lunes, 14 de octubre de 2013

Una guerra
Por Juan R. Silva
 Un partido de futbol donde los dos se jugaban mucho, que ganó justicieramente Yerbalense.
 Un encuentro interesante en lo táctico con dos propuestas que eran distintas pero que en determinado momento extrañaron a sus máximos intérpretes: Wilton Mieres en Yerbalense hoy es casi vital y creo que eso dimensiona mucho el triunfo albiverde, ganó sin Mieres un partido chivo ante un rival que a priori era un aspirante a pelear arriba.
Dos horrores en defensa de Lavalleja ante centros laterales de un desequilibrante Marcelo Correa en ofensiva, que aprovechó muy bien una vez y con mucha fortuna la otra Lesi Rodríguez, la daban a los albiverdes la ventaja parcial al terminar el primer tiempo, había empatado transitoriamente Gonzalo Rodríguez con un golazo de zurda desde afuera del área.
Yerbalense tenía más tranquilidad para ordenar su juego, por su propia forma y sobre todo porque la tranquilidad que le da el tener dos delanteros como Ruvira y Correa lo hacen esperar que cuanta pelota llegue sobre el área rival puede ser sensación de gol.

 Lo llamativo de Lavalleja es como si estuviera jugando Rocki Perrugoria, que ha jugado un partido solo en el campeonato creó, siempre, los pelotazos, las aceleraciones de los volantes sin freno casi y la intención casi obsesiva de filtrar el balón entre líneas, hacen que el militar parezca apurado siempre.
Pero había “algo” en el ambiente que  hacia pronosticar lo que vendría…una batalla en el segundo tiempo .
De Los Santos, aprovechando un quedo, muy similar a los dos goles de Yerbalense en el primer tiempo, de la defensa del Yerbal, ponía el empate y a partir de allí, Lavalleja empezó a cortar con infracciones cada vez más duras a los delanteros albiverdes, algunas directamente al borde o pasadas, de la expulsión.
 Contaba el militar con un arbitraje permisivo, quizás demás de Medeiros.
 Pero una contra muy bien armada de Marcelo Correa, jugador desequilibrante en ese lapso por derecha, atrae como un encantador, con sus pisadas y regates a 4 defensas de Lavalleja y pasado, acompañado por Ruvira llegó solo José Dávila y convirtió.
Golpe en el mentón para Lavalleja pero creo que de ahí en adelante el partido se desborda mal, Yerbalense empieza hacer tiempo a intentar defenderse con la pelota y varios de sus jugadores ingresan en esa línea de provocación a la que son verdaderamente afectos.
Y eso ante Lavalleja es “toriar” a un perro malo, te va a morder, los golpes que vimos dar, principalmente a Ruvira, para mi uno de los jugadores albi verdes más respetuosos del rival, fueron terribles, el rodillazo que se “come” el botija Techera, 14 años, en un entrevero, en pleno rostro, fue  a mi modo de ver “criminal” lo digo sin exagerar, pudo ser muy serio, pero insisto eso que Medeiros permitió, se dio a partir de que varios jugadores de Lavalleja, Taño y  Noble  los más molestos , entendieron que el rival los cargaba, después cada uno juzgara si está bien o está mal, yo insisto con un código de barrio…si busco después tengo que aguantar, no “llorar” pidiendo expulsiones.

 Y menos mal que el jefe del cuartel y el técnico Leandro Denis, más algún dirigente de Yerbalense, el señor Waldemar Correa precisamente, lograron frenar lo que parecía eminente y por suerte pese a los ¡¡ 9 minutos de adición!! que Medeiros dio el partido terminó con un justo triunfo albiverde y un equipo militar, totalmente fuera del partido, enfurecido.
Yerbalense quedo puntero del Clausura y a dos puntos en la Anual, ganó un partido importante sin Wilton Mieres, pareciera perder a cada partido la línea de juego pero el peso de alguna  individualidad siempre lo recompone, este vez apareció Lesi Rodríguez que hizo dos goles y un Chelo Correa que si jugara a este nivel y no se metiera en peleas donde él que juega bien, lleva siempre las de perder, es de los mejores jugadores del medio indiscutiblemente , pero también a cada partido tiene una ausencia distinta, le echaron en el lio a Fernando Correa y eso lo hace agrandar el margen de error continuamente.
Lavalleja frenó su arremetida, obligado a asumir juego y protagonismo solo termina dependiendo de Gonzalo Rodríguez, que se “muere” físicamente con el correr del partido eso es claro pero además  vive pensando el resto del militar  que tiene a “el hombre bala” de delantero y queda demasiado expuesto cuando no puede contragolpear, se exasperó demasiado con el arbitraje y el juego rival y estuvo a un tris de hipotecar todo el año…lo salvó el “permisivo” arbitraje de Medeiros.

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