martes, 25 de septiembre de 2018

Primera División  2018

Aprovechó.


Por Juan R. Silva

Treinta y Tres 4 (Camilo Sosa x 2, Tabaré Sosa y Gonzalo Lemes.)
Peñarol 1 (Martín Ávila).


“El ser humano es el y su contexto” a partir de ahí pensar que el contexto influye mucho en el jugador y sobre todo en el desarrollo de un partido porque dada la paridad entre los equipos, solamente desbalanceada a través de la calidad de los jugadores en nuestro medio, a favor de Peñarol sobre todo, esos pequeños detalles del contexto y su adaptación a ellos hacen que muchas veces se resuelvan los resultados a partir de ellos, los detalles.
Peñarol perdió claramente este sábado a segunda hora en el Estadio porque siguió jugando igual que en el Parque para disimular las ausencias importantes en la generación de futbol que tiene del “equipo de la Copa” acá, que con el achique de espacios y la intensidad había disimulado los dos primeros y fuertes partidos que ganó en el viejo, mítico y querido escenario de la avenida Brasil.
Esa sensación de amplitud mucho mas  sicológico que real del estadio nuestro máximo escenario, su piso ( un tapiz verde, impecablemente cuidado por los funcionarios municipales y el poco uso que tiene ) que permite un control direccionado con un solo toque y en este partido en espacial un fuerte viento desde el arco que da  a la seccional décima  con rumbo al que queda frente a  la entrada del “Centro Empleados de Comercio” y que el decano tenia a favor en la primera parte , porque el azar también juega en estoy es un detalle a no desestimar.
Así con ese contexto y con importantísimas ausencias en su alineación, lo dije en el post anterior Peñarol pagaría fuerte el tema disciplinario, que ya lo complicó en La Copa.
Y el primer tiempo, con viento a favor nos dejó esa sensación de que Treinta y Tres fue eficiente  (Capacidad para realizar o cumplir adecuadamente una función) fue vertical al controlar el balón que era lo que pedía el partido, exigir a Peñarol en su ultima zona, no jugarlo en donde el mirasol es mas fuerte en el medio campo y no permitir que los aurinegros “alimentaran” a sus desequilibrantes delantero, parado con un moderno 4/5/1 el Treinta y Tres de Pereira le generaba apuro a la defensa que lideraba Diego Edson Barboza porque Diego Da Silva iba a todos los balones aun aquellos muy difíciles de alcanzar y porque Lemes, Segovia y el mismo Martín Fleitas alimentaban continuamente a Tabaré Sosa y este se veía obligado a participar continuamente.
Y dos pelotas quietas magistralmente ejecutadas por el talentoso media punta decano dieron al Peñarol un poco de su propia medicina, en el primero un corner, de izquierda del ataque decano a derecha, tirado con todo la rosca para adentro, aprovechando el viento, que le complicó al salida al arquero Godoy y que vio como su rebote desesperado no tenia cerco defensivo, ante esto el grandote Camilo Sosa reacciona antes y el decano saca la ventaja que el contexto le provocaba.
Otro centro corner, desde la derecha a la izquierda, también “enroscado” permite el cabezazo cómodo de Gonzalo Lemes y el 2 a 0.
Justo, lógico y adaptado al contexto favorable el triunfo parcial de los dirigidos por Pereira en ese primer tiempo.
Peñarol pese a que corrió, defendió como pudo porque  nunca pudo controlar el balón porque el retroceso de Fleitas sobre todo pero la incapacidad de acercarle la pelota a los de arriba se vio potenciada porque en esa zona de construcción no tenia el nivel futbolístico aun Peñarol que tiene cuando Gómez o Gutiérrez están y ante esas ausencias extrañaba horrores a Santiago Suárez.
La segunda parte planteaba que variaría el contexto ciertamente, ahora Peñarol tendría el viento a  favor, pero al ventaja de dos goles y los cambios de Pereira le dieron a Treinta y Tres una ventaja in descontable, se adaptó mejor nuevamente, porque mientras Peñarol intentó adelantarse lo único que hizo fue brindarle 40 metros a las espaldas de los defensas al rápido desdoble rival, bastoneado por el eje de Tabaré Sosa y eso fue fundamental.
El tercer gol de Tabaré Sosa marcaría aun mas el desespero del adelantamiento aurinegro y a las espaldas de los laterales, como viste en la foto, el ingresado Yerzon Acosta y el volante por izquierda Cossio, de lo mejor del partido, usando todo el ancho del estadio Treinta y Tres le generó no menos de 5 situaciones muy claras a Peñarol.
En ese intermedio, aunque era sometido a ese dominio claro, Peñarol logra descontar  aprovechando también el polémico, (como casi todos los arbitrajes de nuestro “poco conocedor del reglamento"  medio) trabajo del línea Perrugoria, que les había anulado en el primer tiempo y estando uno a cero arriba un gol a los albicelestes (imposible para mi opinar, estoy en las cabinas y el esta en la línea de la jugada, la derecha a Perrugoria).
Y que cobra un penal, el marca la situación, para mi acertadamente, que Martín Ávila trasforma en gol.
Pero aunque eso le generó un escenario motivador a Peñarol , nunca pudo la defensa carbonera emparejarse a los albicelestes que llegaban lanzados por los laterales y luego, de varias claras ocasiones, con el ingreso incisivo y peligroso  de Facundo Rodríguez  bien de punta , para que el despliegue de Alejandro Rodríguez , que ingresó en la segunda parte y literalmente “se comió” la cancha bajara a oxigenar al ovacionado , cuando se retiró sobre los 25 minutos, Martín “Cano” Fleitas, le dieron mucho mas profundidad a Treinta y Tres ante la lentitud carbonera en defensa que ya hacia agua por todos lados.
El gol de tiro libre, zurdazo del zaguero  Camilo Sosa, de izquierda a derecha, desde el borde del área, fue la frutilla de la torta.

Así Treinta y Tres dió la nota en la fecha ya, pero fue justo, merecido y gustoso el triunfo de los de Dardo Pereira, que aprovecharon el contexto en el primer tiempo y aprovecharon luego  su mejor adaptación al resultado favorable  y las deficiencias tácticas, obligadas a conceder por el trámite  adverso  digamos también de Peñarol en la segunda parte.

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