miércoles, 26 de julio de 2017

Campeonato Apertura 2017

 Goleada.

Por Juan R. Silva

25 de Agosto 3 (Luís Silvera, Julio Romero y Anthony Acosta).
Treinta y Tres 0.

Gano 25 de Agosto, es mas goleó sobre el final es cierto, pero el marcador magnifica un resultado que fue totalmente ajustado a lo que se vio.
 Un equipo ; el albi rojo que ha logrado adaptarse a lo que mejor puede hacer, con un planteo de 4 /3/3 prácticamente aunque José Cáceres se pare como volante derecho, pero  que en su simpleza y practicidad  (muchos jugadores “grandes”, experientes)  que con una voz de mando clarísima en Anthony “gordo” Acosta desde el fondo le dan a ese joven y muy buen arquero Olivera una seguridad y una confianza que cuando comenzó justamente en el Treinta y Tres no tenia.
Un cuadro este dirigido por Sigales y Ceballos, que no hace cosas raras ni propuestas innovadoras, es un equipo compacto, que esta entrenado, con jugadores como el mencionado Acosta, Segovia y Romero que manejan bien los climas y los espacios para defender, entendiendo que lo primero es “el cero en nuestro arco”, que se juntan bien y “tapan la luz del arco” haciendo que el resto del equipo esta bien parado si no los desbordas técnicamente y a partir de esa solidaridad lanzar a los 3 puntas antedichos con el detalle de Cáceres que siempre arranca de 8 pero que es un delantero naturalmente.
Entonces si tiene precisión en ese pase largo a partir de la recuperación, lo tiene cuando Acosta lanza después no es muy seguro hay que aclarar sino cualquiera puede pensar que es cuestión de meter “la asistencia mágica” y ese es un detalle a corregir en los del barrio 25, endulzados por el poder ofensivo de sus delanteros muchas veces el resto de los chicos del Abasto creé que también puede meter ese pase y no es así, con visión periférica y pegada se nace y dados  las formas de entrenamiento en nuestro medio no es para cualquiera esa responsabilidad, cosa entendible además en el profesionalismo pasa lo mismo, todos creen que si ven el espacio la pueden poner ahí y reitero no es así, hay que perfilarse bien por ejemplo y eso lo marca la rodilla y el pie de apoyo a la hora de golpear y si no traes incorporada esa lectura pasa que apuntas para allá y sale para acá, pero reitero es un fundamento que se trae, lectura de juego se llama y el jugador que tiene la humildad de hacer las cosas para las que esta capacitado ese es un jugador de equipo que juega para ganar, el tema en Treinta y Tres es que todos “juran” Riquelme y no es así.
 Entonces la propuesta realista, ajustada a su plantel y solo “dinamitable” a través de “creerse” lo que no son  o de sus “desajustes temperamentales” cuando se enojan, de los propios jugadores albi rojos, es de lo mas consistente hoy en nuestro futbol.
 Y encontró a un Treinta y Tres, que salio a presionar alto, pero totalmente desajustado entre las líneas, con jugadores sobre todo en defensa que tomaban riesgos innecesarios para querer asegurar  la salida de su equipo pero que dada la peligrosidad del ataque rival solo le quitaba seguridad al equipo.
Porque a partir de eso y de la expulsión de Maguna cuando el partido estaba 1 a 0, con gol de lo que hasta el momento es una de las revelaciones del campeonato Luís Silvera, un volante por izquierda de 25 de tranco largo, cambio de ritmo y dinámica, Treinta y Tres entró en la telaraña que le planteaba 25 de ir por el medio y jugar en la zona donde mas fuerza tiene los de la Abasto, por el medio y con pelotas filtradas, ideales para el corte de Acosta, solo como todo este campeonato, con Tabaré Sosa “tocado” físicamente, como un jugador que hiciera algo distinto en Treinta y tres.
Pero la ansiedad le empezó a jugar en contra a los de Paz, se venían mas en  la segunda etapa a ese cuello de botella que planteaba 25, que tiene una columna vertebral muy fuerte y al lugar  que  los dos laterales Segovia y Díaz arrean a los rivales a base de su experiencia.
El tema disciplinario y la facilidad que tiene para los árbitros sacar una tarjeta contra 25 lo complico un poco en un partido que tenia controlado, algo que su parcialidad potencia porque “se mete mal” cuando en esto hay que ser inteligente, nunca vi un juez, nunca vi a un juez heeee cambiar un fallo por un grito, si he visto y veo muchos  colegiados “matar” un equipo a partir de “la boquilla” de uno de afuera que se quiere hacer ver.
Esto es un aspecto que un cuadro que quiere pelear arriba tiene que tener claro
AUNQUE DUELA DEBO DECIRLO, PORQUE ES LA REALIDAD: HAY “CUADROS GRANDES” Y “CUADROS CHICOS”  EN TREINTA Y TRES A LA HORA DE “PELEAR” UN CAMPEONATO  Y LOS TITULOS LO MARCAN, ESO PESA Y MUCHO Y NO ENTEDERLO Y TRATAR DE CAMBIARLO A LOS GRITOS ES UN ERROR, TERMINAS SIENDO “UN LLORÓN” MAS DE UN FUTBOL MUY “LLORON” FACIL DE EDINTIFICAR Y FACIL DE “MATAR”, SI VAS A IR ANDA HASTA EL FINAL IR PARA QUE TE VEAN ES MATAR A TU EQUIPO… Y PARA ESOS “AGUANTADORES” ESTA DEMOSTRADO VIENE CUALQUIERA DE AFUERA Y NOS PEGA TRES GRITOS Y QUEDAMOS CALLADITOS (SON CONTADAS LAS EXCEPCIOMNES) Y NO TENGO QUE DECIRLES QUIEN SON , LOS SALUDO TODOS LOS PARTIDOS.
Entiendo el aliento su equipo y la sensación de injusticia por un fallo “direccionado” pero la incapacidad de solucionar el tema y escudarse en “la llorada” es una marca de nuestro futbol…esa es una de las razones de que  no ganamos nada…”ustedes”: los llorones de todos los cuadros., hay que tener rebeldía ante la adversidad…no excusas.
 La expulsión de Larrosa igualó el numero de jugadores en cancha pero siempre era mucho mas compacto 25 de Agosto, que sobre el final encontró en dos contragolpe bien terminados, porque Tabarez y Saulle hicieron  surcos en cancha todo ese segundo tiempo errando goles poco creíbles.

 Con todo el empuje de su historia pero con toda la confusión de su presente Treinta y Tres fue descontrolado y en una contra con Larrosa incluso en el área rival, el interminable Julio Romero, con pasado muy cercano en los afectos a la institución decana, se manda un “pique” de 80 metros!!! de área chica a área chica y termina definiendo sutilmente por sobre el defensa Bautista que era el ultimo solo contra 3 jugadores de 25 que se venían, un desorden total el albiceleste.
 Y el penal final fue otra muestra de que nadie defendía ya en Treinta y Tres, la definición de  "el gordo” Acosta fue tan perfecta y rotunda como su tarea en el partido, en la adicción  25 encontró lo que mereció todo el partido.

Un triunfo que lo pone arriba.

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