jueves, 3 de febrero de 2011

Nacional Sub 18

2- 2-11, Treinta y Tres 3-2 Melo (Sergio Velarde 64 pen, 81, Santiago Alonso 78, Esteban Alonso 49 pen, Mateus Herrera 61)
El regalo
Por Juan R. Silva
Habitualmente, con absoluta sinceridad, uno espera que estos regalos se den en equipos de los sectores 2, es mas alguna vez lo hemos cometido nosotros mismos, dada la precariedad de nuestra competencia interna, pero fue absolutamente inesperado de un equipo de Cerro Largo capital, con varios campeonatos nacionales de juveniles, un campeonato de inferiores competitivo realmente y con un equipo en el futbol profesional como máximo emblema de su nivel futbolístico, decía inesperado que se “regalara” como ayer se regaló Melo, mas allá de el esfuerzo encomiable, destacable y muy valorable de el local.
Porque estar ganando 2 / 0 un partido , tranqui, sin problemas mayores y perder dos jugadores por expulsión, de la forma de las expulsiones y que el rival te de vuelta el partido y te domine al extremo de que la tribuna te pasee y “ole ole” repetido durante 5 minutos es francamente “de cuarta” como dicen los chicos hoy, Melo después de esto deberá replantearse muchas cosas , pero es evidente que para el futbol olimareño ellos deben seguir en la misma, porque hoy en juveniles y mayores son claramente inferiores a nosotros y esto desprovisto totalmente de soberbia y avalado por los últimos resultados.
Más allá de este detalle, importante y fundamental en el desarrollo del partido, tampoco es para creerse que Treinta y Tres jugó el partido y lo dio vuelta espectacularmente y con gran futbol, no, simplemente se aprovecho de los errores rivales que lo dejaron en clara inferioridad numérica y a partir de ahí, con espacios si hizo valer su juego de posiciones largas y con dos goles del “Diablo” Sergio Velardes y un golazo del varelense Alonso ganó{o tres puntos que para mi casi lo ponen ya en tercera fase.
Treinta y Tres y Melo jugaron un totalmente olvidable primer tiempo, sin casi llegadas, los dos con muy poca precisión, más preocupado Treinta y Tres en articular una salida prolija desde el fondo pero atados sus jugadores en la concepción técnica y carentes de precisión, terminando en las gambetas excesivas de Olalde y Oxley sus volantes centrales.
Melo nada ni siquiera ataque solo amontonar gente por detrás del balón, alguna gambeta del morenito Rubí López y nada más.
Nada de nada ese primer tiempo, pero el segundo marco desde el inicio que Melo se había dado cuenta de que los rojos eran poco en creatividad y se vinieron.
Un corte ingenuo del lateral Lagomarcino, “pone” al delantero arachan y el penal es convertido por el 6Esteban Fonseca, de buenas condiciones técnicas pero proclive continuamente a la provocación y al roce físico.
Y atención eso sería sintomático si el jugador encargado de una pena máxima como es el penal es un muchacho tan descontrolado como Fonseca es evidente que Melo estaba como se dice comúnmente “regalau”, pero igual Treinta y Tres adelantó las líneas y Maxi Oxley junto a los ingresados Rodrigo Ávila y Alonso empezaron a empujar a los rojos.
El segundo gol de Melo un golazo por la concepción de la jugada fue cadi que lapidario, pelotazo largo peinada del poste y el moreno Herrera define de manual, borde interno y contra el palo, pero Herrera festeja de cara a la tribuna local, bailando en clara muestra de provocación, les repito esos chicos melenses estaban mal, desestabilizados emocionalmente.
El penal de el zaguero melense fue muy parecido al de Mauro, corte en el área cuando hay que acompañar y Velardes pone el 2 / 1.
Y el estado emocional de los melenses estalla en su propia cara, atención si los chicos erran así es porque los grandes hacen algo mal, el delegado melense, estaba “pasado de rosca” también y la expulsión de Fonseca por reaccionar ante Matías Olalde es justa y clara, pero su golpe de atrás, a lo ordinario, es totalmente inentendible y mas su actitud provocando y agitando a la tribuna local, generando una violencia que no existía hasta ahí.
Y el pánico ganó a los melenses cuando Bruno Souza también ve la roja, ya sabían desde ahí que están perdidos y eso para mí es lo sorprendente, se entregaron casi sin luchar, como necesitando esas dos expulsiones para justificar una derrota que les repito ahí era difícil de imaginar.
A partir de eso el “Vincha” Rodrigo Ávila fue un emboló que empujo a los rojos y un golazo de Alonso, zurdazo de sobre pique que empalma el volante por izquierda y una habilitación barbará de Olalde a Velardes que define gambeteando al arquero dio vuelta el resultado y le dio tres puntos importantísimos a los rojos del Olimar, que festejaron efusivamente el triunfo.
Un equipo que toma riesgos en la salida eso es claro, que quiere jugar bien con apoyos y juego lateral, con delanteros picantes histriónicos, pero que le ha tocado remar esta serie.
Con un destaque importante, Treinta y Tres hasta el último momento se ha preocupado por la disciplina dentro del campo de juego, no ha sufrido expulsiones por ahora y no se ha desbordado emocionalmente algo que ya con vistas a los antecedentes de su técnico es un triunfo sobre sí mismo, esperamos de corazón lo decimos sobre todo por los chicos a los que queremos entrañablemente, a la mayoría que sigan manteniendo esa conducta dentro y fuera de la cancha

No hay comentarios: