El Ultimo caudillo.
Adaptación del texto “El Caudillo”
¿Qué sería
del fútbol sin caudillos?
Uruguay tuvo, casi desde sus orígenes, caudillos que
guiaron a su gente, equivocadamente o no. Su influencia empezó en pueblos,
llegó a ciudades, a los departamentos, al Pais… Pero un día, su influencia
comenzó a menguar y la pregunta fue …¿dónde están ahora los caudillos? … y la
respuesta la trajo la gente…”En la cancha”.
Populares,
pasionales, territoriales, leales, aguerridos estrategas, temperamentales; eso
es lo que fueron a lo largo de nuestra historia. Carisma, capacidad, liderazgo,
extroversión, exposición son palabras que los acompañan en los libros de
historia y, ahora, en las notas periodísticas. Empiezan en el arco, en la zaga
central, en el círculo central o en el área rival; su influencia pronto se
extiende a toda la cancha, luego a la hinchada y, finalmente, al club.
¿Qué le pasó
al Uruguay , que la figura del caudillo terminó relegada a una cancha de
fútbol, a un equipo? No lo sé. Lo único que se puede afirmar es que los pueblos
tienen memoria: nada mueve las pasiones de los hinchas como los caudillos. Obdulio,
Nazzasi, Lorenzo Fernandez, Montero Castillo, El Tito Goncalvez, el Indio
Olivera, Hugo De León… y en nuestro pueblo también aparecieron y se
instalaron, aunque ganaramos poco..pero ellos los Caudillos estaban..Y los
nostálgicos ancianos podrán nombrar decenas y cientos de otros. Yo enumeré sólo
algunos, y de equipos grandes, pero cada equipo, cada club, cada época tiene un
líder: un caudillo domador de pasiones y sentimientos, con aliados y
detractores, amigos y enemigos, hermanos de tierra y pasto que lo siguen a
cualquier cancha.
Y el ultimo
triunfo nuestro hace 30 y pico de años
tenia dentro de la cancha ese caudillo y lo tuvo Lavalleja y lo tuvo Huracán y
fue mi compañero en Central y ahí supe lo que era un caudillo
La memoria,
la psicología de los pueblos, sus orígenes, sus raíces; todo queda plasmado en
algún o algunos lugares. Quizá sea una exageración, pero me gusta pensar que Treinta
y Tres en algún momento fue una cancha
de fútbol: que, para bien o para mal, nuestro pueblo , como un equipo, luchaba
sus propias batallas, con sus propios objetivos. Y al frente de cada una de
ellas estaban esas personas tocadas por la varita mágica. Quizá no fueran los
más hábiles, ni los más fuertes, ni siquiera los más inteligentes. Muchos
tuvieron hombres y mujeres cruciales detrás, sin los cuales jamás hubieran
logrado nada. Ellos siempre pelean y pelearon las luchas, siempre quisieron
estar presentes.
Por eso me
pregunto, ¿qué sería el fútbol sin caudillos? Hoy se fue a jugar al cielo con
el Rafa, a pocos días de la partida de Josesito Rodales otro deportista de ley
de nuestro pago: Carlos Menchaca.
Nos conocíamos, nos respetábamos, éramos del
mismo palo, no era mi amigo, no era de nuestra barra pero fue un referente de nuestro balompié …y en mi oficio de contador de historias del
futbol de un pueblito que se quedó a dormir
al lado de un rio no puedo ni debo dejar
de reconocer y trasmitir que se fue un grande del futbol olimareño.
Descanse
Carlitos donde se encuentre…se fue el
ultimo caudillo.
Foto : Willian Muñoz.
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