lunes, 15 de junio de 2015

Poco…

Por Juan R. Silva
Olimarudo Vaca Azul 0
 Unión Barrio Coya 0.
 A ver, si entiendo que la actualidad de uno  y de otro es esto, esto y nada más,  quizás un poco más La Vaca (la actualidad), en este partido sintiendo la falta de los “experientes” Villar y Mieres, pero jugaron poco o casi nada los dos equipos, pero… no quiero ser “apocalíptico”, respetando el esfuerzo de toda la barra (por algo me quede hasta el final cuando todos se iban a mirar a Uruguay) así que seré bueno.

Dentro de eso y reitero, sintiendo la falta de Pedro y Cristian, los lideres “anímicamente hablando” de este equipo rosado, sin tampoco Camilo Sosa (accidentado el día anterior)  pero con lo de los dos experientes , que empujan y empujan, quedando solo Vázquez en el medio para la lucha, Barrio Coya superaba a los rosados en ese primer tiempo.
 En el parque el que gana los trancazos gana el partido, dice una ley de esas que se han hecho verdades absolutas en el futbol del pueblo que se quedó a dormir al lado del rio y el Coya, con línea de 5 en defensa, con Urrustí haciéndole hombre a Diego Sosa y Federico Cabrera copando, cuando podía y le daba el físico,  el medio juego, ganando en todos los trancazos y los centros frontales.
El problema empezaba para el Coya cuando tenía el balón, porque la buena lectura del Fede García lo ponía al equipo siempre antes en todos los rebotes y ahí apenas algo del manejo de su hermano  Tocho García y del siempre amenazante Santiago Alonso.

En el primer tiempo solo algo entonces de Santiago tirándose a los laterales, con un Juan Gonzales  exigiéndose al máximo, porque por los costados, sobre todo por la derecha del Olimarudo el Coya encontraba falencias.
Pero con muy solo Alonso, era igual en la primer aparte poco más del Coya. La Vaca defendía como podía y en ofensiva, todos eran “lanzadores” para Sosa y la verdad es que esto amerita un pequeño comentario de nuestra parte:  el error más frecuente en nuestro futbol es justamente creer que no se juega en el parque Colón a las 4 de la tarde con 12 personas de público, el jugador olimareño, fruto de una cultura de soñadores y poetas, cree en su gran mayoría que un día, como en Goal, vendrá Abrahimovich , el magnate ruso del Chelsea y luego de bajar en el Colón en su helicóptero se lo llevar a jugar en el futbol Ingles “donde merece estar” , porque si…porque es el… es decir no entiende que juega poco, que entrena menos y que  apenas si pisa la cancha en un futbol que nunca ganó nada, le falta humildad, le gusta soñar despierto…es cierto hay excepciones..las menos…ha y me olvidaba y que el único que puede hablar algo del es Futbol Loco porque el resto seguramente la semana que viene…ni se acordara sino es “su amigo” y lo invita a tomar y a comer.
Entonces, y lo digo por los jugadores de la Vaca, en vez de entender que el jugador con precisión para pegarle a una bocha y que recorra 30 o 40 metros y le llegue a Sosa es uno solo y que no hay que saltearlo, sino que hay que darle la bocha con ventaja y “redonda” no girando para todos lados, el jugador de la Vaca, casi todos he, siente que es “Riquelme” y empieza a buscar el pase mágico, no le importa si nunca en su vida acertó un pase de 10 metros, EL debe ganar el partido habilitando a Diego Sosa y el pobre Diego Sosa, que es un  jugador desequilibrante , ve venir 450 misiles, dándose vuelta en el aire, arrancándoles  los pelos a los defensas rivales y la “excusa ideal”  es “los otros no meten” por los que acompañan a Sosa…¡¡¡que van a meter si pesan 30 kilos mojados… y vos se la das para trancar con defensas que están de frente papá!!! …pero como son gurises…así es fácil.

 Los jugadores de la Vaca deben entender que para jugar a “ponerla” hay que ser preciso y que ellos no lo son.
 Y así sobre todo en el segundo tiempo, cuando Eduardo Vázquez ganó el medio juego, por arriba y por abajo, porque Barrio Coya sacó a Alonso y su cuadro “partido”, con 5 defendiendo y 5 atacando se quedó sin energía y ni actitud, conformándose con el empate, cuando Vázquez ganó el medio, nunca encontró a que jugar, siguió tirándosela a pelear a Sosa y la línea de tres del Coya con un “Fede” García que pese a sentir mucho físicamente el partido entiende el juego y el manejo de los espacios, se deglutieron con facilidad los pocos “bochazos” que acertaban meter dentro de la cancha los rosados.


Poco o casi nada, Alonso en el Coya, el Fede con su lectura  del partido, las ganas del resto, Sosa (al borde de la expulsión sobre el final) un gol errado clarísimo por Segovia en final del partido, Vázquez en el segundo tiempo…las ganas del resto.
Poco  en todos los sentidos, reflejo de  sus realidades, 5 puntos en 4 partidos…sobre viviendo.



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