Campeonato Nacional de Clubes OFI divisional B
Peñarol de 33 es de la A.
Por Juan R. Silva.
El equipo aurinegro
olimareño ascendió a la divisional A de Ofi tras vencer por 4 a 1 al
Nacional de Sarandi del Yi en el estadio Municipal de Treinta y Tres “Centro
Empleados de Comercio” usufructuando de
su localía.
En un arranque
tremendo de los dirigidos por Raúl Alfredo Santana en 21 minutos los carboneros
convirtieron los 4 goles que le darían a la postre el ansiado resultado, con conquistas
de Braian Gravi la salida de un corner y tres conversiones consecutivas del
goleador Martín Avila que quedó siendo el artillero de la división finalmente
con 14 goles convertidos en la campaña mirasol.
El Peñarol de 33
terminó convirtiendo en total 35 goles en 16 partidos a un promedio de mas de
dos goles por partido lo que marca lo prolífico de su ataque sin duda una de las
principales razones de este éxito deportivo
en un fútbol enormemente devaluado como es el del pueblito que se quedó a
dormir al lado de un rio.
Con este resultado
Peñarol pasara a militar en la divisional A de OFI, junto a Quilmas y Huracán de Paysandú los finalistas de la divisional,
Libertad de San Carlos y Barracas que tenían el ascenso directo al ser
semifinalistas y al ganador del otro repechaje que fue Joanico de Canelones.
Un ascenso esperado y ansiado que en realidad por el milagro
futbolístico que representa es como que una flor haya nacido en el medio del
cemento, tal es la realidad de nuestro balompié, penosa e intencionadamente tratada de “maquillar” por quienes tienen
intereses económicos, personales y políticos,
pobres y carenciados intereses además.
Porque en un fútbol que no sabe cuando se juega, que no ha
podido confirmar aun su actividad de primera división de una manera ordenada después
de terminar la temporada del 2017 en el 2018,
que aun esta jugando un campeonato sub. 20 que es una suerte de “Franquestein”
en su diseño e integración reglamentaria donde la mayoría de los dirigentes no
saben ni quien juega ni cuales son las tablas de posiciones ni el sistema de
disputa, con un campeonato local de sub. 15 que ha durado minimamente 4 meses y
donde en ese tiempo los equipos han jugado 9 partidos que además que no se presenta a nivel de selecciones ni
en el nacional sub. 14 ni en el sub. 15, esta vez si con una categoría competitiva,
luego de hacer el año pasado un papelón histórico,
con la mayoría de los clubes sumergidos en una crisis institucional y económica
que los hace “darle largas” al Campeonato de primera y solo con los jueces
cobrando al día mientras se mantiene aun deudas con los cuerpos técnicos de la
selección del pasado torneo Nacional.
Que en esa realidad dantesca, un equipo de Treinta y Tres clasifique por "motus
propio" a la máxima competencia clubista de OFI, con ese club además
sostenido, según manifestaciones de su director técnico, el que no seguiría en la
institución por ejemplo según declaraciones manifestadas a Fútbol Loco, sostenido
decía por familiares, jugadores y el empeño tremendo de un grupo de allegados y
el presidente de la institución que además es su preparador físico, es
absolutamente milagroso.
Tal cual ese contexto dirigencial, institucional y económico
lo implica , ese “rush” de Peñarol en el arranque de este partido de vuelta en
el estadio, que estaba realmente muy bien luego de la salvajada cometida contra
su piso por el capricho de un arbitro de Fútbol Femenino fue un “milagro futbolístico”,
esos 20 minutos a toda orquesta, con un equipo ofensivo y contundente que llegó
4 veces e hizo cuatro goles, no es
habitual en un fútbol donde el margen de error técnico es muy grande y donde la
mayoría de los jugadores de 10 situaciones técnicas erran 6.
Brian Gravi conectando con el pie un centro de “Chino”
Aquino a la salida de un tiro de esquina y Martín Ávila en un “show” de definiciones con control orientado, velocidad y aprovechamiento de los espacios que el
Nacional de Sarandi exponía sorprendido y estupefacto por la contundencia
aurinegra…fue un milagro futbolístico para el fútbol de “campaña”.
Lo liquidó ahí al partido el
Peñarol, que a partir de ese vendaval
goleador se dedicó a mantener la diferencia y a dejar transcurrir el partido.
Le costó un tiempo a los tricolores dejar pasar el asombró y
al llegar la expulsión del volante Gómez de Peñarol en el inicio del segundo tiempo, con un coraje
y una enjundia importante el elenco sarandiyense generó varias llegadas que
fueron evitadas por el muy buen partido del juvenil Luís Godoy arquero de los
carboneros en este fin de campaña.
Empero el Nacional llegó, merecidamente, al descuento y “el
gol del honor” lo convirtió Fernando Rodríguez a los 65 minutos.
Resultado merecido, lógico vistas las ausencias con las que
llegaba el visitante pero milagroso por la contundencia que tuvo el aurinegro
en ese brillante arranque de partido que le solucionó todo el resto.
El “Hat Trick” de “Chiquitín" Martín Ávila lo destacado
y deslumbrante del partido pero esa
solidez que ha ido consiguiendo con el transcurrir de la campaña su defensa, lo
combativo y dinámico de su medio juego
pero sobre todo el potencial ofensivo de los carboneros que con el nivel técnico superlativo de Suárez, un año soberbio en el trabajo de
equipo y asistencia de Cristian Gutiérrez, son las explicaciones de este
triunfo , que junto a la “largo de su banca” un plantel importante con alternativas
que le han dado pingues resultados, la inspiración de Nicolás Gutiérrez ausente
en este encuentro por la expulsión en el Juan Ramón Carrasco y el trabajo de
Santana con su cuerpo técnico, mas que
nada en el armado del grupo y en el establecimiento de un orden táctico,
disciplinario y futbolístico lograron en el contexto del peor año, organizativamente hablando, del fútbol de Treinta y Tres lo establecido en la foto, PEÑAROL DE 33 UN
MILAGRO.
1 comentario:
Felicitaciones para este plantel,me siento y estoy muy orgullosa de todos los jugadores. Un gran saludo y en especial para mí GRAN JUGADOR. (Lucho)
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