Recibimos y publicamos
Casi tocando Fondo
Ajeno sentimentalmente a cualquiera de las dos
instituciones, entusiasmado por la promesa de una final entre los dos clubes
con mas títulos y mas historia en el
departamento, y además de ello invitado por una noche espectacular para
presenciar una partido al aire libre,
decidí volver al estadio municipal a presenciar una instancia deportiva que no fuera de selección.
Todo el entusiasmo interno que llevaba por el hecho de
imaginar un vibrante partido, dos hinchadas numerosas alentando y además de ello “sin sufrirla”, ya
que la institución de mis amores estaba afuera de estas instancias; se me fue
al piso al subir el ultimo escalón de la entrada y con el partido ya iniciado
unos minutos, ver las tribunas casi vacías.
En una ciudad de 40.000 habitantes, suponiendo pesimistamente
que solo un 10% guste del fútbol y que de ese porcentaje solo la mitad pudiera
un sábado de noche, hacerse de 2 horas para
presenciar la final del campeonato departamental, yo me imaginaba 2000
personas en el estadio. Muy muy muy lejos de eso, tengo entendido que se
vendieron algo así como 250 entradas!!!
Lamentablemente a eso han llevado a nuestro fútbol.
Digo han llevado, porque los mismos clubes en su diario accionar
así lo han determinado.
Dirigentes que hacen monopolio del poder, y que utilizan
artimañas, induciendo a las instituciones a apostar hacia la mediocridad para
de esa forma, sin mucho esfuerzo ellos poder destacarse.
Mañas y artimañas, buscando solamente el beneficio
institucional, y una especie de pacto de
silencio para repartirse las oportunidades entre 2 ó 3 y nada más.
Se han olvidado del fin de la liga de fútbol, no recuerdan
que esto se trata de una obra social, tratando de incentivar a los jóvenes a la práctica del deporte, donde
cada dirigente debería hacerlo por ese fin y por el amor a una institución. En
este camino van surgiendo los compromisos y las obligaciones que cada instancia
nos va imponiendo, y son a ellas las que debemos honrar y redoblar el esfuerzo
para cumplirlas.
Porque no es digno dejar de competir en una instancia
nacional con la excusa de que “no hay recursos”. Si queremos festejar un
campeonato departamental, sabemos que atrás de eso viene la obligación de
representar a todos los clubes de la ciudad en una instancia mas importante, y
debemos afrontarla con la frente en alto.
Si luchamos, buscamos y rebuscamos la forma de tomar el
control de la Liga para que mi cuadro se vea beneficiado, cuando finalice la
competencia local sabemos que tenemos que seguir con la selección, o ahora nos
vamos a sacar el lazo diciendo que no hay recursos, y ofreciendo a los
jugadores algo para que simplemente nos digan que no y después tener el
discurso perfecto; “mi cuadro salio campeón, pero los jugadores no quisieron ir
a la selección por plata” . . . . . .
NO ES ASI, DE NINGUNA MANERA.
No señor, ahora que festejó un campeonato y promulgó los
fallos del tribunal cuando a Usted le convenía, y paró el campeonato cuando lo
necesitaba, incidiendo en la decisión de
suspender alguna fecha por una “garuga”
cuando todos sabían que era porque algún jugador no recuperaba de una
lesión, bueno mi amigo ahora hágase cargo del paquete y compita como le
corresponde, sigan manejando los hilos de la liga aunque su club ya este de
vacaciones, agarre con el mismo entusiasmo el timón de la roja y vamos
adelante, no se abandone que seguramente usted puede.
Pero. . . . . mas alla de estas instancias puntuales, busquen
ejemplo en quienes han levantado este deporte a fuerza de trabajo, no se vayan
muy lejos, miren la propia ciudad de Melo o la cercana Minas, donde el trabajo
de los dirigentes de cada club ha hecho que cada fin de semana se desarrollen
verdaderas fiestas futboleras en los diferentes barrios de la ciudad.
Pongase a trabajar y saquen el fútbol a los barrios,
impulsen a los clubes a tener su propia cancha (no es difícil).Las diferentes
administraciones municipales han colaborado siempre, y presentando un proyecto
acorde, seguramente los harán nuevamente.
Se necesita muy poco más que un alambrado, 3 vestuarios, una
cortadora de pasto y una comisión directiva que trabaje y organice las
actividades cuando les toque jugar de local.
Incentiven a los clubes a tener su propio Baby o a hacer
acuerdos de colaboración con algunas de estas instituciones que no tienen
representatividad en la liga
Limiten las listas de retenciones en los categorías menores,
dejen que esos chiquilines jueguen al fútbol de verdad, no permitan pasivamente que alguna institución acapare
jugadores jóvenes solo para no tenerlos de rival, y de esa forma se desmotiven
los que no destacan como para pelear una titularidad.
Den continuidad e importancia a los campeonatos de
inferiores; planifiquen la actividad en forma coordinada con las competencias nacionales. No
hagan jugar a los chiquilines de 14 o 15 años a las 9 de la mañana en invierno.
Desde inicios del año se saben las competencias nacionales y
las vacaciones de secundaria en que fecha son, trabajen en base a eso y hagan
competitivo el fútbol juvenil.
Dejen de pasar horas buscando y rebuscando la posibilidad de poner un simpatizante de su
club en el tribunal de penas o en el colegio de árbitros, pensando que ello les
va a dar una ventaja deportiva que al final no es tal.
Procuren un tribunal de penas ágil y resolutivo, y no de
esos que “puedo hacer atrasar” cuando me conviene que no salgan los fallos.
Procuren la formación del jugador y la dignificación del
sistema disciplinarios dentro de las canchas, porque eso además de jugadores
forma personas de bien.
Apliquen el fair play, denle incentivos y premios a las
instituciones que lo practiquen.
Procuren perfeccionar al arbitraje, organizando charlas,
eventos, cursos, y ayudando a formar profesionales del arbitraje con
integrantes del colegio que corrijan y ayuden, no solamente que sancionen los
errores.
Pidan ayuda a la intendencia para que los apoye con
sicólogos si es necesario.
El material esta ahí, todos los años las categorías menores
nos indican que hay valores para hacer un buen trabajo, pero al año siguiente
cuando el chiquilín lo invitan para ir a otro cuadro, donde esta con su grupo
de amigos o donde hay un técnico o un profesor para trabajar, no le dan el pase
y además de ello lo “perchan”; finalmente este joven se desmotiva y arranca
para el fortín o la terraza en lugar de pensare en el partido que tiene al día
siguiente.
Han llegado casi hasta el fondo, quizás sea el momento de
apoyar los pies e impulsarse para empezara subir, quizás sea el momento de que
algunos con capacidad reconocida se
saquen la camiseta de su club y se pongan la roja de una vez por todas.
. . .
Un anónimo, desilusionado
No hay comentarios:
Publicar un comentario