martes, 24 de julio de 2012

Apertura 2012
Dedicado
Treinta y Tres campeón del Apertura.
Por Juan R. Silva

El apertura de la Liga de Futbol de Treinta y Tres  justicieramente ganado por el club Treinta y Tres de futbol, tras vencer en el partido atrasado a Yerbalense por 5 goles a cero fue dedicado desde el ingreso para el pequeño hijo del jugador albiceleste Gonzalo Lemes, llamado Juan Martin, que se encuentra enfermo en la capital de la República y al que su padre, el mejor exponente del equipo albiceleste en esta primera parte de la temporada, está acompañando y por lo cual no pudo estar presente en esta “final”.
El resultado exonera de casi todo análisis al partido, la goleada impiadosa del equipo decano, que arrancó el golazo de Yamandú Tabeira de tiro libre, poniéndola en el ángulo superior derecho del arco de Matías Gonzalez, fue simplemente el corolario de un partido donde el albiceleste ganó desde principio a fin y donde en defensa recién recibió algún problema al inicio de la segunda parte y un tiro desde lejos cuando estaba 3 a cero y dos jugadores menos Yerbalense, que además en el medio juego perdió constantemente ante un rival que lo superó en dinámica y recuperación cuando y como quiso, que también le ganó todos los duelos individuales y que atacando le creó a Yerbalense no menos de 10 oportunidades de gol claras, con lo que fue demasiado evidente que Treinta y Tres planteó, desarrolló y concretó un partido donde la concentración mental y física fue desmesuradamente distinta entre un equipo y otro.

Dice el que sabe más del futbol olimareño que “El Futbol es estados de ánimo”, yo creo que en las instancias decisivas de este campeonato, Treinta y Tres encontró el miércoles a un San Lorenzo desganado y en este partido del sábado a un Yerbalense demasiado “pasado de vueltas” por más que intentó siempre aparentar lo contrario, y como siempre se mantuvo en un estado emocional medio de seguridad y confianza, con ese poco (o mucho) ganó los dos partidos y se impuso en el primer torneo del año .

Tácticamente Treinta y Tres decidió recuperar agresivamente el balón en el medio juego y la salida de Yerbalense, ser expeditivo y muy veloz en los anticipos en defensa y luego como argumentó principal de ataque fabricar los espacios para el pique entrelineas de Sergio “el diablo” Velarde.

Le salió redondo, porque Yerbalense, que intentó predominar con su idea de juego, careció de cambio de ritmo cuando su medio juego dispuso del balón y ante el pressing rival en la media cancha, termino jugando pelotazos para Ruvira, por no encontrar velocidad ni sorpresa ante el retroceso de las líneas rivales.

Y así, luego del gol de Tabeira, que incidió en el tramite posterior, pero creo que más que nada en la psiquis de los albiverdes a los que la pelota “les quemó” todo el primer tiempo al extremo de pegarse una y otra vez pelotazos al intentar despejes y que falló en zonas primordiales, como lo muy en línea que marcaron en la zaga o las facilidades que encontraba por derecha Velarde en el duelo individual ante Martin Lago, Matías Gonzalez realizó un par de intervenciones en el primer tiempo fenomenales, sino el resultado debió ser fácil ventaja para el albiceleste y falló Yerbalense porque sus jugadores nunca pudieron “enfocarse” en el partido y su lectura y sobre todo porque debe entenderse que esa “baquía” se adquiere disputando finales como esa, Velarde por ejemplo pese a su juventud tiene “la cola pelada” de jugar instancias definitorias en nuestro futbol, en todas las categorías y a nivel de selecciones juveniles, y es lógico entonces que va a reaccionar con mucho más rápidez a la lectura problemática de situaciones de “stress” competitivo, porque tiene más herramientas que Martin, lo cual no quiere decir que sea mejor o peor jugador que el prometedor juvenil albiverde, eso en el deporte de competencia se llama “endurance” y ahí Treinta y Tres tenía ventaja ostensible este partido y tuvo la habilidad de hacerlo sentir.

Porque la venida del entretiempo no le dio justamente tiempo a Correa a cambiar las cosas, la expulsión de Martin Lago, ajustada a lo reglamentario (tenia amarilla y realizó un “agarrón” al endiablado Velarde que se filtraba a sus espaldas), mas el gol inmediato de Alejandro Pereira de media distancia, Pereira fue el mejor “reboteador y pasador” albiceleste en el partido y el gol fue justo premio, mas la siguiente expulsión a Lesi Rodríguez, que llegó tarde a un balón y cortó al delantero albiceleste con un golpe con la suela del zapato, conocido como deslizante y que el reglamento pena justamente con tarjeta roja, por uso excesivo de la fuerza, fueron golpes de nock out a Yerbalense, cuyo equipo cual la cabeza de un boxeador “groggy” se movía de un lado a otro sin poder hacer pie pese a la entrega encomiable y madura de Matías Islas, ingresado en esa segunda parte.

Y tal cual lo hemos visto varias veces en el elenco albiverde, cosa que además creíamos superada por el cuerpo técnico del equipo del Barrio Yerbal, una decisión equivocada desde la línea, yendo a buscar una pelota que se había ido afuera, sabiendo “Pepe” Correa que lo expulsarían, porque tenes que estar dentro del área técnica y el manejo de los tiempos es tarea del juez, genera, como varias veces anteriores, una reacción de un tercero, agresión de un par de jugadores de Yerbalense al Juez y al línea, que seguramente terminara en una sanción dura para ambos y me queda claro que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra y digo esto porque enseguida me acorde de Steven Lago (jugador sancionado con dos años de suspensión por agredir a un juez, muchacho este que además nunca más volvió a jugar, justamente cuando los Correa eran técnicos de Treinta y Tres, ¿¡que paradoja no!? ).
2º gol de Yamandú Tabeira.

Así se termina el partido porque el resto estuvo de mas, el tercer gol de Velarde y los dos de Yamandú Tabeira que pusieron cifras definitivas, aprovechando que Yerbalense se había alienado totalmente con un arbitraje que no fue en ningún momento determinante, envuelto en la manija de su entorno que una y otra vez lo perjudica, la mas de las veces por ignorancia y que lo pudo realmente poner en problemas mayúsculos, porque las agresiones de su tribuna a la terna, verbales y físicas ( tirándole petardos y frutas), el miedo que vimos en las lagrimas de alguna familiar de un árbitro, la actitud reprobable de algún jugador de escupir la Copa, que homenajeaba a uno de los deportistas mas buena gente de la historia futbol olimareño, por lo menos a mi me dieron mucho dolor reitero, porque yo a diferencia de lo que puedan decir otros que recién “se hicieron hinchas” de esa camiseta y son tan fundamentalistas, yo si me acuerdo cuando a Yerbalense lo querían todos en el futbol de Treinta y Tres, yo estaba en ese tiempo en el futbol, es mas mi hijo jugó en Yerbalense y era un equipo reitero muy querido, lo que hicieron algunos de los que se dicen ahora recontra hincha de Yerbalense ensucia su historia y esperó sinceramente que “la autocritica”, esa palabra tan ignorada en nuestro futbol, se pose sobre las cabezas de los lideres de este equipo y razonen que lo que hicieron el sábado esas personas en nombre de su equipo fue de malos perdedores, de malos deportistas y lo asuman y se arrepientan , entonces si serán dignos de llamarse hinchas del equipo del barrio Yerbal.

Pero el festejo mesurado de Treinta y Tres contrastó con los hechos albiverdes, sabiendo que este es el primer paso de una carrera muy larga, sin ni siquiera pensar en la vuelta olímpica por ejemplo y la serena alegría de su cuerpo técnico y sus jugadores me hicieron pensar en aquella famosa cita “A un equipo lo hace grande su gente”, Treinta y Tres es un grande del futbol olimareño, los 24 títulos locales y el único interdepartamental de nuestra historia aparte, jugando bien (como este sábado) o más o menos , este Apertura lo muestra.

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