martes, 27 de octubre de 2015

Campeonato Departamental

Un Juego Físico.

El primer tiempo de Peñarol fue tan bueno como todos los primeros tiempos del equipo aurinegro en casi todo el campeonato, es más si los partidos terminaran a los 45 minutos Peñarol tendría sin dudas un equipo para pelear allá arriba, pero como le ha pasado todo el año, esa ventaja conseguida en el primer periodo se fue diluyendo en el transcurso y en el resultado y a pesar de que los últimos minutos sitió al elenco decano contra sus últimos 20 metros, al victoria decana es incuestionable y debo decir claramente fue prevista por la mayoría  de los  asistentes al arque en la etapa que decíamos donde el dominio aurinegro era real y claro.
Peñarol basaba su dominio en la primera mitad y su ventaja de uno a cero con gol de  penal de Nicolás Gutiérrez en un buen trabajo de Alvez, seguro y firme en los centros y la muy buena labor que Mario Carrasco y los dos sttoper de Peñarol hacían en defensa, firme Domizain y muy concentrado Facundo Cuello al extremo de borrar, ene se primer tiempo al más peligroso exponente albi celeste el veloz e incisivo Velarde, que regresaba luego e su ausencia clásica.
El doble 5 de Peñarol, Rosas y Arismendí sin repetir el excelente partido que hicieron ante Huracán dominaban el partido, lo manejaban por más precisión y manejo de los tiempos  y dominaban a la nutrida media cancha del decano, que perdía ante el toqueteo de los aurinegros y luego apelaba casi siempre a largos traslados individuales y pelotazos no muy precisos, molestos los volantes del equipo de Alzugaray por el superior manejo y tenencia de los mirasoles y aunque por afuera parecía emparejarlo igualmente la fluidez del juego aurinegro desequilibraba en esa primera etapa los albi celestes y Peñarol generaba allí su superioridad, porque además el juego de los dos armadores Gutiérrez y Milder al tener un delantero como Hernández , que va a todas con una velocidad y agresividad interesantes realmente, les permite vertical izar y Peñarol es más peligroso claramente que en el campeonato Apertura.
Ante este buen primer tiempo rival Treinta y Tres estaba lejos de su nivel o de su mejor nivel visto en el Apertura.
Era dominado y sometido por Peñarol en el medio juego, extrañaba la precisión de Moreira para habilitar en largo y los achiques de la línea de Peñarol, impecablemente manejados por Carrasco, hicieron que Peñarol mereciera quizás algún gol más y sobre todo que la frustración e impotencia campeara en tiendas albi celestes.
Pero el futbol es un juego físico y las energías y sobre todo el físico de los jugadores aurinegros, eso es evidente, basta mirar sus figuras, empezaron a decaer y a pasarle factura claramente, más: la bajada del Colón que sería nuevamente el jugador 12 del partido.
Y Treinta y Tres con mucha convicción, su principal valor hoy, fue a buscar dar vuelta el partido y ganar unos tres puntos que parecían realmente difíciles en los primeros minutos.
 Alvez en alguna oportunidad, Carrasco y el buen trabajo de Cuello intentaron capear eso pero el tema físico hizo defender muy cerca de su área a él aurinegro y un tiro libre de buena ejecución de Velarde, que sorprende a Alvez, para mi hubo un jugador aurinegro que le erra al balón el cabezazo en el primer palo hizo que Treinta y Tres empatara y enseguida una jugada individual del mismo Velarde con una definición extraña al primer palo dan vuelta el partido.
Treinta y Tres era un equipo intenso, sin mucha precisión pero intenso, iba por los costados con Bautista sobre todo y Alfaro haciendo el dos uno y el aurinegro era vulnerado, Arada activa tardíamente para mi e ingresa a Da Silva y pasa a jugar con tres volantes centrales, pero excluye a el jugador con más despliegue que tenía en el medio juego su hijo Diego y eso prácticamente que deja sin posibilidades de respuesta a Peñarol, que sin jugador de traslado rápido, termina tirando pelotazos largos para Da Silva y Hernández pero que se le hicieron muy fáciles a un Maguna que volvía en la posición donde se siente mas cómodo.
Igual los últimos minutos de Peñarol con un Nicolás Gutiérrez otra vez exuberante, fueron de pura rebeldía y merodeó el área decana pero con el simple recurso de dejar muchos jugadores cerca de su arco y la segura defensa de Cristian Larrosa Treinta y Tres pudo llevarse los tres puntos.

Treinta y Tres a caído en su nivel futbolístico, siente sin duda alguna la entrecortada actividad olimareña, ahora empieza a sentir y a valorar lo que había conseguido en el primer campeonato , ese ritmo, ese training de partidos y sobre todo ese control de ansiedad que lo hacía estar en partidos aun con el problema de las expulsiones, hoy Treinta y Tres tiene una forma física que le permite estar en partido y la suerte del campeón, esa que a pesar de no jugar bien ni cerca le permite conseguir el resultado y que la barra le ha puesto “la suerte del Campeón”.

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