Es difícil explicar el triunfo de Alianza, porque si bien lo mereció durante 30 de los 40 minutos de juego donde hizo “su juego” con un determinación y una convicción, que son su marca registrada aparte, en los últimos 210 minutos la aparición del ya casi “mítico” “Poroto” Elosegui, realizando algunas contenciones milagroso casi, exponiendo el físico y su propia humanidad en mano a mano o en estiradas espectaculares fueron realmente un sufrimiento para la parcialidad albiverde y creo yo gran parte de la explicación del resultado de 7 a 5 para Alianza ante este muy buen equipo de Solís, con un par de jugadores de muy buen nivel como el armador Carro o el pívot Pastorino, para mi el mejor equipo que ví de los que vinieron este sábado o el de mejor actuación mejor dicho.
Alianza es sumamente básico en su planteo defiende fuerte y agresivo, tiene a su arquero como principal estratega a la hora de “manejar” el partido y sobre todo en las asistencias desde el arco es el que mejor lanza a los de arriba y después genera jugadas en base a la habilidad intermitente de Pablo Sosa o a la claridad de Jairo Ferreira, después “va y deja todo” es decir tácticamente gana cuanto rebote y trancazo pase cerca de un hombre albiverde.
En ese formato Andrés Saulle es prácticamente insuperable, reacciona antes que la mayoría de los jugadores que he visto en mi vida, la orden desde su cerebro llega un par de centésimas de segundo antes y como esta en excelente forma física siempre anticipa, pero además todos, todos los jugadores de Alianza saben que deben ir a buscar el rebote y por eso un jugador como Cortiglia que uno parece no verlo nunca en el partido termina siendo vital, tiene Cortiglia lo que tiene Alianza, determinación.
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