lunes, 14 de marzo de 2011

NACIONAL 2011

Treinta y Tres perdió ante Rocha en el Mario Sobrero por 6 a 2.
Humillante
Por Juan R. Silva
La selección de futbol de Treinta y Tres perdió porque en un partido difícil con un rival que de los 12 puntos que jugamos ante el nos sacó 11 planteó el partido de la misma manera que los tres anteriores y apostó a la misma receta, hubo una diferencia en el resultado y fue la posibilidad que tuvo el elenco rochense de dosificar su desventaja física en mejor forma y le endeblez anímica que ganó a los nuestros después del doloroso cuarto gol rival.
Lo otro es simplemente justificación de un cuerpo técnico que indudablemente vaya a saber porque cometió errores mayúsculos en planificación y resolución del partido y cuyos defensores buscan esconder castigando actuaciones individuales, caso claramente el arquero Maicol Silvera.
Y antes de comenzar a extenderme en el correlato del partido debó dejar expresa constancia que para mi Maicol Silvera no fue responsable de la goleada en mayor o menor medida que cualquiera de los 13 compañeros que jugaron y en clara menor que el planteo táctico sobre todo a partir del segundo gol nuestro.
Querer “ensuciar” al arquero rojo que había tenido un par de contenciones estupendas antes del empate y que en nuestro modesto entender sufrió evidentemente el perjuicio de la iluminación y de su inexperiencia sí, pero más que nada de un planteo defensivo que pedía a gritos después del 2 a 1 a favor que ingresara un jugador que lo respaldara en los centros que llovían sobre su área debiendo soportar estoicamente las cargas rivales, es claramente, para mi aclaró un desconocimiento y una excusa que no la llevó para nada.
Maicol Silvera se equivocó si, en un par de oportunidades y acertó también en otro par, pero que Darío Vera o Marcelo Camacho o Simón Mier no ingresaran cuando el partido lo pedía que Rocha nuevamente y ver post del partido anterior nos metiera 6 goles tirando centros ¡¡¡¡¡ de la derecha!!!!!!. Sin que pudiéramos resolver ese problema en ninguno de los cuatro partidos, que Martin Santos fuera “sacrificado” en una posición que no era la suya cuando pasamos 2 a 2 y a sus espaldas Jorge Brañas (que volvió a jugar solo) se hiciera un picnic, es responsabilidad del planteo, del entrenador y su cuerpo técnico y así como podemos decir que Bitavares ganó el partido cuando hizo ingresar a Jorge Brañas debemos decir que nosotros lo perdimos por mala administración de las variantes y de las alternativas del juego, lo otro echarle la culpa a algún jugador es… la especialidad de los olimareños: EXCUSAS DE UN PERDEDOR
Futbolísticamente, física e individualmente fue partido, tácticamente no, Rocha estaba 6 goles arriba.
Treinta y Tres arrancó con el mismo planteo de siempre, incluso hasta la misma figura, coherente con “su línea ideológica” defenderse con la pelota, Rocha nos sorprendía, Bitavares excluía a Brañas del equipo y nos plantaba tres puntas en ataque y armaba un 3/4/ 3, pero en defensa con un despliegue bárbaro en esos primeros minutos retrocedía a Yonito Velázquez y pasaba a 4/4/2 , era dinámico.
Con Luis Maguregui, de regreso, salían a presionarnos fuertemente y empezaban en ese inicio a hacerse sentir en las divididas, pero la presión era en nuestra salida incluso.
Un centro pasado encontró a Maicol Silvera saliendo fallidamente pero ya mostraba lo que sería en partido, centros sobre todo desde la derecha donde fluctuaba justamente Velázquez.
Enseguida otro desborde de Velázquez y su centro pasado era cabeceado desviado por Olivera, el del gol definitorio en el partido allá de primera fase.
Ustedes dirán y porque Mario Perdomo no contenía a Velázquez si jugando con línea de tres, él era el responsable de correr los 70 metros que tiene que cumplir “un carrilero” como función, simple porque González el lateral derecho también venia y entonces como en el 30 cuando el viejo y querido “jas” tenía que marcar el ala el “dos uno” era continuo, si él se paraba de 6 con Velázquez este la sacaba tras y González era quien metía el centro, error estructural rojo, debía haber cambiado a línea de 4 en defensa y entonces la “señal” para Perdomo hubiera sido mucho más clara que ese “hace lo que puedas”.
Les explique entonces porque no podíamos controlar el desequilibrio por derecha, ojo que eso sucedió en los tres partidos anteriores y sucedería en este, verán.
Treinta y Tres en la primera llegada, Perdomo por izquierda, centro y Yari Silvera entrando solo y sin marcas “saluda a la bandera” 1 a 0, sorpresa local, sorpresa nuestra.
José Denis tira desde afuera y sale apenas desviado, Treinta y Tres acicateado por el gol se hacía dueño del balón, Rocha se confundía.
Pero un foul sobre la derecha y el centro al medio del área, encuentra remiso a Maicol, calcula mal, lógico con la iluminación malísima del Sobrero, Lemos que si la tenia más clara no salía de los tres palos, pero tampoco nosotros podemos tirar muchos centros no? Y el “Gato” Larronda cabecea contra su propio marco y empata el partido, igual que al principio.
Pero Treinta y Tres ahora con un resultado que lo llevaba a los penales, seguía teniendo la pelota, los volantes celestes habían aflojado el despliegue y sobre todo en la simpleza de Denis, Yari y Perdomo “ópticamente” Treinta y Tres estaba en control.
Primer momento decisivo del partido, una bocha filtrada a las espaldas de los zagueros celestes, entra en velocidad Goldaracena y cae en el área, penal dijimos nosotros a 300 metros, con un iluminación malísima (arma principal de los rochenses digámoslo), “simuló” dijo el melense a 15 o 20 metros, cerca de la jugada, nada darle la derecha estaba ahí.
Pero esa simulación es la segunda amarilla de “Gatogol” que jugó su peor campeonato Nacional desde que es el cañonero rojo, expulsión y nos quedamos con uno menos y quedaban un tiempo y pico.
Pero eso claramente fue en ese lapso de tiempo hasta el final de la primera parte un acicate para los rojos, sin presión del resultado, con uno menos y con un rival que ya acusaba su incapacidad de construir ataques, Rocha tiene una jugada sola en ofensiva sin Brañas.
Un córner que se “cerró” de José Denis encontró a Lemos muy bien parado, conoce más la cancha eso es indudable.
Otro tiro libre de “Fifi” de borde interno obligo a Lemos otra buena atajada, pero siempre en la línea.
Y en el final de la primera parte, “toqueteo rojo, gran pase de Yari a Martin, sesión a Perdomo el disparo del volante es casado en la línea y el rebote lo toma el chiquitín 2 a 1.
Así termina la primera parte y el viejo zorro de Bitavares sacó de la “cajita” a Jorge Brañas, además de que metió a la cancha a “Bochón” Rodríguez, el que hasta su ida a probar suerte a África, era el goleador de la Copa, pero la incidencia de Brañas será definitoria.
Treinta y Tres siguió inmutable, “nosotros pensamos en nosotros y en nuestro juego” resonaba en mi cabeza.
Los primeros 10 fueron furiosos de los celestes, la cancha se cayó sobre el arco de Silvera, Brañas con todo “el Power” era inquieto e inenarrable para el medio juego Rojo, el pobre Jorge Alzueta, nuestro volante más combativo, corría de derecha a izquierda como un parabrisas pero el 10 celeste siempre jugaba a uno o dos toques.
Y Maicol Silvera hace una atajada fantástica después de un centro de Brañas.
Enseguida un córner, cabecea Bentancur, un rojo la desvía, se va a l gol del empate y un rochense la saca en la línea por meterla más.
La desesperación de la hinchada roja es total, “precisamos alguien que cabecee o que por lo menos los haga dudar en los centros así se cae el empate” dijeron al lado mío en obvia alusión al ingreso de Darío Vera.
Pero no reaccionó el banco olimareño y luego de un córner bien tirado por Brañas, los puños de Silvera y el rebote que toma el zaguero Bitancor, su disparo ingresa al arco rojo con varios delanteros celestes atropellando, una cosa nos dejamos meter en nuestra área porque no la podíamos sacar lejos.
Ante esto, la primera reacción, tardía además, del cuerpo técnico fue inculpar… al más chico, Mario Perdomo es excluido, error pero si ya la salida de Perdomo era errónea el ingreso de Martin Santos fue peor.
Santos es zaguero central a lo mas volante central, como carrilero y por izquierda es un “invento” y el invento salió mal, porque Jorge Brañas que apenas lo vió se tiro desde el centro a la derecha de Rocha a partir de ahí si Perdomo debía lidiar con dos, Santos tuvo que vérselas con tres y sin conocer la posición posición.
Un centro/ pase mas de Brañas desde la derecha y el goleador “Bochón” Rodríguez pone el tres a dos ya estaba, nos pasaron por arriba, nos ganaron de vivo o mejor de pesaos, nunca tuvimos alternativas ni emotivas, ni futbolísticas, se vio desde que ingresó Brañas.
Y el gol de Velázquez, el cuarto de Rocha, gran centro pase de Brañas desde la derecha, fue la excusa ideal para echarle por parte del cuerpo técnico y sus defensores a Silvera, porque Velázquez solo en el área chica entra a fusilar de cabeza a el arco rojo, era gol por todos lados, pero Velázquez le da mal, eso sin dudas sorprende a Silvera, que ya había decido quedarse en la línea porque sabía que no iba a tener ayuda en la salida, la pelota mal jugada sale suave, inofensiva, pero Silvera esperaba otra cosa, su reacción es débil y tardía, el balón se escurre entre sus manos, era el 4 a 2 .
El resto estuvo demás, pero muestra que un equipo como Rocha cuando tiene para matarte te mata y esa es la diferencia, su actitud, su ojo de tigre, su instinto asesino, eso se logra jugando cosas importantes, a nosotros nos faltó{o.
Jorge Brañas coronó su gran segundo tiempo con un golazo, con caño incluido y traslado de 50 metros, tardío quizás Silvera pero el tiro fue esquinado y sorpresivo y una definición cara a cara de Daniel Rodríguez el volante central celeste donde nada podía hacer Silvera, 6 a 2.
Y de nuestro relato que no está direccionado ustedes podrán ver que el error táctico es mucho más importante que el error o los errores individuales de Silvera.
Y la verdad que después el penal errado por Sebastián López es solo anécdota y todo, la definición de Yari cara a cara con Lemos que el arquero gana, ya estaban demás.
El griterío de los rochenses en nuestra cara, su exagerada felicidad, con nosotros 6 o 7 dando la cara mientras los “tira piedras” seguramente ni lo escucharon por la radio, todo comprensible, esa horrible sensación de humillación por la derrota abultada, las lacerantes frases sobre nuestra endeblez anímica… todo nos resbalaba menos esa sensación de que tuvimos a los mejores jugadores y tampoco pudimos ganar nada, mañana, pasado analizare la derrota y seguramente habrá una explicación, hoy hay dolor, decepción y el seguro convencimiento que lo perdimos todos, jugadores, dirigentes, TECNICOS e hinchas en menor o mayor medida, echarle la culpa a uno solo es de perdedores y hasta que no aprendamos eso seguiremos siendo: “La Venezuela del interior” y después de comerte 6… es una humillación deportiva importante.

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