejor jugador de los rojos en la primera fase pero que tenia amarilla y estaba muy expuesto para una segunda amonestación y la exclusión del goleador rojo Matías Rodrigues fueron en nuestro humilde entender un reconocimiento que así íbamos de cabeza a la repesca, porque si bien no éramos superados tampoco generábamos un dominio que permitiera abrigar esperanzas.
Para nuestra sorpresa y de la mayoría inmensa de los presentes en el Sobrero, la dinámica de Fernando Correa sobre todo y la enjundia de Rodrigo Moreira, mas una decisión cuestionada por muchos de Ubilla de adelantar a Calastretti a la zona media, vista la salida de Berrueta, hicieron que esos últimos 25 fueran totalmente rojos.
“Gato Gol” aguanta ese pase más que pedíamos en el primer tiempo, el Gato es el jugador rojo mas claro para entender el partido, y Rodrigo Moreira nos pone en el éxtasis de empatar y callar el aire de superioridad que comenzaba a campear en el Sobrero.
Porque a partir de ahí, Martín Ávila decididamente de puntero derecho y Mario Perdomo de puntero izquierdo desbordaron cuando quisieron y como quisieron a los laterales rochenses que pese a la línea de 5 que ensayaban, eran superados.
Y Rocha empujados por la Historia y la responsabilidad de la Localia comenzó a arriesgar también, ahí si la para nosotros cuestionable, a no ser que haya pasado algo que no sabemos, salida de Víctor Goldaracena, creemos que perjudico al Rojo.
Nos quedamos sin peso en el área ofensiva, nos quedamos sin claridad en la habilitación ultima, nos quedamos sin pausa y lo nuestro era el vértigo de ir, pechando contra los palos incluso.
Y pese a que el cansancio local era evidente, también era evidente nuestra impericia y e inexperiencia, ansiedad pura y lógica contra aun equipo desfalleciente y agorado, empate seguro de no haber un horror individual. Y así fue porque el buen arquero Lemos solucionaba los errores celestes y la lentitud rival y velocidad de Calastretti y Barrera, junto a un muy buen trabajo de Silvera, Larronda también levantó mucho en esa segunda etapa, se deglutían cualquier intento del equipo locatario.
Sin tener forma de lastimarse, el empate llegó como un placebo para Rocha que fue superado claramente en su feudo y un castigo demasiado duro para el equipo que esta “meado” por un Mamut, este Treinta y Tres capital que cuando no le pasa una cosa le pasa otra pero que igual pese a todo sigue peleando y mostrando partido a partido el crecimiento de estos jugadores que cuando fueron citados generaban dudas, unos porque la gran mayoría no sabia ni quienes eran y hoy son titulares y esfuerzo y merito propio y los otros porque venían de estar muy parados o no jugar directamente .
Treinta y Tres a conseguido tres empates en línea y crece día a día su expresión futbolística, jugando de vista y siendo protagonista futbolístico de los resultados a puro pulmón más que a fundamentos y eso es harto destacable y nos hace ilusionar en la repesca.
El cansancio, la ansiedad y el desfallecer anímico serán nuestros grandes rivales mas allá de Chuy, un rival que siempre es difícil para nosotros, es decir el gran enemigo de los rojos son los pequeños detalles que hacen a la formación de un equipo mas allá de virtudes y defectos individuales, lindo desafío para este equipo que si algo se ha acostumbrado es a sufrir.
“Luego de lo malo siempre, siempre viene lo bueno”
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