“Al ritmo de las 
Vuvuzelas”
Por Juan R. Silva
Treinta y Tres capital ganó un partido raro ante el sector interior de Rocha que lo clasificó ya a la segunda fase cuando aun falta para jugar el partido entre Melo y Rocha capital mañana en el estadio de la ciudad arachana.
Vuvuzelas”Por Juan R. Silva
Treinta y Tres capital ganó un partido raro ante el sector interior de Rocha que lo clasificó ya a la segunda fase cuando aun falta para jugar el partido entre Melo y Rocha capital mañana en el estadio de la ciudad arachana.
La barra se hizo sentir en el Estadio, desde Futbol Loco a: Lorenzo Conde, Nahuel Fernandez, Esteban Martinez, Yhoan Garcia.
Es decir que pase lo que pase en ese enfrentamiento los rojos con el resultado obtenido ya se ganaron el derecho a seguir en el Nacional y obligaran a que Rochenses y melenses disputen un solo lugar.
Y fue raro porque los rojos arrancaron a toda orquesta al “ritmo de las vuvuzelas” que aparecieron en el estadio pero luego de obtenidos los dos primeros goles en la persona de la mejor figura nuevamente de los dirigidos por Alzueta: el enganche José Francisco Denis, poco a poco se fue deshilachando el rojo y cuando luego del descuento de los auriverdes en la oportunidad, Castillos jugó con la camiseta del Chuy, cuando “el fantasma de Casupá” revoloteaba por el Estadio Municipal, el gol de Mario Perdomo “que te venden con la entrada de cada partido de Treinta y Tres” hizo que “los pingüinos en la cama” que suelen acompañar a la hinchada de los locales en cada partido, huyeran por el boulevar Aparicio Saravia rumbo al obelisco con el rabo entre las patas.
Un Treinta y Tres que arrancó con Maicol Silvera al arco, con línea de tres donde Rodrigo Tarán aprovechando la oportunidad dispensada se afirme y se afirme, la vuelta de Martin Alzugaray, la regularidad de Cesar Larronda que volvió a jugar de ultimo.
Delante de ellos 4 volantes dos por adentro Marcelo Camacho de buen partido nuevamente en una copa nacional y Jorge Alzueta, por derecha Diego Graví, al que vimos perdido en la función, desorganizado perdiendo continuamente el orden y Mario Perdomo que hasta el gol no se había destacado.
José Denis de enganche ya dijimos para nosotros lo mejor pero ya lo verán ustedes en el racconto y los dos delanteros Goldaracena y “el chiquitín” Martin Ávila que jugó muy bien hasta que una agresión de la defensa de Castillos sin dudas
lo disminuyo físicamente.
Castillos que salió a poblar el medio juego desde el principio mostró la seguridad de Padìn y Lioret en el fondo, el manejo interesante del volante Velázquez y la movilidad y la actitud de Olivera, después el resto dignamente dejo la vida corriendo y entregándose por la causa pero muy limitado física y técnicamente también.
Todo arrancó con un quite de Martin Ávila en la salida de Castillos, disparada y penal del arquero que evita una clara chance de gol que el mal arbitro Rubén Gonzales considera satisfecha con una amarilla cuando lo adecuado era la expulsión del correcto arquero Escamendi.
Lo cierto es que todo esto no le importó a José Denis y su remate preciso abrió el score.
Tranquilidad, el tanto buscado estaba en las primera de cambio.
Pero Treinta y Tres siguió con “la toma puesta” y apabullando a Castillos que no atinaba a otra cosa que achicar para hacer quedar en offside a los rojos pero muy básico el adelantamiento de la línea de fondo, daba la impresión que cuanto loa rojos acertaran un pase el segundo tanto local llegaría.
Y luego de algún lujo superfluo, taco del Fifi al gato Goldaracena que este demora un segundo y definición al segundo palo de Ávila luego de encarar al arquero nuevamente, lo que se esperaba llegó a los 17 minutos de esa primera atapa, desborde de Goldaracena, centro de la muerte y José Denis solo y solo en el segundo palo, “saludó a la bandera “de cabecita 2 / 0 y a otra cosa mariposa.
E incluso tuvo una más en ese lapso brillante de 20 minutos Treinta y Tres, gran jugada colectiva con toques y retoques que el línea anula por offside Mario Perdomo.
Pero no pudo mantener el ritmo avasallante el rojo y poco a poco Castillos lo metió en su telaraña de avivadas y cortes de juego que “sacaron” del juego a varios emblemáticos jugadores rojos
que entraron en “el barullo”.
Aviso tímidamente Castillos con una avivada de Lioret nuevamente en un apena libre y el tiro se fue alto.
Los locales respondieron con una asistencia entre líneas estupenda de Marcelo Camacho y Diego Graví llegando solo por derecha se demora y el buen lateral Sallanes llega al cierre.
El primer tiempo se fue con los rojos tratando de tener el balón y defenderse con ella, pero muy monótono y predecible cada movimiento y Castillos exigiendo a Maicol Silvera con algún tiro libre de Lioret.
El final de esa parte nos encontró tranquilos, enloquecidos por el sonar de las vuvuzelas al lado nuestro y con la casi segura precepción de que de proponérselo treinta y tres podría aumentar con facilidad en la segunda parte.
La segunda parte arrancó con un penal inmenso de la zaga amarilla a José Denis que el árbitro Gonzales de Sarandí del Yi no solo no cobra sino que amonesta a Denis, patético.
José Denis estaba imparable y una gran jugada suya termina con un paradón del arquero Escamendi.
Otro pase del Fifi deja solo a Martin Ávila con 40 metros por delante para correr, burlando la ley del offside rival pero el tiro del “Chiquitín” se va “gordo” contra el segundo palo.
Así las cosas sucede lo impensado, un desborde de Velázquez encuentra a Olivera descuidado por el medio y su puntazo pone el 1 / 2 que fue una sorpresa total.
Treinta y Tres entró en shock, intentaba articular ofensivas con Denis de armador pero cada avance amarillo, aunque y por suerte inconexo totalmente, traía la sensación de que el empate estaba cerca, pura ilusión pero que trabajó las cabezas de jugadores e hinchas.
Cuando Escamendi le detiene una pena libre a Perdomo, Alzueta hace ingresar a Lemes, Treinta y Tres no las tenía todas consigo pero su plantel es largo y de calidad.
Porque Gonzalo Lemes sacó de entrada nomas un centro “banana” bárbaro que al pasar erra Goldaracena.
Preocupaba la indefinición, el desdibujamiento en el que entraba Treinta y Tres pero la expulsión de Fernández , justa totalmente, reaccionó desmedidamente ante un fallo arbitral, empujando al colegiado incluso, le dio el sacudón de ventaja deportiva que la calidad individual de los jugadores de Treinta y Tres hace pagar.
Sobre los 81 Mario Perdomo define tal cual nos tiene acostumbrados entrando por izquierda y definiendo con derecha, quinto gol en la Copa, segundo en la tabla de goleadores del Nacional, “el gol de Perdomo que te regalan con la entrada” al decir de Ale De León.
El final solo trajo como anécdota el ingreso del “Látigo” López que tuvo una sola y cual pinball el arco auriverde se salvó del cuarto gol.
Gano la Roja del Olimar, no jugó bien, sigue siendo muy predecible y monótono en su desarrollo, pero logró los 11 puntos, que si ustedes recuerdan eran los que decíamos se debían sumar para pasar de fase, ahora a esperar.
Es decir que pase lo que pase en ese enfrentamiento los rojos con el resultado obtenido ya se ganaron el derecho a seguir en el Nacional y obligaran a que Rochenses y melenses disputen un solo lugar.
Y fue raro porque los rojos arrancaron a toda orquesta al “ritmo de las vuvuzelas” que aparecieron en el estadio pero luego de obtenidos los dos primeros goles en la persona de la mejor figura nuevamente de los dirigidos por Alzueta: el enganche José Francisco Denis, poco a poco se fue deshilachando el rojo y cuando luego del descuento de los auriverdes en la oportunidad, Castillos jugó con la camiseta del Chuy, cuando “el fantasma de Casupá” revoloteaba por el Estadio Municipal, el gol de Mario Perdomo “que te venden con la entrada de cada partido de Treinta y Tres” hizo que “los pingüinos en la cama” que suelen acompañar a la hinchada de los locales en cada partido, huyeran por el boulevar Aparicio Saravia rumbo al obelisco con el rabo entre las patas.
Un Treinta y Tres que arrancó con Maicol Silvera al arco, con línea de tres donde Rodrigo Tarán aprovechando la oportunidad dispensada se afirme y se afirme, la vuelta de Martin Alzugaray, la regularidad de Cesar Larronda que volvió a jugar de ultimo.
Delante de ellos 4 volantes dos por adentro Marcelo Camacho de buen partido nuevamente en una copa nacional y Jorge Alzueta, por derecha Diego Graví, al que vimos perdido en la función, desorganizado perdiendo continuamente el orden y Mario Perdomo que hasta el gol no se había destacado.
José Denis de enganche ya dijimos para nosotros lo mejor pero ya lo verán ustedes en el racconto y los dos delanteros Goldaracena y “el chiquitín” Martin Ávila que jugó muy bien hasta que una agresión de la defensa de Castillos sin dudas
lo disminuyo físicamente.Castillos que salió a poblar el medio juego desde el principio mostró la seguridad de Padìn y Lioret en el fondo, el manejo interesante del volante Velázquez y la movilidad y la actitud de Olivera, después el resto dignamente dejo la vida corriendo y entregándose por la causa pero muy limitado física y técnicamente también.
Todo arrancó con un quite de Martin Ávila en la salida de Castillos, disparada y penal del arquero que evita una clara chance de gol que el mal arbitro Rubén Gonzales considera satisfecha con una amarilla cuando lo adecuado era la expulsión del correcto arquero Escamendi.
Lo cierto es que todo esto no le importó a José Denis y su remate preciso abrió el score.
Tranquilidad, el tanto buscado estaba en las primera de cambio.
Pero Treinta y Tres siguió con “la toma puesta” y apabullando a Castillos que no atinaba a otra cosa que achicar para hacer quedar en offside a los rojos pero muy básico el adelantamiento de la línea de fondo, daba la impresión que cuanto loa rojos acertaran un pase el segundo tanto local llegaría.
Y luego de algún lujo superfluo, taco del Fifi al gato Goldaracena que este demora un segundo y definición al segundo palo de Ávila luego de encarar al arquero nuevamente, lo que se esperaba llegó a los 17 minutos de esa primera atapa, desborde de Goldaracena, centro de la muerte y José Denis solo y solo en el segundo palo, “saludó a la bandera “de cabecita 2 / 0 y a otra cosa mariposa.
E incluso tuvo una más en ese lapso brillante de 20 minutos Treinta y Tres, gran jugada colectiva con toques y retoques que el línea anula por offside Mario Perdomo.
Pero no pudo mantener el ritmo avasallante el rojo y poco a poco Castillos lo metió en su telaraña de avivadas y cortes de juego que “sacaron” del juego a varios emblemáticos jugadores rojos
que entraron en “el barullo”.Aviso tímidamente Castillos con una avivada de Lioret nuevamente en un apena libre y el tiro se fue alto.
Los locales respondieron con una asistencia entre líneas estupenda de Marcelo Camacho y Diego Graví llegando solo por derecha se demora y el buen lateral Sallanes llega al cierre.
El primer tiempo se fue con los rojos tratando de tener el balón y defenderse con ella, pero muy monótono y predecible cada movimiento y Castillos exigiendo a Maicol Silvera con algún tiro libre de Lioret.
El final de esa parte nos encontró tranquilos, enloquecidos por el sonar de las vuvuzelas al lado nuestro y con la casi segura precepción de que de proponérselo treinta y tres podría aumentar con facilidad en la segunda parte.
La segunda parte arrancó con un penal inmenso de la zaga amarilla a José Denis que el árbitro Gonzales de Sarandí del Yi no solo no cobra sino que amonesta a Denis, patético.
José Denis estaba imparable y una gran jugada suya termina con un paradón del arquero Escamendi.
Otro pase del Fifi deja solo a Martin Ávila con 40 metros por delante para correr, burlando la ley del offside rival pero el tiro del “Chiquitín” se va “gordo” contra el segundo palo.
Así las cosas sucede lo impensado, un desborde de Velázquez encuentra a Olivera descuidado por el medio y su puntazo pone el 1 / 2 que fue una sorpresa total.
Treinta y Tres entró en shock, intentaba articular ofensivas con Denis de armador pero cada avance amarillo, aunque y por suerte inconexo totalmente, traía la sensación de que el empate estaba cerca, pura ilusión pero que trabajó las cabezas de jugadores e hinchas.
Cuando Escamendi le detiene una pena libre a Perdomo, Alzueta hace ingresar a Lemes, Treinta y Tres no las tenía todas consigo pero su plantel es largo y de calidad.
Porque Gonzalo Lemes sacó de entrada nomas un centro “banana” bárbaro que al pasar erra Goldaracena.
Preocupaba la indefinición, el desdibujamiento en el que entraba Treinta y Tres pero la expulsión de Fernández , justa totalmente, reaccionó desmedidamente ante un fallo arbitral, empujando al colegiado incluso, le dio el sacudón de ventaja deportiva que la calidad individual de los jugadores de Treinta y Tres hace pagar.
Sobre los 81 Mario Perdomo define tal cual nos tiene acostumbrados entrando por izquierda y definiendo con derecha, quinto gol en la Copa, segundo en la tabla de goleadores del Nacional, “el gol de Perdomo que te regalan con la entrada” al decir de Ale De León.
El final solo trajo como anécdota el ingreso del “Látigo” López que tuvo una sola y cual pinball el arco auriverde se salvó del cuarto gol.
Gano la Roja del Olimar, no jugó bien, sigue siendo muy predecible y monótono en su desarrollo, pero logró los 11 puntos, que si ustedes recuerdan eran los que decíamos se debían sumar para pasar de fase, ahora a esperar.
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