jueves, 22 de noviembre de 2012


Previsible
Por Juan R. Silva
Huracán 2 - San Lorenzo 0.

El candidato ganó claramente  un partido que solo tuvo algo de complicación hasta el primer gol albo.
Porque esta versión Play Off de San Lorenzo es notablemente  carente de rebeldía futbolística como para cambiar un resultado y un trámite adverso cuando esa es la posición de los dirigidos por Ubilla.

Arrancó mejor en el aspecto de la tenencia San Lorenzo, aunque la ocasión mas clara fue para Huracán de la mano de la habilidad de Simón Mier, quien fabricó a puro impulso individual una jugada que termino desviando el disparo de gol pero insisto y que quede claro el propietario del dominio  territorial era el santo.
Solo que del “laboratorio” de Dardo Daniel Pereira salió un córner bien servido al primer palo del arco de Alvez y un anticipo ofensivo de Barrera que desvía el balón y el manotazo fallido del arquero y la ausencia de un defensor en el segundo palo propician la apertura alba.
Y ese gol le dio el escenario que el equipo del globito necesitaba para imprimír su sello, Huracán reduce espacios a sus espaldas como estructura defensiva y prácticamente que pega su línea de volantes  ella , sometiendo a todo rival que ingrese en esa zona del campo, desde el borde del área defensiva hasta la línea media, a un pressing sobre la pelota y los apoyos, que le permite recuperar el balón y luego desdoblarse en ofensiva sobre todo con el recorrido de los dos aleros, en este caso Robert Piriz y Diego Graví, o en filtrar  esa recuperación para los piques, con mucho espacio favorable por el adelantamiento rival, de Díaz.
Eso mas el “Laboratorio” de las jugadas de pelota quieta y cuando se reducen los espacios la habilidad de Simón para  cambiar el ritmo, son las opciones en ofensiva de Huracán, tan simple y tan efectivo como eso, por eso los partidos donde el elenco de Pereira es atacado desordenadamente son los más favorables para Huracán.
 San Lorenzo lo sabía, por eso apenas absorbió el gol, trató de ordenarse y no se “regaló”, esto mas el retraso  invitador de  Huracán hizo que el partido entrara en un rato largo de escarceos ofensivos sin profundidad ni precisión, casi sin agresividad futbolística, que solo nos hicieron llegar al entretiempo.
El ingreso de Martin Ávila logró activar algo más de rebeldía ofensiva en San Lorenzo, que obligo a un par de buenas intervenciones de Vicentino, pero nunca dio la impresión de que San Lorenzo “quemara las naves”, insisto que si el azulgrana se hubiera venido  descontroladamente como lo “invitaba” Huracán al darle la pelota seguramente las contras albas habrían sido mucho más profundas, pero el elenco de Pereira se contenía porque aun perdiendo San Lorenzo no se regalaba.
 Poco a poco se fue desordenando el elenco de Ubilla, el cansancio también hacia lo suyo y en un error grande de la zaga azulgrana en un contragolpe, Luis Díaz corrió 30 metros solo para definirle a Alvez cara a cara, lo planeado.
San Lorenzo  perdió a partir de ahí, la poca confianza en sus propias fuerzas y solo hubo que esperar algún otro gol, que no llegó porque Huracán “moderó”  su juego y sus energías ya pensando en el partido del sábado, ante un San Lorenzo que me dio la impresión que no solo  quería que se terminara la serie, sino mas bien el campeonato y solo encontró algo de respuesta anímica en Eduardo Álvarez y Rodrigo Segovia mas Alzueta y Maguna pese a su desorden.
La serie parece echada, la vuelta de Jorge Alzueta puede activar algo más a San Lorenzo pero aquella última imagen que les dije me sigue pesando, aquella que  San Lorenzo quiere que todo termine.
Huracán sigue camino, pragmático, seguro, algo amarrete pero muy confiable, cada partido más confiable, sin brillo, ese que los nombres de su plantel parecieran insinuar, pero cada vez mas lustrando su “chapa de candidato”.

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