Quedaron “Helados”…
Por Juan R. Silva
Chuy 0 - Treinta y Tres 1 (Simón Mier a los 36 minutos)
Un partido que en el primer tiempo fue netamente favorable a los rojos, por actitud, por despliegue, por casi que una prepotencia fisca que sorprendió a los locales y nos sorprendió a nosotros, no es habitual que un equipo de nuestra ciudad se pare de esa manera, tan agresiva y solida , sobre todo de visita y pese a que es un sector dos Chuy , con el antecedente de “mata gigantes” que traía sin duda el impacto de la actitud y el pressing de los rojos en cancha visitante fue un balde de agua fría para los verdes de la frontera.
Sorprendido Chuy por la agresividad y el riesgo de la “presión alta” que por momentos largos intenta Treinta y Tres con sus dos pívot centrales, Gómez y Vázquez parados del medio juego hacia adelante y con la intensidad que los 3 volantes mixtos Perdomo, Teliz y Simón Mier en cada pelota que intentaba articular , el local solo atinó en ese primer tiempo a llegar con pelotazos largos para la velocidad del ingresado Pino ( se lesionó temprano el delantero al sufrir una luxación de hombro) o a aprovechar las faltas o los córner para adelantarse en bloque, muy espaciadamente pero salvo en una oportunidad, pelota que saca en la línea de muy buena manera Techera, no preocupando mayormente a Dino Acosta.
Un primer tiempo casi redondo de los rojos, con un exuberante Matías Rodríguez, pivoteando, aguantando el balón de espaldas, manejando el ritmo del partido y forzando a una lenta zaga rival a cometer errores y generando las dudas permanente en la última zona de Chuy, había pegado un tiro en el travesaño Simón al arranque y generado “Colacho” tiros libres peligrosos y esa sensación que les decía de que en cualquier momento Treinta y tres abría el marcador.
Que llegó sobre los 36 minutos de esa primera parte en una gran jugada colectiva, por ese circuito de juego que Ferreira a establecido de “El Criterioso” Oscar Gómez, Simón y Colacho como eje y con Perdomo y Teliz “ventilando” por los costados, gran jugada colectiva del eje y Simón ratifica el dominio conceptual rojo con una gran definición que enmudece al Priliac y hace oír las pocas voces rojas que había en el escenario deportivo de la frontera en “ralenti” porque costó darse cuenta que el balón anidaba en las mallas, mas por el grito y el festejo de nuestros jugadores que por propia percepción se festejó atrasado el gol rojo.
Chuy termino conmovido ese primer tiempo, frustrado y sorprendido porque 33 era mucho, muchísimo más.
Y creo sinceramente , que esa percepción le quedó en la cabeza a los hinchas locales, porque lo que pasó a los 10 minutos de esa segunda fase es difícil de explicar, lo contamos aparte, porque en el arranque del segundo tiempo Chuy, un cuadro luchador, metedor, limitado futbolísticamente pero temperamental, casi sin otros argumentos que las ganas y la verticalidad, obliga a Treinta y Tres a retrasarse y a los ponchazos le crea un par de situaciones que Dino Acosta de manera espectacular, hay una de ellas cara a cara con Santana que es extraordinaria Dino Acosta decía evitaba el empate pero Chuy empezaba a tener confianza y a largarse en busca del necesario empate.
Estaba viniéndose Chuy la prueba es el cambio de Correa por el generoso Eduardo Vázquez, veía Ferreira que se perdía el medio juego, cuando llega la incompresible actitud , sino es por lo que decía de la sensación de superioridad visitante en la primera parte o por el estado etílico o de drogadicción de un parcial local, que agrede desde la impunidad de la tribuna al línea Minuano y obliga al juez Navarro, de muy buen arbitraje a suspender el encuentro, no estaban dadas para nada, pese a la buena voluntad local, las garantías para seguir.
Así para la vuelta Treinta y Tres se vino de la frontera con los tres puntos e insisto en las sensaciones, con la noción de que la cosa esta agarrando fuerzas, igual no debe descansarse el elenco rojo, todo le ha costado esfuerzo y debe mirar justamente a su rival actual que pareció o parece no dimensionar el enorme esfuerzo que hizo al eliminar a los gigantes de la serie y creo que “se la creyó” por eso “el impactó” del final y del desarrollo.
Para la Roja del Olimar nunca nada fue fácil, tiene ventaja pero solo el esfuerzo le dará la recompensa.
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