Melo 1 (Ferreira) Treinta y Tres 1 (Rodrigo Ávila)Notoria mejoría
Por Juan R. Silva
“La Rojita” tuvo ayer en el Antonio Ubilla y ante el favorito de la serie una notoria mejoría sobre todo en el segundo tiempo cuando la practicidad y casi el instinto de supervivencia de sus jugadores le llevo a tener casi al borde de la derrota a su “poderoso” rival.
Un partido que los arachanes empezaron ganando casi del vestuario porque en el inicio nomas el grandote Ferreira los ponía en ventaja y les daba la tranquilidad que necesita cualquier equipo que es local para mantener el control del partido,.
Pero esa misma tranquilidad le fue jugando en contra a los blanquicelestes en ofensiva, sobre todo por la conexión del hábil Fonseca el número 10 con un movedizo chiquito Montero que jugaba con la 9 y terminando sus invasiones para el grandote Ferreira.
Después algún desacople defensivo sobre la derecha era lo sorprendente de Cerro Largo que en esa primera parte no sufría peligro alguno por un Treinta y Tres que con el correr de los minutos fue encontrando su lugar en el partido y fue encontrando una usina interesante de desbordes en el varelense Alonso.
El sistema de Cerro Largo muy parecido al de la selección mayor de Treinta y Tres con un punta central solo tenía el mismo defecto que nuestra mayor, los volantes no tenían el desdoble necesario y así la defensa roja donde aparecía el charqueadense Sánchez en posición de stopper, a corazón empezaba a ganar los anticipos y exigía que la pelota saliera disputada donde ganaba una y otra vez Fernández ahora de ultimo.
Pero creo que el secreto de que en ese primer tiempo no se extendiera la ventaja y los rojos tomaran con el correr del partido confianza., estuvo en los dos contenciones rojos, Oxley muy superado en su nivel de juego, con agresividad y traslado y la rueda de auxilio, que ahora si en su posición de juego “Vincha" Ávila le daba al volante de San Lorenzo.
Melo se dio cuenta que Treinta y Tres quería salir jugando del fondo y presionaba en ese primer tiempo pero era tanta la movilidad y el achique que proponía que cuando recuperaba el balón que quería seguir al mismo ritmo y caía en imprecisiones reiteradas.
Si a eso le agregamos que tiraban y mal desde afuera, la confianza arachan fue minándose poco a poco y la autoestima roja que comenzó para la goleada y ahora estaba en medio de un partido cerrado crecía.
Un primer tiempo anodino entonces con el Cerro muy impreciso y un Treinta y Tres que estuvo mal al principio pero al que el rival al no matarlo le empezó a dar mucha confianza.
Y en el segundo tiempo esa confianza, el empuje de Marito Alfaro se sumo a los dos contención, mientras que Alonso seguía superando con facilidad a su marca, Alonso es mucho más cuando va que cuando viene, cuando va tiene cambio de ritmo y eso le dolió mucho a Cerro Largo al extremo que le cambiaron el marcador después del empate.
Empate que marca un punto de inflexión en el partido, porque Kevin Flores, citado de ultima, excedido de peso claramente, todo el año jugando de zaguero, tiene lo que se necesita para habilitar a Alonso y a Velardes dos puntas veloces y agresivos, el fundamento técnico de “poner la bocha adelante del que corre” y una visión periférica muy agudizada, ojo acá encontró pese a su exceso de peso, el armador Treinta y Tres , el jugador que hace la pausa y habilita a los que viene lanzados, fue en mi entender la figura que cambio todo Kevin Flores, porque el “famoso latiguillo” de tener la pelota que expone el cuerpo técnico rojo encontró un jugador que por físico y técnica justamente la tiene y que andaba clarito.
Flores pivotea por el medio, aguanta la marca que no enco
ntraba como “entrarle”, descarga con Alonzo lanzado y el centro de este lo toma como viene el “Vincha” y su disparo de afuera vence al buen arquero Gutiérrez.
Y Melo “sintió” el resultado, sin entender cómo ni porque, se dejo ganar por la ansiedad y le dio espacio a los ataques rojos.
Fonseca/ Montero empezaron a acarrear el balón y creyeron que solo con la gambeta podrían superar a la defensa roja y allí creció la figura del empeñoso Agriela que se desdobló junto a Sánchez y los cierres se repitieron sin mucha claridad pero dejando el alma, quizás y sin quizás el máximo exponente de este equipo.
Que si tenía técnica cuando Luca Fernández lograba encontrar a Kevin Flores y el “posteo” de este dejaba a Velardes en carrera o a Alonso y los dos de contención, Oxley y Ávila que llegaban lanzados, jugando de contra, donde yo insisto es como mejor plantea los partidos pese a su discurso “Bielsista” este cuerpo técnico rojo.
Ataque de Velardes, asistido por Flores, ataja Gutiérrez, ataque de Alfaro, asistido por Flores, casi gol de Velardes que se enrieda con la pelota, desenganche del Maxi Oxley y un zaguero Melense que llega milagrosamente al cierre.
Treinta y Tres estaba para el segundo y lo merecía.
La mejor jugada roja, tremendo pase largo de Mario Alfaro para Velardes, el “diablo” le tira una cachetada de derecha y el arquero Gutiérrez ataja con el pie.
Durante todo esto Melo “groggy” solo atinaba a ir sin claridad alguna y a exponerse con una pareja de back que mostraban ser malos realmente.
Solo en ese lapso el moreno Méndez tuvo rebeldía para pelear el partido, con algún tiro de media distancia, Treinta y Tres ganaba todo, se agazapaba y metía contras con peligro de gol.
Hasta que el cansancio, el desgaste le impacto a los rojos, Maxi Oxley elongando, Velardes igual, Alfaro Lesionado, Kevin Flores en el límite del esfuerzo, los últimos minutos nos encontraron sin reservas físicas, pero en ese lapso igresa Matías Olalde y el rubio mostró que es de otro nivel.
Y a partir de él en esos 10 minutos finales, Treinta y Tres siguió manifestando la superioridad ahora con un jugador con un manejo y una dinámica que desequilibra para la categoría.
Asiste Matías a Alonzo y el centro de este hace que nuevamente el “Diablo” abanique muy cerca del arco rival, la pregunta es ¿y si Matías entraba antes para juntarse con Flores?
Treinta y Tres mejoró ostensiblemente, por eso el aplauso de la gente que lo siguió a Melo, estaba mal en el primer tiempo y mereció ganar el segundo y el partido, tuvo mejorías notorias en el aspecto individual y los cambios le dieron una bocanada de aire fresco muy fuerte.
Por último algo que me quedo en la cabeza ayer, algún jugador
de la selección juvenil, típico en los gurises, que te grita desde el grupo, capaz que era mejor que me encararas y me lo pidieras cara a cara amigo, que “les den para adelante”, esto es muy simple, gananselo, ya están grandes, ya tiene edad para hacerse cargo de un montón de cosas, si se lo ganan dando todo, yendo a todas las practicas como alguno de sus compañeros que me consta se rompen el alma para no perder, “la dada para adelante esta” si se ponen de bobos, a buscar excusas en los periodistas o en “la contra” como los grandes, no solo no les voy a dar para adelante, sino que ni la hora y ustedes vean quien pierde mas.
Lo de la otra selección y clarito, miren que después todo el año estoy solo yo, los que cantan loas hoy, mañana en la cuarta ni van .
Por Juan R. Silva
“La Rojita” tuvo ayer en el Antonio Ubilla y ante el favorito de la serie una notoria mejoría sobre todo en el segundo tiempo cuando la practicidad y casi el instinto de supervivencia de sus jugadores le llevo a tener casi al borde de la derrota a su “poderoso” rival.
Un partido que los arachanes empezaron ganando casi del vestuario porque en el inicio nomas el grandote Ferreira los ponía en ventaja y les daba la tranquilidad que necesita cualquier equipo que es local para mantener el control del partido,.
Pero esa misma tranquilidad le fue jugando en contra a los blanquicelestes en ofensiva, sobre todo por la conexión del hábil Fonseca el número 10 con un movedizo chiquito Montero que jugaba con la 9 y terminando sus invasiones para el grandote Ferreira.
Después algún desacople defensivo sobre la derecha era lo sorprendente de Cerro Largo que en esa primera parte no sufría peligro alguno por un Treinta y Tres que con el correr de los minutos fue encontrando su lugar en el partido y fue encontrando una usina interesante de desbordes en el varelense Alonso.
El sistema de Cerro Largo muy parecido al de la selección mayor de Treinta y Tres con un punta central solo tenía el mismo defecto que nuestra mayor, los volantes no tenían el desdoble necesario y así la defensa roja donde aparecía el charqueadense Sánchez en posición de stopper, a corazón empezaba a ganar los anticipos y exigía que la pelota saliera disputada donde ganaba una y otra vez Fernández ahora de ultimo.
Pero creo que el secreto de que en ese primer tiempo no se extendiera la ventaja y los rojos tomaran con el correr del partido confianza., estuvo en los dos contenciones rojos, Oxley muy superado en su nivel de juego, con agresividad y traslado y la rueda de auxilio, que ahora si en su posición de juego “Vincha" Ávila le daba al volante de San Lorenzo.
Melo se dio cuenta que Treinta y Tres quería salir jugando del fondo y presionaba en ese primer tiempo pero era tanta la movilidad y el achique que proponía que cuando recuperaba el balón que quería seguir al mismo ritmo y caía en imprecisiones reiteradas.
Si a eso le agregamos que tiraban y mal desde afuera, la confianza arachan fue minándose poco a poco y la autoestima roja que comenzó para la goleada y ahora estaba en medio de un partido cerrado crecía.
Un primer tiempo anodino entonces con el Cerro muy impreciso y un Treinta y Tres que estuvo mal al principio pero al que el rival al no matarlo le empezó a dar mucha confianza.
Y en el segundo tiempo esa confianza, el empuje de Marito Alfaro se sumo a los dos contención, mientras que Alonso seguía superando con facilidad a su marca, Alonso es mucho más cuando va que cuando viene, cuando va tiene cambio de ritmo y eso le dolió mucho a Cerro Largo al extremo que le cambiaron el marcador después del empate.
Empate que marca un punto de inflexión en el partido, porque Kevin Flores, citado de ultima, excedido de peso claramente, todo el año jugando de zaguero, tiene lo que se necesita para habilitar a Alonso y a Velardes dos puntas veloces y agresivos, el fundamento técnico de “poner la bocha adelante del que corre” y una visión periférica muy agudizada, ojo acá encontró pese a su exceso de peso, el armador Treinta y Tres , el jugador que hace la pausa y habilita a los que viene lanzados, fue en mi entender la figura que cambio todo Kevin Flores, porque el “famoso latiguillo” de tener la pelota que expone el cuerpo técnico rojo encontró un jugador que por físico y técnica justamente la tiene y que andaba clarito.
Flores pivotea por el medio, aguanta la marca que no enco
ntraba como “entrarle”, descarga con Alonzo lanzado y el centro de este lo toma como viene el “Vincha” y su disparo de afuera vence al buen arquero Gutiérrez.Y Melo “sintió” el resultado, sin entender cómo ni porque, se dejo ganar por la ansiedad y le dio espacio a los ataques rojos.
Fonseca/ Montero empezaron a acarrear el balón y creyeron que solo con la gambeta podrían superar a la defensa roja y allí creció la figura del empeñoso Agriela que se desdobló junto a Sánchez y los cierres se repitieron sin mucha claridad pero dejando el alma, quizás y sin quizás el máximo exponente de este equipo.
Que si tenía técnica cuando Luca Fernández lograba encontrar a Kevin Flores y el “posteo” de este dejaba a Velardes en carrera o a Alonso y los dos de contención, Oxley y Ávila que llegaban lanzados, jugando de contra, donde yo insisto es como mejor plantea los partidos pese a su discurso “Bielsista” este cuerpo técnico rojo.
Ataque de Velardes, asistido por Flores, ataja Gutiérrez, ataque de Alfaro, asistido por Flores, casi gol de Velardes que se enrieda con la pelota, desenganche del Maxi Oxley y un zaguero Melense que llega milagrosamente al cierre.
Treinta y Tres estaba para el segundo y lo merecía.
La mejor jugada roja, tremendo pase largo de Mario Alfaro para Velardes, el “diablo” le tira una cachetada de derecha y el arquero Gutiérrez ataja con el pie.
Durante todo esto Melo “groggy” solo atinaba a ir sin claridad alguna y a exponerse con una pareja de back que mostraban ser malos realmente.
Solo en ese lapso el moreno Méndez tuvo rebeldía para pelear el partido, con algún tiro de media distancia, Treinta y Tres ganaba todo, se agazapaba y metía contras con peligro de gol.
Hasta que el cansancio, el desgaste le impacto a los rojos, Maxi Oxley elongando, Velardes igual, Alfaro Lesionado, Kevin Flores en el límite del esfuerzo, los últimos minutos nos encontraron sin reservas físicas, pero en ese lapso igresa Matías Olalde y el rubio mostró que es de otro nivel.
Y a partir de él en esos 10 minutos finales, Treinta y Tres siguió manifestando la superioridad ahora con un jugador con un manejo y una dinámica que desequilibra para la categoría.
Asiste Matías a Alonzo y el centro de este hace que nuevamente el “Diablo” abanique muy cerca del arco rival, la pregunta es ¿y si Matías entraba antes para juntarse con Flores?
Treinta y Tres mejoró ostensiblemente, por eso el aplauso de la gente que lo siguió a Melo, estaba mal en el primer tiempo y mereció ganar el segundo y el partido, tuvo mejorías notorias en el aspecto individual y los cambios le dieron una bocanada de aire fresco muy fuerte.
Por último algo que me quedo en la cabeza ayer, algún jugador
de la selección juvenil, típico en los gurises, que te grita desde el grupo, capaz que era mejor que me encararas y me lo pidieras cara a cara amigo, que “les den para adelante”, esto es muy simple, gananselo, ya están grandes, ya tiene edad para hacerse cargo de un montón de cosas, si se lo ganan dando todo, yendo a todas las practicas como alguno de sus compañeros que me consta se rompen el alma para no perder, “la dada para adelante esta” si se ponen de bobos, a buscar excusas en los periodistas o en “la contra” como los grandes, no solo no les voy a dar para adelante, sino que ni la hora y ustedes vean quien pierde mas.Lo de la otra selección y clarito, miren que después todo el año estoy solo yo, los que cantan loas hoy, mañana en la cuarta ni van .
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