miércoles, 3 de octubre de 2012


El Santo en la punta del Clausura

Por Juan R. Silva
A ver jajajaja, San Lorenzo es el equipo que tiene más volumen de juego del futbol olimareño, si entendemos por volumen de juego a la tenencia “intencionada” de la pelota.

 Esta marca indeleble del juego santo que ha hecho carne en su plantel ahora  y en toda esta última década del futbol olimareño. le permitió ganar el domingo un partido muy importante con vistas a adjudicarse el campeonato Clausura de la Liga de futbol de Treinta y Tres.

Porque los dirigidos por José Villareal, que ciertamente es un técnico pragmático, si bien no se regala en el medio juego, sigue manteniendo la base ideológica de ese respeto por acciones de juego largas con desplazamientos horizontales del balón para que la verticalidad aparezca con un cambio de ritmo de los delanteros, con “ese jugador”, habitualmente Manuel Graví que dueño de una precisión quirúrgica y una visión periférica agudizada, para que sea el responsable de “la ultima” habilitación, a eso juega San Lorenzo, tan simple , tan difícil.

Ante esto Lavalleja salió a mil por hora, como manda la historia, porque además se conocen estos dos cuadros han jugado como 6 amistoso en el último mes, a mil, “enganchados de un ojo” dicen en mi barrio, con una dinámica fogoneada por Wilfredo Aquino, Hilton Denis y Gabriel Noble, con la ida por los laterales de Praiz y sobre todo de Marcos Díaz, esos primeros 10 minutos fueron fuertes para San Lorenzo, pero no claudicó , sabía que si soportaba ese envión lo ganaba, “hay que conocer las fortalezas propias y las del enemigo, hay que valorar las virtudes propias y las del enemigo” dice el  mandamiento número 1 del técnico de futbol.

Juega bien al futbol aquel equipo que impone sus condiciones en el escenario de juego.

Por eso  ante la precisión y el acertado manejo  de la pelota no hay forma de ganar el partido, se juega con ella,  y más cuando en una llegada Rodrigo “Toto” Segovia saca la ventaja y convierte.

Porque Lavalleja todavía no tiene el juego ni su lectura como para generar espacios en el rival, puede si aprovechar errores por actitud, por perseverancia, casi que por insistencia, pero le falta imaginación para forzar esos yerros y  Villareal había clausurado con su pragmático planteó defensivo los posibles caminos del rival.

Pudo hacer algún gol más en el primer tiempo San Lorenzo con un Manuel Graví inspiradísimo, pero creo que se conformo con basarse en cerrarle los caminos al rival, lo tenía controlado y era tarea de Lavalleja cambiar eso.

No pudo en el segundo tiempo el militar cambiar, ni forzar, salvó con el ingreso del intenso Andrés Saulle, presionar a la última zona de San Lorenzo con otro argumento que no fuera algún tiro desde media distancia, que esta vez encontró muy atento a Alvez en el arco azulgrana.

 Los últimos minutos del partido , insisto,  enancado el trico militar en la potencia y agresividad futbolística de Saulle y en el posible cabezazo de Larronda  fue a buscar el empate pero nunca tuvo claridad ni precisión y entonces en una contra santa Hugo “Galletita” Alzueta pudo poner el 2 a 0 , negado por el horizontal.

Final con la punta para el santo pero una lectura rápida y grosera de la situación nos muestra que no es casual que pese a “la auto incisión” de parte del plantel titular del año pasado, de que  se hayan reforzado los de Villareal con jugadores de Vaca Azul y Municipal para este campeonato casi sin problemas, lo cierto es que San Lorenzo cuenta con una base de jugadores que saben a qué juegan y que repiten automáticamente los mismo hace varios años y esa es su gran ventaja, señores como decía aquel humorista en tiempos pasados “La Base está” y esa base es una ventaja importante en nuestro carenciado futbol.

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