jueves, 13 de diciembre de 2012

Empate en todo
Por Juan R. Silva

La historia los mostraba empatados en casi todo, por lo menos la que tiene el C.E.FO que basa gran parte de sus datos desde el 1982 acá, en títulos locales, en partidos entre los dos y con una inmensa supremacía de empates y la historia amigos este pasado 12 del 12 del 12, fue fiel a sí misma.

 Un empate que deja un mejor sabor en las gargantas albas, por varias razones, primero porque fue obtenido en un partido en donde en una importante parte del tiempo jugó con inferioridad numérica, con uno menos desde los 30 del primer tiempo cuando en una decisión exagerada para mí, pero dentro del reglamento, de un buen arbitraje de Gabriel Denis, que es lógico nunca va a conformar a los subjetivos hinchas de los dos cuadros, pues el Gabi como la gran mayoría de los árbitros olimareños, dirige basado en la razón y en no en el miedo como en algún momento algunos jueces arbitraron y por eso eran “temidos” por la gran mayoría de nuestro fútbol “oportunista” y jodido, que prefiere claramente que le peguen impunemente a los más débiles que se equivoquen parejo, cosa que paso esta noche pasada.
Porque insisto, para mí fue exagerada la decisión de Denis, pero dentro de los arbitrajes con errores mayúsculos, como ha sido esta temporada 2012, fue solo una diferencia de criterio y por tanto le doy la derecha al colegiado.
 Así Huracán decía lo vio mejor al empate porque además en otra decisión del árbitro , que fue coherente en estas decisiones, la doble amarilla sobre los 70 minutos de juego de Barrera hicieron que el albo jugara la parte definitoria del encuentro con dos menos hasta la postrer expulsión de Santiago Alzugaray, otra exageración, casi sobre el final.
 Y es que justamente esa diferencia numérica nunca se vio reflejada en el tramite, porque salvo cuando el ingreso de Wilton Mieres, nunca Treinta y Tres pareció encontrar la fórmula para superar el andamiaje defensivo del globito, lejos de lo mejor de su equipo y con un  Juan Francisco Puñales en una posición de doble 5 que fue la figura y la revelación del partido, aun superado por la superioridad física rival, que ganaba todos los trancazos, Tito a “fuerza” de velocidad mental hacia que esa propiedad de balón albiceleste fuera tan densa como inocua.
Un partido que había arrancado con 10 minutos muy buenos de Huracán, protagonizando el partido afirmado en el juego de Diego Graví, que se fue apagando a medida que crecía el roce albiceleste en la media cancha y de Rodrigo Alfaro que era indetenible para la defensa decana pero que cuando bajaba a  armar juego era decididamente el jugador con más ideas de los 22.
Pero Treinta y Tres con el despliegue de Gonzalo Lemes, sin la claridad de otros partidos pero con mucho ímpetu y  contracción por la causa albiceleste más un Alejandro Pereira de dinámico e intenso recorrido, empezó a “ganar las divididas” continuamente y mediante un esfuerzo físico admirable para nuestro medio, lo arrolló durante 20 minutos a Huracán, en ese lapso Cesar Vicentino evitó un par de ocasiones clarísimas de los decanos y era una  razón  de peso para que no se abriera el marcador, él  y la defensa alba que llegaba rápidamente a las coberturas defensivas, pero la decisión, fue emblemático un saque largo de Ferreira sin destino alguno, recriminándole además a Barrera la idea de salir jugado y de perder la pelota ante la presión rival, de Huracán de “ponerla” como solución al "pressing" agresivo de Treinta y Tres lo hacía carecer  del balón, salvo que Rodrigo Alfaro “consiguiera” alguna a puro esfuerzo individual, entonces las faltas rivales y su manejo le daban respiro al albo, pero era muy espaciado.
Sufrió ese lapso Huracán, es mas debo decir que fue en el único momento que lo vi superado, pero un accidente, llega tarde a una dividida  “Pichón” Gomez y “lo pone” a Gonzalo Lemes contra la tribuna chica, para mí en el contexto del partido, una final,  amarilla con pecas, pero el árbitro en uso del reglamento “juego violento” expulsa al volante albo jugador emblemático para este tipo de partidos.
 Pero lo que todos pensábamos beneficiaría a los dirigidos por Muraña, tal cual le ha pasado todo el año, lo perjudicó, porque obligado a asumir el protagonismo Treinta y Tres careció en ese lapso de ideas y apostó todas sus fichas a los centros y las pelotas quietas, cosa que los albos “absorbieron” sin dificultad, con un muy buen trabajo de Rodrigo Taran en esa importantísima arma decana.
Así se fue el primer tiempo y en el reinicio, del vestuario, casi sin afirmarse los equipos en la cancha, “un calco gol” , el que recibe Treinta y Tres, igual, igual,  al que le hizo Lavalleja en el primer partido de Play Off, el de Cesar Larronda, pelotazo frontal desde la pelota quieta del minuano Espinosa , “duermen” Vera y Piriz y Larrosa se lleva por delante a Darío, aprovechando  el otro minuano “Hueso” Díaz para anticiparse y abrir el tanteador, conexión ruta 8 para el gol del globito, Minas / Treinta y Tres
Huracán en “su salsa” defender bien los últimos 20 metros, con Espinosa y Ferreira expeditivos y fuertes , con  Muniz muy veloz y decidido, con un Juan Francisco Puñales muy rápido también para los anticipos y con el ingreso de Robert Píriz, por un destacado Alfaro, al que le habían hecho el foul del  tiro libre con el que abrió el score el albo y “Robertico” casi le da el negocio redondo a Dardo Daniel Pereira, su recorrido , el mejor del futbol olimareño por lejos, capaz de cubrir los 70 metros de un área a otra, se encontró con una contra que Díaz y Graví arman y , haciendo pasar de largo el cierre desesperado de Vera, sin que nada pudiera hacer Larrosa, estrella su definición en el vertical izquierdo decano, pudo ser el tiro del final, la suerte estuvo del lado de los de Nuber Muraña.
 Que con un inquieto Wilton Mieres, ingresado a los 15 del segundo tiempo, volcó la cancha sobre el arco de Vicentino, sin mucha profundidad, extrañando horrores a un jugador de área, como Sebastián López por ejemplo, con Santiago Alzugaray atropellando todo pero llegando tarde y estrellando también un cabezazo en el travesaño, como jugador mas “pesado” en el área de Vicentino, Treinta y Tres  sin muchas ideas, algo mas con Wilton pero con poquitísimo espacio, recibe otro regalo, de los muchos que le han dado sus rivales en este 2012, porque haber, Treinta y Tres tiene “la suerte” del campeón, mas allá de los fallos arbitrales , que es cierto lo han beneficiado notoriamente, los rivales hacen todo lo posible , con expulsiones tontas y errores increíbles, como fue el empate, saque lateral de Lemes, peinada en el primer palo y la pelota le pica adelante a los dos zagueros albos, apareciendo Alejandro Pereira solo por la derecha decana, cruzó todo el área esa pelota y aunque no hubo cierre del volante izquierdo, ciertamente es casi improbable que de un lateral la pelota cruce toda el área, ¡¡muchachos era cuatro contra dos y le echaban la culpa al más chico!!.
La lesión de Larrosa, suplido prestamente por Fabricio Noble, no pudo ser facturada por Huracán, la expulsión de Barrera, que tenia amarilla y llega de costado y violentamente a una marca sobre la línea, dejó al Globito más complicado aun, pero insisto sin esa desventaja/ beneficio del aspecto casi épico, anímico, de desventaja puntual Treinta y Tres debe jugar, debe articular argumentos futbolísticos y ahí, pese al ingreso de Wilton  Mieres , esta vez fracasó, eso es difícil de explicar en el análisis, tal vez porque “su forma” de juego necesita espacios amplios para provocar desequilibrio, sus delanteros son claramente “picadores” velocistas, necesitados de espacio, con problemas para jugar de espaldas al arco rival, pero creo que el tema futbolístico  es que Treinta y Tres puede abrir un partido solamente de pelota quieta, cuando encuentra un equipo rival compacto, como lo fue Huracán este miércoles pese a los dos jugadores de desventaja, porque no tiene un “plan” de juego cuando debe protagonizar el partido y termina dependiendo de la inspiración individual de sus jugadores importantes o de, lo más importante, un error rival, que no ocurrió.
Así se fue el partido, el movimiento de Vera, yendo a buscar el partido cuando perdía Treinta y tres y pasando nuevamente a la defensa cuando empató mostró claramente que el decano no quiso tomar riesgos pese a la ventaja numérica en jugadores y ciertamente eso exaspera a sus hinchas hay que decirlo claramente, ya le había pasado contra San Lorenzo en la final del Play Off y atención amigo, que la leyenda de “hay que matarlo dos veces” no se vaya a dar vuelta, ayer el decano tuvo “muerto” al globito y lo perdonó y esas cosas no se pueden permitir en finales, por eso pese al empate y a toda la connotación de haber estado en ventaja, la paridad le quedo mejor al globito, la postrer expulsión de Alzugaray, muy parecida a la de Adrian Pereira en San Lorenzo Huracán, hay que decir que los jugadores de Huracán desde el minuto 1 “buscaron” al Cotti para la reacción y que si él no juega así , agresivamente, pierde “su esencia de juego” cosa que claramente un día hará que el aguerrido volante decano o cambie y pierda su identidad, “se domestique” como quieren los árbitros o deje de jugar, cosa a donde l vamos claramente.
Y el final de esta historia sumamente pareja llamada “clásico” del futbol olimareño, un 12 del 12 del 12, tuvo otro capítulo repetido, el de que atrae tanto a los hinchas de los dos cuadros, un final abierto, continuara…

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