miércoles, 24 de octubre de 2018

Partido Raro.


Por Juan R. Silva

Lavalleja 2 ( Pablo Brun y Danny Viera)
Peñarol 1 ( Oscar Muraña)

Los partidos no se merecen, se ganan o se pierden por los goles.
Lavalleja hizo con complicidad de errores defensivos e individuales de Peñarol los goles e importa poco si Peñarol mereció algo más.
Lo cierto es que el militar puso lo que mejor puede hacer, dar la vida en cada pelota, ser ordenado atrás afirmado en Noble y Brun, con un Enzo Taño que sobre todo en el segundo tiempo tuvo un rendimiento superlativo, con esa “rara” posición del Gato Larronda de half izquierdo como en las selecciones del “Macaco” Ubilla, haciéndole un cambio de idea radical entre el primer y segundo tiempo al medio juego porque resistió al principio con  Praiz y Alvarito Machado y en la segunda parte puso al Gabi Cotto y a Jon Hernández que marcan menos pero que tienen mas criterio a la hora de jugar.
La contundencia del militar para aprovechar los errores rivales también fue otro punto a favor si bien en le primer gol Pablo Brun tuvo fortuna el segundo gol también tuvo el oportunismo de Danny Viera, es decir Lavalleja dentro de lo que tiene hizo las cosas podríamos decir que bien, porque es cierto también que tanto Silvera como Pérez fueron figuras en la meta del tricolor.
Pero debo decir que tampoco Lavalleja fue un ballet, tuvo mucha imprecisión a la hora de tener la pelota, no fue punzante en ataque pese alas ganas de Viera y de Valdivieso porque la pelota llegaba siempre sucia y para pelearla en el cuerpo a cuerpo antes defensas que estaban parados de frente.
Y sobre todo es muy limitado del equipo militar a la hora de tener el balón con criterio casi siempre sucumbe a la tentación de la facilidad de tirar un pelotazo fuerte y para arriba haciendo que tenga que defender todo el tiempo casi.

Pero Peñarol que, primer detalle importante, intento jugar mas “a los pases”, con mas volumen de juego, con mas confianza en la salida sobre todo tuvo una tarde bastante aciaga en lo que se refiere a rendimientos individuales.
Es clarísimo que no estaba “cómodo” Peñarol con la situación, el cambio de Stopira (un técnico que “reacciona”) a Marcelo Ferreira (un técnico que “propone”) le genera una confusión y una incomodidad a los jugadores aurinegros, quienes propiciaron con su decisión, así lo dicen todos los actores, el alejamiento de Raúl Santana.
Y fue mas que claro que al equipo le cuesta y le va a costar mucho este cambio en medio de la correntada, algo que dicen todos los libros que no se debe de hacer, pero que es moneda común en el futbol olimareño hoy.
Porque esto significa el triunfo de una de las líneas de juego que el año pasado convivieron y que muchas veces fueron la causa de las dudas del equipo en algunos resultados adversos.
En este partido además y lo reitero el azar no estaba del lado carbonero y ya en ese primer tiempo con un gol de espalda de Pablo Brun aunque primaba en el tramite Peñarol no mostraba coherencia entre las líneas y sobre todo en la forma. Cada quien quería “inventar” una forma.
Peor cuando pese a la temprana en el segundo tiempo, expulsión de “Fede” Praiz, el Danny Viera aprovecha errores en el fondo aurinegro y pone el 2 a 0, la ventaja era importante.
Ciertamente que el ingreso de David Díaz y Muraña se adapta más a lo que le gusta jugar a Ferreira, con desbordes por afuera y transiciones más rápidas  Peñarol seguía protagonizando el partido pero demorando demasiado las decisiones y eso permitía la tricolores, con Bautista ayudando al “Gato” y Enzo Taño haciendo el partido perfecto.
Siempre una pierna, un cuerpo, un cierre militar que ciertamente estaba en su salsa, defendiendo a pura intensidad física y con superioridad numérica en espacios chicos.
Porque ahí a fuerza es muy difícil ganarle a Lavalleja  “en el Parque el que gana los trancazos gana el partido.
Pese a que en el único cambio vertical a “la pasada” Muraña entrando por derecha decreta el 1 / 2  Peñarol insistía en la habilidad de Nico Gutiérrez pero reitero también  es difícil, lo se, cuando hay tanto trafico en los últimos 16, 50 y el azar no quiere nada con vos.
Así con algún tiro en el horizontal, alguna atajada de Pérez, algún cierre “in extremis” de los defensas, con un Peñarol desesperado por empatar el final del partido encontró a los dirigidos por Ferreira hechos un manojo de nervios que su tribuna pese a apoyar solo apuraba mas.
No hay merecimientos en el futbol, Lavalleja hizo lo suyo Peñarol no pudo concretar su dominio y queda lejos en la tabla ya depende, en este torneo, de otros resultados.







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