sábado, 25 de agosto de 2012

Extractado de Ovación Digital del Diario El País.
SEBASTIÁN GALLEGOS
"Forlán fue de los primeros en felicitarme por este pase"



El 18 de enero cumplió 20 años. Tres antes, se fue a Atlético Madrid sin haber debutado en Primera división en Danubio. En 2011 fue cedido al Badalona y ahora, en 2012, decidió que lo mejor era "volver a empezar". "Claro, lo voy a hacer a lo grande", bromeó porque se siente cumpliendo un sueño: está en Peñarol. De mañana firmó contrato por dos años, de tarde entrenó en Los Aromos y, un rato después, pasó por la AUF para firmar y figurar, ahí sí, como la décima incorporación aurinegra.

DIEGO PÉREZ

- ¿Cómo fueron sus primeros minutos en Los Aromos?

- No dejaba de mirar todo, cuadro por cuadro, sonriendo. Después me puse la camiseta para la foto al lado del escudo... sentí un orgullo imponente. Impresionante.

- Llegó la semana pasada, convencido que estaba hecho su pase, pero hubo que esperar. ¿Cómo pasó?

- Fueron días tensos, de muchos nervios. Estábamos con mi familia en Treinta y Tres y yo, lógico, siempre al lado del teléfono, esperando el llamado ese en el que me dijeran que me viniera a Montevideo a cerrar todo. Costó, pero ya está: firmé, entrené y sólo espero que se dé de la mejor manera.

- ¿Estaba pendiente de las noticias?

- ¡Pah, sí!... todo el día escuchando y leyendo todo. Además, cada llamado que recibía era tremendo, porque esperaba que fuera ese que yo tanto esperaba.

- Y llegó...

- Sí, llegó el miércoles al mediodía. Y después me llamaron de la radio (Sport 890) para contarme que el "Polilla" lo había confirmado.

- Ahora tiene que refrescar la memoria.

- Sí, sí. Vine a ganarme un lugar. Quiero aprender al lado de la gente importante que hay en el plantel, pero también quiero jugar.

- Lo decía porque se fue muy chico a Europa. ¿Cuántos años tenía?

- Me fui a los 17. Obviamente que lo hice porque todos queremos llegar a Europa; pero es lógico que me faltó jugar en Primera acá. Igual, no me arrepiento de nada de lo que pasó en estos tres años.

- ¿Y por qué volvió?

- Lo hablamos mucho con la familia y todos queríamos volver; para mí jugar por primera vez en Primera en Uruguay en Peñarol es increíble; es el club de mis amores.

- Así que volvió con el panadero Gallegos (su padre) y compañía.

- Sí, sí, nos vinimos todos y ya están instalados en Treinta y Tres. Se habían ido todos para España, incluso mi hermano... y fue un cambio muy brusco. Ellos allá no estaban trabajando y todos queríamos volver a empezar.

- ¿Y ahora qué hacen los Gallegos en Treinta y Tres?

- Mi madre vuelve a la peluquería, como siempre; y mi padre está ahí, viendo...

- España le debe haber dejado mucho. ¡Pero hasta una amistad con Forlán!

- Ja ja. Desde que llegué se me acercó sin tener compromiso de hacerlo. Íbamos con mi familia y con Leandro Cabrera a comer a la casa de él; siempre trata de unir mucho a los uruguayos. De Diego siempre aprendés algo y yo trataba de estar siempre al lado de él. Tengo mucho para agradecerle... Y fue de los primeros en llamarme para felicitarme por venir a Peñarol. El otro Diego, Godín, también ya me llamó.

- Godín llegó después...

- Sí, llegó en el segundo año mío. Y yo ahora, antes de venirme, estaba en la casa de él. Otra gran persona.

- Volviendo al fútbol. ¿Le quedó una espina clavada por lo de la Sub 20?

- Y sí... venía con un buen Sub 15, una buena Sub 17 y no se dio como esperaba. El técnico prefirió contar con otros jugadores antes que yo.

- ¿Le preguntó a Juan Verzeri qué pasó?

- No. Me dijeron que para él no estaba en mi mejor condición física y lo respeté. Había compañeros que para él estaban mejor que yo y traté de apoyar a todos desde mi lugar; aunque sentía que físicamente estaba para jugar.

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