martes, 8 de octubre de 2013

Tercera fecha

¿Se Ilusiona?
Huracán 2 (Facundo Larronda y Simón Mier)
Vaca Azul 0.
 Por Juan R. Silva

Huracán tenía que ganar…ganó, tenía que quedar primero en el Clausura y la Anual  y ponerle presión a San Lorenzo que juega el miércoles…lo hizo…tenia que mejorar futbolísticamente…solo lo logró cuando la parte física le paso una factura incobrable al duro Vaca Azul Olimar.
Y creo que de esta lectura, mas allá de los tres puntos lo único valedero en este campeonato tan parejo de la Liga de Futbol de Treinta y Tres, de esa visión final, con una Vaca desfalleciente, es la imagen ilusoria que la hinchada del equipo albo (que no está nada conforme con el nivel mostrado por los dirigidos por Dardo Pereira)…se queda.

Porque Huracán ya trascurrido el primer campeonato, que perdió por un punto, no tiene excusas y el paladar negro futbolístico de su grey empieza a exigir no solo los tres puntos y ganarle por un tema físico a Vaca Azul Olimar, Huracán su historia, su idiosincrasia, su INVERSIÓN…empieza a pedir ganar y gustar.
 Y por lo menos mientras Vaca Azul, todo el primer tiempo, tuvo la actitud y la respuesta física, ninguna de las dos premisas antedichas apareció.
Porque si bien llegaba Huracán… lo hacía con una excesiva dependencia de lo que pudiera realizar Simón Mier y su contacto, tan esporádico como previsible con Facundo Larronda, quien pese a su físico esmirriado se las arregla para ser el único delantero de este equipo.
 Pero mientras , solo sobre el final del primer tiempo cuando ya la zona derecha de Vaca Azul daba muestras evidentes de ahogo, Huracán nunca tuvo posesión clara de la pelota ni control del partido es más me animo a decir que Vaca Azul Olimar , un equipo absolutamente básico en su propuesta, pelotazo frontal, casi siempre aéreo, para que Fabián Olivera (ganó todo el primer tiempo) “peinara” y habilitara a los dos puntas Otero y Julio Rodríguez, sobre todo Rodríguez , apelando a que se equivocara la zaga alba.

 Y debo decir que se equivocó varias veces ante ese simple expediente la última línea de Huracán, que sigue buscando  una forma, esta vez con Fernando Gómez, lo más seguro del anterior partido en la posición de ultimo, como lateral derecho.
 Con  algo tan simple, Vaca Azul tuvo su oportunidad, el travesaño salvó al globito, zapatazo de “Barakus” cruzado, pero llegó varias veces el fusionado en ese primer tiempo, obligando a Vicentino a intervenir varias veces, con facilidad pero demasiadas para la diferencia individual de los dos equipos.
El segundo tiempo fue un monólogo albo, facilitado… insisto y recalco, la explicación del resultado, por el bajón físico de los de Gerardo Gonzalez
El gol de Facundo Larronda, encontrando en un anticipo ofensivo un centro enviado por Juan Francisco Puñales desde la izquierda donde ya no podía marcar Vaca Azul Olimar, en la primera vez que el globito entendió que la cancha tiene 70 metros de ancho y no 40 como pareció creer hasta ahí, con eso queremos decir que siempre fue por el medio… hasta esa invasión de Puñales, haaaaaa la apertura fue de Simón Mier, el dueño del partido de ahí en más, ganándole continuamente la espalda a Ducatelli.
Porque fue llamativo también el planteo de Gerardo Gonzales, que sacó a Rubén Vázquez de la zona donde mayor influencia tiene, el 5, y donde es evidente también Ducatelli es mucho mas afecto a ir que a marcar, en los dos partidos le ha pasado eso a la Vaca, en el anterior Meneses lo perdió a Wilton Mieres, ahora Ducatelli lo perdió a Simón.
 Y Simón con espacio y 30 segundos para pensar, en nuestro futbol es letal, en torno a él, a la “Simón dependencia”, cosa que ya nos había dicho un integrante del cuerpo técnico cuando nos dijo que Huracán hay un solo referente, se dieron esos 25 minutos de “jogo bonito” de Huracán, donde como me decía un mensaje en la radio, “Huracán parecía Huracán”…seguro…con un contexto de un equipo rival “sin nafta” ni física, ni anímica…ni futbolística.
Fue el festival del gol errado, por egoísmos individuales, quebrado solo por un golazo de ….Simón, agarrado de aire un despeje de el arquero Arredondo, de buen partido, a la salida del área, sin dejarla picar, matando del efecto con el cálculo justo del empeine y pegándole seco, sin elevar el balón, se leía de la cabina de trasmisión “Panther”, la marca de la pelota con que se juega en nuestro futbol, de tan bien que le pegó Simón y el balón entró y quedo clavado contra el soporte de la red a la espalda de Arredondo y la defensa auriazul.
2 a 0, estaba bien, sin ser nada de otro…futbol, Huracán, por lo hecho en esa segunda parte merecía el triunfo, ilusionaba a su grey a través del juego de Simón, solito y solo heee algo que no va a ser común desde ahora en adelante.
Pero luego cuando uno “cae” en la lectura fría del partido Huracán sigue sin tener otra alternativa de juego que no sea esa Simón Dependencia y la transición defensa ataque por los laterales, filtrando la pelota, la vieja y nunca tan bien ponderada “come cola”, sigue sin saber bien a que jugar,  sigue sin ser “Huracán” y eso… ese estigma, que se ha “comido” a varios de 8 años a esta parte…”aletea”, sobrevuela…el futbol del pueblito que se quedo a dormir al lado del rio.

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