sábado, 14 de enero de 2012

9no. Nacional de Selecciones

Confederación del Este
La Noche y el dia

Por Juan R.Silva
El empate que obtuvo el pasado miércoles en condición de local el elenco de la Liga de Fútbol de Treinta y Tres tiene dos lecturas rápidas.
Primero: perdió dos puntos en la condición antedicha y segundo rescató un empate luego de un primer tiempo donde pudo ser goleado por su rival y donde también la ventaja del otro equipo era importante.
Más allá de eso que es lo que fundamentalmente queda hubo un lindo partido de futbol donde el equipo visitante en el primer tiempo de juego mostró los atributos más importantes que tendrá en su participación en el campeonato y como tal aprovechó un mal planteo del local que fue claramente superado en esos primeros 45 minutos.
Rocha capital vino a este campeonato nacional afirmado en el nivel superlativo que tiene para nuestro futbol chacarero la dupla de delanteros que tiene integrada por Roberto Piolí y Andrés Berrueta.
Dos jugadores que pese a no estar bien en el tema físico tiene una trayectoria y un nivel importante en el futbol donde prácticamente no se entrena ni se prepara nada, así por ejemplo para informar a algún despistado, Pioli fue una de las más importantes jugadores “promesas” de Peñarol de Montevideo en su momento, es mas fue a un campamento de prueba del Real Madrid, es un jugador que entiende el juego y de Berrueta que podemos decir, es el jugador mas desequilibrante que hay en esta zona del país, jugador del año de OFI hace un par de temporadas, artífice de la consagración de Lavalleja hace un par de años, para nuestro futbol chacarero “dos mostros”.
Con semejantes delanteros la idea del técnico rochense Méndez, ex jugador de Peñarol de Montevideo, un 10 de esos talentosos, que incluso recordamos un pasaje importante por el futbol colombiano, tenía una opción clara, presionar con los otros 7 chicos que debutaban con las dos líneas defensiva y de contención pegaditas, casi achicando el medio juego, salida por derecha con el veloz y dúctil “Yonito” Velázquez y darle la bocha a los dos “que te dije” y que ellos ganaran el partido.
En los papeles fácil y en la cancha…más fácil aun, porque Treinta y Tres confundido por el “pressing “ rival perdía continuamente en el medio juego, impreciso su medio campo, casi siempre recibiendo apretando y no teniendo concepto para solucionar esa historia táctica que le planteaba el rival, sin entender además que debía cambiar el frente, sin apoyos y con una defensa que era superada individual y colectivamente, pero que además entraba a aparecer como la principal responsable de un problema estructural.
Y eso marca una vez nuestra ignorancia sobre el juego, la ventaja que hoy, en igualdad de condiciones de competencia, sin nuestra temporada con muchos partidos que igualaba, nos llevaban los equipos que tiene futbol profesional en sus pueblos.
No sabíamos contrarrestar la presión y ante delanteros que juegan sin pelotas solo podemos dejar nuestra actitud y ese desmesurado esfuerzo físico y anímico que nos hace vivir el borde de la extenuación al terminar cada partido, por eso además si hay un jugador que quiere jugar ordenadamente seguramente que de expuesto, porque Treinta y Tres marca con el corazón y al borde del esfuerzo, cuando en zona de defensa se deben achicar los espacios y si se pierde en el duelo individual se debe tener superioridad numérica.
Así con 4 defensas que hacían zona pero que eran encarados por dos delanteros y tres volantes que llegaban constantemente por detrás de la pelota, Rocha estuvo para golear en la primera parte.
Berrueta, a los 5 minutos aviso pero se encontró con la resistencia de una de las explicaciones del resultado Cesar Vicentino.
Enseguida Piolì mete un centro pasado que no encuentra por poco al “Pelo”.
Seguro esa presión tan intensa en la salida también ponía a los volantes celestes al borde de la infracción cuando encontraban por ejemplo la habilidad de Simón Mier que los obligaba a faulear por eso la amarilla para Rodríguez a los 14 de ese primer tiempo.
La primera llegada roja fue a los 20 cuando Rodrigo Moreira tiró de afuera y bajó de golpe con mucho efecto.
Así Rocha fue aflojando la presión en la salida, no están tan bien físicamente como para mantener el ritmo mas alla de 15 o 20 minutos, entonces los dos delanteros rojos, Matías Rodríguez y Goldaracena empiezan a preocupar y a puro centro nos acercamos al arco del inseguro Abreu.
Pero Rocha nos vuelve a poner la pelota en nuestra última línea y después de un centro de Velázquez, Larronda cede córner con una arriesgada pirueta, del córner la peinada al primer palo encuentra le cierre de Fíalho, que era el único jugador rojo en defensa que quería ordenarse en la marca.
Y lo que se veía venir llegó a los 26, una bocha al medio del área, el posteo de Berrueta fue de manual, el zaguero rojo casi montado sobre la espalda del delantero celeste incapaz de llegar a la bocha y Berrueta la saca para el que viene de frente, Pioli de sobre pique, golazo por la concepción intelectual de la jugada.
Treinta y Tres no entiende como es tan superado e instintivamente empieza a esbozar una idea, saltearse el medio juego donde erra una y otra vez en el pase. El futbol amigos tiene tres fundamentos básicos para retener el balón, pase, recepción y movilidad, Treinta y Tres careció de ellos en el primer tiempo y sufría en defensa a causa de esa falla.
Al adelantarse innecesariamente los defensas, queriendo solucionar un problema que no era de ellos, ellos demasiado tenían con Pioli y Berrueta, el espacio a as espaldas de Larronda era una estancia.
Allí fue “el Pelo “Berrueta a los 38´y luego de gambetear a Vicentino definió suave, con el arquero que en un esfuerzo postrero no pudo evitar la conquista.
Lo que siguieron fueron unos minutos donde estuvimos “donaos” para el tercero, con Fialho de lateral derecho y Silvera y Larronda en la zaga, el medio juego a 20 metros de estos defensas y los delanteros allá arriba, fue l peor momento de la selección roja en este Nacional 2012.
Sobre el final hubo una muy clara, clarísima, Berrueta la arma, Velázquez la define y Vicentino salva una vez más a los rojos, estábamos para el cachetazo.
Para el segundo tiempo hubo una variante entró Martin Ávila y salió Diego Fialho, un delantero por derecha por un zaguero.
Y acá estuvo una de las explicaciones del mejor desempeño de la segunda fase, la variante táctica fue para muchos un manotazo de ahogado, pero dio su resultado, porque así Treinta y Tres paso a hacer hombre, con Silvera con Berrueta y Álvarez casi agarrando a Piolì, porque Rodrigo Moreira que había retrocedido al lateral nunca se pasó allí sino casi como carrilero.
Y Martin Ávila no fue de volante por derecha como se dijo, se paró de puntero izquierdo, quedando Treinta y Tres sin volante derecho específicamente y señores para mí eso mas el error de Rocha de salir a “matar” en esa segunda parte, arriesgando al santo pedo, confundieron a los volantes celestes que no entendieron como quedaba Treinta y Tres y debo ser sincero creo que ni la Roja mismo entendió, solo sabía que debía apretar y apretar, jugar más cerca en defensa y cortar si perdía el mano a mano.
Rocha en ataque, ilusamente casi, contra roja a los 6 de esa segunda parte, Simón Mier que acelera y encuentra una débil oposición a su gambeta para adelante, se mete en el área, cede a Goldaracena y este “limpia” todo con un taco bárbaro y “Colacho” que jugó mucho mas este partido que el contra Melo define fuerte, 1- 2, ilusión, esperanza.
Y Treinta y Tres mete a Rocha en el partido que quería, lo ensucia, juega cada pelota como la ultima, presiona, protesta, y los celestes entran como caballos. Matías Rodríguez gana en los cuerpo a cuerpo, además de que 33 encuentra que saltearse el medio juego soluciona la presión cada vez más blanda del medio juego rochense.
Así Martin Ávila parado como puntero derecho era como la salida obligada, pero Martin y aunque sigue “con el balde”, su opción de recepción hacia agrandar el espacio a defender por Rocha.
El otro ingreso que dispone Ubilla, el de Barrera por el Nando Correa es acertado y le da ahora si forma a la línea de 4 de Treinta y Tres, porque al pasar de 4 Eduardo Álvarez se agiganta y se va a jugar casi como volante por derecha y Barrera sería fundamental y ya lo verán, sobre todo porque es solidario en el esfuerzo.
Y esta característica de Treinta y Tres empareja el partido, esfuerzo, despliegue y ritmo físico que Rocha no aguanta, acá estaba pagando la “locura” de haber salido a matar en los primeros 10 del segundo tiempo.
Y así a los 20´ “el Cabeza” Vicentino, dice el que alejó largo nomas, le mete una asistencia fantástica de casi 50 metros a Martin Ávila que estaba parado como puntero derecho en la raya del medio campo, Martin tira la pared con Goldaracena y este que estaba jugado de armador “media agua” como los 9 de la década del 70, hace la pausa y habilita a Martin, este se la lleva con golpe de cabeza y derrota la endeble defensa de Abreu.
2 a 2 éxtasis, euforia, de atrás “a lo Peñarol”, pero digamos que auspiciado mucho por lo mal planteado por Rocha en esa segunda parte, casi tan mal, tan mal como nuestro primer tiempo.
Y lo golpeo mucho a Rocha esto, Treinta y Tres a partir de el traslado de Simón Mier y de Matías Rodríguez, mas las habilitaciones de Goldaracena, le erra fácil dos chances muy claras de darlo vuelta.
Puntazo de Matías Rodríguez entrando por la izquierda quedando muy esquinado, que se va altísimo, desborde de Martin Ávila y centro que Matías Rodríguez apenas “peina” y se va desviada.
Cuando más se entusiasmaban los hinchas rojos y el aliento parecía brotar de nuestro público “de tenis” cuando jugamos de local, Rocha nos frena en seco, Pioli aprovecha el adelantamiento de Álvarez, desborda, gambetea a Vicentino y cuando convertía el cierre “solidario” de Barrera salva el arco rojo.
Rocha ahora si ingresa a Jorgito Brañas, demasiado tarde para nosotros y a partir de su armado tiene Berrueta una muy fácil que el cierre milagroso de Silvera, de muy buen partido, evita.
Enseguida otra vez Berrueta nos sorprende y nos desequilibra otra vez por derecha y Vicentino nuevamente evita el segundo gol.
Estupor en el estadio, que hacemos ¿vamos a buscar el tercero o aguantamos a ver qué pasa?
Decide aguantar el equipo y casi tiene la suerte de los ganadores, porque en una contra a Matías Rodríguez se le queda la pelota y Rocha se salva y en la última del partido Simón Mier define apretado pero su tiro da en la parte de afuera de la red, haciendo que todos nos comamos el grito de Gol.
Final, estábamos muertos, revivimos, casi nos matan, casi los matamos, dramatismo, decepción, euforia, mucho sentimiento y el facilismo de “la actitud”.
Si en el futbol amigos todo se cambiara con la actitud, entonces sería muy fácil, Treinta y Tres planteó mal el primer tiempo, dio ventajas increíbles a dos delanteros desequilibrantes para el medio, fue impreciso en la elaboración y perdió muchos balones en la salida y arriba luchó pero sin claridad, en el segundo cambio el sistema, marcó al hombre, cortó el juego rival y se salteó el medio juego. Aprovechó el mal manejo del partido de los rochenses que arriesgaron sin sentido, lo contragolpeó y pudo ganarlo y pudo perderlo porque sigue desordenado atrás, tuvo a vicentino que atajó mucho, el despliegue y el querer de la mayoría, el armado de Goldaracena, el manejo de Simón Mier, la movilidad y la agresividad que puso en el segundo tiempo “Colacho” y los goles, pero actitud tuvo en el primer tiempo también, jugó mal al futbol ahí.
El futbol empieza cuando uno llega a la pelota, Treinta y Tres viene en viaje, se levanta, está llegando, pero tiene que jugar.

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