jueves, 18 de junio de 2015

El Ultimo caudillo.
Adaptación del texto “El Caudillo”

¿Qué sería del fútbol sin caudillos?
Uruguay  tuvo, casi desde sus orígenes, caudillos que guiaron a su gente, equivocadamente o no. Su influencia empezó en pueblos, llegó a ciudades, a los departamentos, al Pais… Pero un día, su influencia comenzó a menguar y la pregunta fue …¿dónde están ahora los caudillos? … y la respuesta la trajo la gente…”En la cancha”.
Populares, pasionales, territoriales, leales, aguerridos estrategas, temperamentales; eso es lo que fueron a lo largo de nuestra historia. Carisma, capacidad, liderazgo, extroversión, exposición son palabras que los acompañan en los libros de historia y, ahora, en las notas periodísticas. Empiezan en el arco, en la zaga central, en el círculo central o en el área rival; su influencia pronto se extiende a toda la cancha, luego a la hinchada y, finalmente, al club.
¿Qué le pasó al Uruguay , que la figura del caudillo terminó relegada a una cancha de fútbol, a un equipo? No lo sé. Lo único que se puede afirmar es que los pueblos tienen memoria: nada mueve las pasiones de los hinchas como los caudillos. Obdulio, Nazzasi, Lorenzo Fernandez, Montero Castillo, El Tito Goncalvez, el Indio Olivera, Hugo De León…   y en nuestro pueblo también aparecieron y se instalaron, aunque ganaramos poco..pero ellos los Caudillos estaban..Y los nostálgicos ancianos podrán nombrar decenas y cientos de otros. Yo enumeré sólo algunos, y de equipos grandes, pero cada equipo, cada club, cada época tiene un líder: un caudillo domador de pasiones y sentimientos, con aliados y detractores, amigos y enemigos, hermanos de tierra y pasto que lo siguen a cualquier cancha.
Y el ultimo triunfo nuestro hace 30  y pico de años tenia dentro de la cancha ese caudillo y lo tuvo Lavalleja y lo tuvo Huracán y fue mi compañero en Central y ahí supe lo que era un caudillo
La memoria, la psicología de los pueblos, sus orígenes, sus raíces; todo queda plasmado en algún o algunos lugares. Quizá sea una exageración, pero me gusta pensar que Treinta y Tres  en algún momento fue una cancha de fútbol: que, para bien o para mal, nuestro pueblo , como un equipo, luchaba sus propias batallas, con sus propios objetivos. Y al frente de cada una de ellas estaban esas personas tocadas por la varita mágica. Quizá no fueran los más hábiles, ni los más fuertes, ni siquiera los más inteligentes. Muchos tuvieron hombres y mujeres cruciales detrás, sin los cuales jamás hubieran logrado nada. Ellos siempre pelean y pelearon las luchas, siempre quisieron estar presentes.

Por eso me pregunto, ¿qué sería el fútbol sin caudillos? Hoy se fue a jugar al cielo con el Rafa, a pocos días de la partida de Josesito Rodales otro deportista de ley de nuestro pago:  Carlos Menchaca.
 Nos conocíamos, nos respetábamos, éramos del mismo palo, no era mi amigo, no era de nuestra barra pero fue un referente  de nuestro balompié …y  en mi oficio de contador de historias del futbol de  un pueblito que se quedó a dormir al lado de un rio no puedo ni  debo dejar de reconocer y trasmitir que se fue un grande del futbol olimareño.

Descanse Carlitos  donde se encuentre…se fue el ultimo caudillo.
Foto : Willian Muñoz.

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