lunes, 24 de junio de 2013

No se lastimaron

 Por Juan R. Silva


 Un empate que le dejó un mejor sabor de boca a Peñarol, porque sobre todo en los minutos finales, tuvo algunas oportunidades claras, propiciadas por las expulsiones, dos, en el equipo azulgrana.
 Un partido que comenzó con alguna oportunidad ,de Matías Abella más precisamente y un cabezazo de Eduardo Álvarez en el travesaño, del santo, que fue conjugada por Gabriel Roja y después se fue trasformando en un partido de media cancha, donde San Lorenzo tenía el control del balón pero sin profundidad y donde Peñarol primero se hacía fuerte en la sumatoria de jugadores en el medio juego y luego trataba de salir a través del movedizo y hábil Gallegos, hermano del jugador de Peñarol de Montevideo,  cosa que se cumplía y apenas la soledad del peligroso Víctor Pellejero parecía ser el debe de los dirigidos por Arada.
 Entonces entre un San Lorenzo que jugaba para los costados y no profundizaba y un Peñarol que intencionadamente se paraba muy atrás y no lograba cubrir rápidamente el medio, salió un partido anodino sin grandes oportunidades ni vaivenes.
Los dos tenían en el balón lo más que podían, se defendían con él y no forzaban ni tomaban riesgos.
Los llamativo en este partido donde los equipos nos e hacían sangre, como se dice en el barrio y donde no había grandes intervenciones, en un ritmo abúlico, la nota la daba la sucesión de tarjetas amarillas de un arbitraje que no reconocía “el clima del partido”.
 Un segundo tiempo igual al primero, con un Peñarol que a través, sobre todo del ingreso de Nicolás Gutiérrez empieza a adelantarse y a tener más tenencia que su rival, cosa que le molesta y mucho a San Lorenzo, de hecho el mal humor de los jugadores santos, molestos con un arbitraje tan “sensible”, con Peñarol manejándole la pelota, su identidad y con la inoperancia ofensiva, comienza a sufrir, relativamente el partido.
 Y a causa de la acumulación de amarillas, llegan las dos expulsiones de Giménez y Álvarez en San Lorenzo y Peñarol tiene dos o tres tiros libres muy peligrosos que entre Gutiérrez y Sebastián Carrasco no pueden finiquitar, más un par de desbordes de Gallegos que incluso uno es sacado en la raya por los azulgranas que debieron darle el partido de acuerdo a lo poquitísimo que vimos en una soleada tarde en el estadio.
Pero San  Lorenzo pese a sus dificultades esta segundo en el campeonato, tiene la valla invicta, ya se sacó dos difíciles como Peñarol y Yerbalense de arriba, lo cual no es un detalle menor, lo cual no oculta tampoco que San Lorenzo no está jugando bien y que le cuesta horrores hacer un gol.

 Peñarol se fue mascullando la bronca de haber podido obtener un mejor resultado pero conforme, está haciendo un buen campeonato, es un equipo difícil para cualquiera yd e venir ese par de refuerzos que suenan fuerte, será un equipo con una aspiración mayor aun a la que tiene hoy.

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