Poco…
Por Juan R.
Silva
Olimarudo
Vaca Azul 0
Unión Barrio Coya 0.
A ver, si entiendo que la actualidad de
uno y de otro es esto, esto y nada más, quizás un poco más La Vaca (la actualidad), en
este partido sintiendo la falta de los “experientes” Villar y Mieres, pero jugaron
poco o casi nada los dos equipos, pero… no quiero ser “apocalíptico”, respetando
el esfuerzo de toda la barra (por algo me quede hasta el final cuando todos se
iban a mirar a Uruguay) así que seré bueno.
Dentro de
eso y reitero, sintiendo la falta de Pedro y Cristian, los lideres “anímicamente
hablando” de este equipo rosado, sin tampoco Camilo Sosa (accidentado el día
anterior) pero con lo de los dos
experientes , que empujan y empujan, quedando solo Vázquez en el medio para la
lucha, Barrio Coya superaba a los rosados en ese primer tiempo.
En el parque el que gana los trancazos gana el
partido, dice una ley de esas que se han hecho verdades absolutas en el futbol
del pueblo que se quedó a dormir al lado del rio y el Coya, con línea de 5 en
defensa, con Urrustí haciéndole hombre a Diego Sosa y Federico Cabrera copando,
cuando podía y le daba el físico, el
medio juego, ganando en todos los trancazos y los centros frontales.
El problema
empezaba para el Coya cuando tenía el balón, porque la buena lectura del Fede García
lo ponía al equipo siempre antes en todos los rebotes y ahí apenas algo del
manejo de su hermano Tocho García y del
siempre amenazante Santiago Alonso.
En el primer
tiempo solo algo entonces de Santiago tirándose a los laterales, con un Juan Gonzales
exigiéndose al máximo, porque por los costados,
sobre todo por la derecha del Olimarudo el Coya encontraba falencias.
Pero con muy
solo Alonso, era igual en la primer aparte poco más del Coya. La Vaca defendía
como podía y en ofensiva, todos eran “lanzadores” para Sosa y la verdad es que
esto amerita un pequeño comentario de nuestra parte: el error más frecuente en nuestro futbol es
justamente creer que no se juega en el parque Colón a las 4 de la tarde con 12
personas de público, el jugador olimareño, fruto de una cultura de soñadores y poetas,
cree en su gran mayoría que un día, como en Goal, vendrá Abrahimovich , el magnate
ruso del Chelsea y luego de bajar en el Colón en su helicóptero se lo llevar a
jugar en el futbol Ingles “donde merece estar” , porque si…porque es el… es
decir no entiende que juega poco, que entrena menos y que apenas si pisa la cancha en un futbol que
nunca ganó nada, le falta humildad, le gusta soñar despierto…es cierto hay excepciones..las
menos…ha y me olvidaba y que el único que puede hablar algo del es Futbol Loco
porque el resto seguramente la semana que viene…ni se acordara sino es “su
amigo” y lo invita a tomar y a comer.
Entonces, y
lo digo por los jugadores de la Vaca, en vez de entender que el jugador con precisión
para pegarle a una bocha y que recorra 30 o 40 metros y le llegue a Sosa es uno
solo y que no hay que saltearlo, sino que hay que darle la bocha con ventaja y “redonda”
no girando para todos lados, el jugador de la Vaca, casi todos he, siente que
es “Riquelme” y empieza a buscar el pase mágico, no le importa si nunca en su
vida acertó un pase de 10 metros, EL debe ganar el partido habilitando a Diego
Sosa y el pobre Diego Sosa, que es un jugador desequilibrante , ve venir 450
misiles, dándose vuelta en el aire, arrancándoles los pelos a los defensas rivales y la “excusa
ideal” es “los otros no meten” por los
que acompañan a Sosa…¡¡¡que van a meter si pesan 30 kilos mojados… y vos se la
das para trancar con defensas que están de frente papá!!! …pero como son gurises…así
es fácil.
Los jugadores de la Vaca deben entender que
para jugar a “ponerla” hay que ser preciso y que ellos no lo son.
Y así sobre todo en el segundo tiempo, cuando
Eduardo Vázquez ganó el medio juego, por arriba y por abajo, porque Barrio Coya
sacó a Alonso y su cuadro “partido”, con 5 defendiendo y 5 atacando se quedó
sin energía y ni actitud, conformándose con el empate, cuando Vázquez ganó el
medio, nunca encontró a que jugar, siguió tirándosela a pelear a Sosa y la línea
de tres del Coya con un “Fede” García que pese a sentir mucho físicamente el
partido entiende el juego y el manejo de los espacios, se deglutieron con
facilidad los pocos “bochazos” que acertaban meter dentro de la cancha los rosados.
Poco o casi
nada, Alonso en el Coya, el Fede con su lectura del partido, las ganas del resto, Sosa (al
borde de la expulsión sobre el final) un gol errado clarísimo por Segovia en final del partido, Vázquez en el segundo tiempo…las ganas del resto.
Poco en todos los sentidos, reflejo de sus realidades, 5 puntos en 4 partidos…sobre viviendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario