lunes, 26 de agosto de 2013

Partidazo
Por Juan R. Silva
Yerbalense 2 (Marcelo Correa y Diego Fialho)
Treinta y Tres 2 (Diego Sosa y Alejandro Pereira)
Hermoso partido en el estadio Municipal, con todo lo que se puede pedir en el futbol olimareño:  emotividad,  paridad entre los equipos al extremo de que hubo un tiempo para cada uno en el desarrollo, goles, expulsiones, algún “gorro” como manda la historia entre estos dos equipos y una entrega a todo dar.
Después hubo errores importantes en el desarrollo estratégico del partido, en el arbitraje (algo altamente previsible) que incide claramente en el resultado, en la lectura del juego y pequeños detalles importantes que fueron soslayados por los actores justamente por la carga anímica, pero que para los “mirones” solo hicieron entusiasmarnos más en la historia y su desarrollo.

 Arrancó mejor Treinta y Tres, mucho mejor…sobre todo porque la presión en el medio de la cancha, con un Gonzalo Lemes estelar era inaguantable para un Yerbalense que no entendía que pasaba, cuando cualquier jugador albiverde levantaba la cabeza había un albiceleste que lo hostigaba y lo obligaba a cometer un error… y enancado en ese pressing  alto, del medio de la cancha para adelante y en  una fenomenal ejecución de los corners, con un especialista como es Alejandro Pereira ópticamente Treinta y Tres merecía el gol y la apertura…Yerbalense estaba groggy totalmente porque en los duelos individuales Treinta y Tres lo dominaba cómodamente, reaccionaba, anticipaba y llegaba antes a todas las pelotas.
Y así abre la cuenta Treinta y Tres con un cabezazo a la salida de un rebote en el área del Yerbal, el chico Diego Sosa, porque además con el simple expediente de ponerle a Yamandu Tabeira como puntero derecho José Denis hacia sufrir y mucho a la línea de tres de Yerbalense, era todo para Treinta y Tres, pero insisto porque esto es un detalle importante en el comentario y en el desarrollo del partido, con una presión agresiva, alta del equipo decano.
 Y ahí es cuando incide el arbitraje en el desarrollo, porque la acumulación de tarjetas, le sacó a los dos volantes laterales donde mejor hacia el pressing Treinta y Tres y las dos por jugadas intrascendentes, mas ya en los 35 le saca otra amarilla a Luis Fernández por “reiteración” condicionó y claramente el principal elemento que tenia Treinta y Tres para jugar el partido y acá es donde, insisto con el concepto, no es culpa del árbitro no saber leer el partido, es culpa del que lo pone ahí…colegio nuevito, sin entender para nada el mundo futbol olimareño, pero “creido de que sabe”, ellos el colegio digo pone a este arbitro… el es un “fundamentalista” de lo que él entiende es el juego, donde el reglamento y su aplicación fría y sobre todo “su visión” es la ley, una estupidez que los cultores del reglamento en OFI, que después hacen un chicle cuando los apuran los poderosos, casi siempre aplican de manera totalmente subjetiva y acomodaticia, para mi es clarísimo… si fueran tan honestos y puntillosos con lo suyo como son para juzgar a los jugadores ellos mismos se expulsarían continuamente.
 Y debo decir que sin cobrar un penal y sin dejar hacer un gol con la mano, esa forma de arbitraje, que DEBE leer los climas del partido y no hacer que el partido se “acomode” a su forma de arbitraje, Álvarez emparejó las acciones.
Justo en el momento que esto se daba y Yerbalense pasados los 35 minutos del primer tiempo lograba su tradicional tenencia de pelota y generaba un par de acercamientos al arco rival, llega el segundo gol de 33, una presión alta en la salida albiverde y un golazo de 45 metros de Alejandro “Pulguita” Pereira que encuentra adelantado al arquero de Yebalense y sacaba una ventaja muy importante el decano, dos goles de ventaja sobre el final el primer tiempo.
Pero Yerbalense nos mostró una vez más su  progreso potencial como  equipo y con “la suerte del campeón” otra vez, luego de un tiro libre de Marcelo Correa, como la apertura ante Huracán que se desvía en alguien, logra disminuir inmediatamente aquella ventaja, merito del Correa que patea al arco, merito de Yerbalense que aun en momentos de ser dominado por el rival no resigno a jugar y salir prolijo del fondo con Lesi Rodríguez como estandarte, quizás y sin quizás el jugador albiverde que mas mal la había pasado en defensa pero con un carácter tremendo para seguir creyendo en sus condiciones y empujar a su equipo.
 Un primer tiempo que termina en una refriega, de esas que calientan el cuerpo y que lamentablemente nosotros no pudimos ver porque entre el techito que se ha puesto para proteger a los árbitros y “los lentes que se me empañaron”…no vimos nada y si no vimos nada…que les vamos a contar.

A la vuelta del entretiempo, con un viento que empujaba a favor, lo tuvo 33 en la primera parte, Yerbalense de la mano de Wilton Mieres y un nuevamente exuberante Fernando Correa, con el empuje de los del fondo y con un condicionamiento total ahora de los volantes albicelestes, se adueña totalmente del partido.
Lo empata con una serie de rebotes  en el área rival que concreta Diego Fialho, un señor como persona y como jugador que asi recibe un justo premio a su donde  gente ( la actitud de atender a un rival lesionado en plano ataque rival es pa sacarse el sombrero), OJALA EN EL FUTBOL DE TREINTA Y TRES HUBIERAN MUCHOS DIEGO FIALHO QUE ENTIENDEN EL JUEGO REALMENTE Y QUE NO SE PONEN A BOBEAR EN SU MEDIOCRIDAD CREYENDO QUE POR SALIR CAMPEONES EN 33 SON LOS MEJORES DEL MUNDO Y DESPUES NO LOS QUIERE NADIE, por cosas como esas de Fialho, Yerbalense merece salir campeón  y el albiverde  encuentra una ventaja estimable por las expulsiones de Alejandro Pereira y Cristian Maguna en Treinta y Tres, a ver, técnicamente irreprochables las dos, la de Pereira a causa de una amarilla exagerada en el primer tiempo y ahí por lo menos confirma lo que decía yo más arriba…incidió el arbitraje…mas allá de que Yerbalense en el segundo tiempo hizo meritos sobrados, con uno más y con dos más para obtener el tercer tanto.
Porque sin posibilidad de presionar  y con dos jugadores menos Treinta y tres se debió refugiar en su defensa, allí lo del “los keniatas” Raúl Piriz y Sergio Bautista fue titánico y con una actuación inmensa de Cristian Larrosa “el arquero de las atajadas  calientes” según el profe Yamandú Sosa, Treinta y Tres nuevamente tuvo la oportunidad de vivir esa situación épica que tan bien le queda en el futbol de Treinta y Tres al decano, casi heroica, sin el casi …fue su defensa la que bancó el chaparrón, ante un equipo como Yerbalense que maduro, inteligente, jugaba pero sin regalarse, porque sabía de las característica de los albiclestes, que solo dejaban a Goldaracena arriba en los últimos minutos pero que cada pelota quieta a favor con el solo argumento de poner a Martin Alzugaray en el área rival, impedían la sumatoria , la verticalidad albiverde.
 Yerbalense buscó, tranquilo, seguro, pero no pudo encontrar, creemos que el poner tres puntas sobre el final le dio “referencia” a la defensa decana y se le facilito el juego defensivo, el trafico en los últimos metros del albiceleste era enorme y ahí la repentización de Piriz y Bautista fue más decisiva aun.
Lo cierto es que los dos llegaron al final, con un gusto agridulce en la boca, Treinta y Tres porque  consiguió un resultado de empate con dos jugadores menos ante el mejor equipo colectivamente del campeonato, porque jugó mucho mejor de lo que lo venía haciendo y porque sabe que ese, el del pressing alto agresivo es el camino, habrá que ver si los arbitrajes tan celosos del “contacto“ lo dejan hacerlo je je je.
Pero sabe también que perdió la oportunidad de sumar de a tres  y eso lo hace quedar muy muy lejos en la anual, pensando además que queda libre en la última fecha y que ha perdido 11 puntos en el campeonato, que suenan demasiado, pero además la expulsión de Pereira para el clásico de la primera fecha del Clausura  parece ser una baja muy importante.
Yerbalense dejó escapar una oportunidad muy importante para asegurar el campeonato, porque tenía dos más , porque había remontado un dos cero abajo y ahora se empareja con San Lorenzo con vistas a una final aunque a los dos le queda un partido de campeonato, los santos con la Vaca y los albiverdes con el Coya, pero ha mostrado una personalidad muy a la medida de la definición el equipo de Correa, ha tenido al seriedad y sobre todo la confianza en sus propias fuerzas, no ha entrado en esos errores de actitud que le han costado otras oportunidades a los del Yerbal y muestran una consistencia que la ausencia de Alejandro Lago parecía sobredimensionar…Yerbalense mas allá de los dos puntos perdidos a ganado seguridad, jerarquía, respeto y eso…no se compra en la farmacia…esta pronto para ser campeón de algo.
Partidazo

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