Campeonato Apertura 2017
“Las tres G”.
Por Juan R. Silva
Peñarol 4 (Cristian Gutiérrez x 2, Martín Ávila y Oscar Gómez)
Treinta y Tres 1 (Víctor Goldaracena).
Peñarol ganó, gustó y goleó la tarde de domingo 2 de Julio
en el viejo, querido y mítico escenario de la Avenida Brasil.
Los dirigidos por Santana hicieron pesar su enorme poder
goleador, el que trabajaron con gran entusiasmo en el periodo de pases y el
equipo que mejor se reforzó en la preparación de la temporada 2017 dejó en
claro su enorme poder de concreción, tres veces llegó en el primer tiempo y convirtió
dos goles, muy parecidos: recuperaciones
en el medio juego donde Peñarol puso a Araujo ( de gran partido) de 5 a Oscar Gómez de 8 y Jiménez de
10 y a partir del despliegue de ellos 3 y su descarga rápida y vertical Peñarol
encontró una forma fácil y veloz de acercarle la pelota a Nico Gutierrez, Ávila
y Cristian Gutiérrez.
Treinta y Tres le hizo fácil este planteo de recuperación
agresiva en el medio porque pese a intentar hilvanar juego corto y por fuera la
imprecisión de sus volantes lo obligaba, al decano a correr detrás de la pelota
permanentemente porque sus perdidas “no forzadas” dejaban a todo el equipo por detrás
de la línea de la pelota, en ese panorama solo el juego de Tabaré Sosa le permitía
descansar el equipo decano y el mismo “Taba” ensayando de media distancia
terminaba las jugadas.
Peñarol juega a algo simple y conciso muy de su pragmático técnico
Raúl Alfredo Santana “Cabezón Stopira” defensa segura con dos zagueros potentes
y sobre todo con la precisión en el despeje de Diego Edsón “El Bombón” Barbosa
que saltea prontamente líneas, con jugadores que hacen zona pero que si tiene
que seguir hombre como Cuello y Brun se las arreglan sin problemas y que no
andan tratando de armar juego sino que primero la sacan y después si hay
espacio juegan.
Con mucha aceleración y subida por izquierda donde esta Becerra de gran partido también, el medio es
netamente de recuperación y juego largo, es difícil (mas que nada cuando entra
Wilfredo Aquino) que Peñarol tome riesgos en el medio sabe que lanzando rápidamente
a los 3 de arriba a los rivales le será muy difícil contenerlos y solo la imprecisión
en las habilitaciones, donde quizás Gómez puede hacer una asistencia potabe, sería un
ítem a corregir.
Entonces el mirasol
con un juego “directo al rumen” prontamente obtuvo la ventaja, recuperaciones
altas de Cuello primero y de Oscar Gómez después, lanzamientos largos de 25 0 30 metros y maniobra individual
en velocidad de los goleadores Ávila y Gutiérrez, simple, practico…“directo al
Rumen”.
El segundo tiempo trajo a un rebelde Treinta y Tres
queriendo rebelarse contra su realidad con una superación en su rendimiento de Rodrigo
Segovia, su conexión con Tabaré Sosa produjo algunas cosas interesantes y el
oportunismo del eterno goleador Víctor “Gatogol” Goldaracena ponía el 1/ 2.
Pero primero la parte física, que sintió el decano, segundo la
expulsión por doble amarilla de Nando Acosta que no solo lo dejaba con uno
menos al albiceleste sino sin su más fuerte recuperador de rebotes donde había
emparejado a Peñarol.
Y tercero: el ingreso
de Wilfredo Aquino le dio, además de esas dos cosas importantísimas y favorables
a los mirasoles, decía que Aquino le da mas precisión aun en los pases largos y
una asistencia suya y una jugada individual de muy buena técnica de Oscar Gómez
sellaron el resultado.
Casi sin darse cuenta
Treinta y Tres parpadeaba y Peñarol le hacia un gol y eso es muy difícil de
asimilar, porque no eran 4 goles la diferencia pero si el poder de fuego y de
concreción de Peñarol era 4 veces superior.
La expulsión de Rodrigo Moreira termino el partido y
Cristian Larrosa que pese a lo abultado de la derrota fue figura en el decano,
tapó un par de pelotas mas.
Peñarol simple, práctico con un gran poder goleador logró 4
goles y en el primer partido de año ante un seguro animador como es el decano
Treinta y Tres: ganó, gustó y goleó.
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