martes, 10 de abril de 2018

Copa de Clubes Campeones


Una ráfaga de furia y un golazo de otro planeta.
Por Juan R. Silva
Peñarol de Treinta y Tres 4 (Diego Barboza, Martín Ávila x 2 y Santiago Suárez).
Huracán de Vergara 0.

Debut del campeón olimareño en la Copa de manera exitosa, con goleada pero que no refleja el resultado final ni aun la clara diferencia lo que realmente se vio sobre todo en el primer tiempo, donde no solo fue parejo el partido sino que si debió de haber un ganador fue el equipo visitante.
Mejor parado el Huracán de Vergara con un equipo que defendía por masividad, con el 5 Figueras dominando el medio juego en base a su potencia en las divididas y su claridad para jugar después, la presencia inquietante del delantero  generaba problemas sobre todo por su movilidad de “adentro afuera” aprovechando sobre todo las espaldas de Becerra.
Así tuvo en esa primera parte una chancee muy clara el elenco blanco, un remate que dio en el vertical derecho de Luís Godoy y recorrió la línea de gol.
Huracán de Vergara con empeño y orden dominaba a un abúlico Peñarol que en esa primera parte nunca pudo engarzar acciones colectivas, yendo siempre por los  18 metros de ancho que tiene esa franja que va de área a área,  rumbo al embudo donde  bien parada esperaba la expeditiva defensa del albo vergarense.
 Peñarol no se encontró nunca en esa primera etapa, no abría la cancha, intentaba una seguidilla de pases imprecisos y  aparecía como un equipo muy largo desparramado en la cancha pero sobre todo sobón en el ritmo, manso como viendo “que pasaba” así se le fueron los 45 iniciales.
El segundo tiempo fue una pesadilla en el arranque para la visita, visiblemente acicateado por su técnico Peñarol salio a todo vapor y fue una ráfaga de furia futbolera sobre todo a partir de la tranquilidad que le dio el ya rutinario gol de Diego Edson Barboza ganando nuevamente en el área rival.
Ese “cocazo” del Bomba liberó prontamente de todo ansiedad a los dirigidos por Santana y Martín Ávila en una definición extraordinaria por sobre el arquero vergarense y luego ganado en velocidad a esa sorprendida y desarticulada a partir del gol inicial, defensa del Huracán vergarense.
Peñarol lo liquido al partido en 18 minutos con los tres goles y una superioridad de intensidad física que ahora si dejaba entrever todo el tamaño del campo de juego del Estadio para los visitantes.
Y cuando todos esperábamos justamente el cuarto gol del local Santiago Suárez, que había realizado las dos asistencias para Martín Ávila y jugado 20 minutos sensacionales dirigiendo ese “violín” que fue el Peñarol con el viento de la goleada empujándolo, decía que Santiago Suárez armó, “se fue dando” declaró al colega Acarino de Futbol mas Cablemas, un gol extraordinario, de otro planeta para el fútbol de campaña , gambeteando a 6 rivales, dejando los dos primeros con una pisada hacia atrás, encarando y quebrando la cintura para dejar otros dos defensas centrales, tocando el balón antes para dejar en el camino al arquero y definiendo entre las piernas del lateral rival que desesperado por evitar esa obra de arte se barría sobre la gol line….de otro planeta, maradoniano, esa sorpresa que todo aquel que va a una cancha de fútbol sueña ver….yo vi, yo estaba el día que el “Cabeza “ Suárez hizo  el gol de Peñarol, con la camiseta de la selección de Treinta y Tres porque le faltaba la publicidad de  Antel, gambeteando a 6 rivales, le contare a mis nietos algún día y eso lo hace diferente, histórico, único e inmortal.

Eso se llevó absolutamente todo lo anecdótico que paso después, Huracán de Vergara ya no tenia fuerzas, Peñarol de Treinta y Tres moderó y manejo el tramite porque le bastó realmente una ráfaga de furia futbolera de 20 minutos y un gol de “otro planeta” del “Cabeza” Santiago Suárez.

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