Luguilla 2017 (jugada en 2018)
Casi cosa juzgada.
Por Juan R. Silva
Peñarol 4 (Martín Ávila x 2 y Nicolás Gutiérrez x 2).
Huracán 0.
Tres enfrentamientos en primera división en la temporada,
tres triunfos claros rotundos contundentes, cada uno mas épico que el otro, los
dos últimos con clara inferioridad numérica incluso y cada uno con
peculiaridades que no dejan duda alguna, el primero porque definía el Apertura,
el segundo porque fue de atrás y con 8 jugadores y el tercero porque además de
volver a repetir lo de 3 jugadores menos fue por goleada y con el vencido
errando dos penales.
Peñarol ha sido notoriamente superior a Huracán en la
temporada 2017 y eso no admite la mínima discusión.
Entonces se puede admitir el cuestionamiento de la legalidad
en algún momento (de hecho Huracán lo planteo y lo ganó en lo local pero luego
en O.F.I. perdió también la batalla directriz) lo que no se puede admitir es que se dude de
la justicia del planteo, 3 victorias de 3 partidos y cada una mas impactante y rotunda
que la otra.
Este de la
Liguilla , con una victoria que no parecía ser tan holgada
para nada en un primer tiempo parejo pero donde ya Peñarol ponía condiciones,
territoriales y anímicas, con un arbitraje como nos gusta a nosotros, el roce y la entrega sin cortapisas fue
propuesto por el aurinegro local y erradamente aceptado por el derrotado a la
postre no se bien si porque se tuvo fe para enfrentar a un equipo notoriamente
mas pesado y fuerte físicamente o si porque no tiene otra opción futbolistica .
Peñarol con un medio campo muy intenso con Gómez copando desde
el inicio el factor anímico, en un juego de contacto que es donde el volante
auri negro mejor se siente pero con Wilfredo Aquino y Manuel Jiménez acompañando y teniendo ambos una dinámica
muy superior a la del pasado partido ante San Lorenzo sobre todo porque estaban
mas precisos Peñarol dominó la primera parte con un “Cabeza” Suárez mas tirado
de enganche , con su habilidad y técnica manejando los tiempos desequilibrando
a una defensa alba muy propensa a perder duelos individuales sobre todo por
derecha y que en el intento de dar juego desde el fondo muchas veces perdía
ante el pressing desordenado y alto que hacían los agiles mirasoles.
Pocas opciones de peligro mas controlados los dos delanteros
albos por la velocidad de el fondo aurinegro en los laterales y el buen
posicionamiento y sobre todo la expeditividad de Silvera y Barboza ( con Gomez
de lo mejor del partido en lo individual) que cada vez que iban a las divididas
se hacían “sentir” cosa que fue molestando y frustrando prontamente a los
rivales.
Peñarol tiene incluso en un tiro tremendo de Aquino a la
salida de un corner una oportunidad muy clara que el arquero de Huracán evita
fortuitamente parado donde vino el remate.
Pero el momento trascendente en el primer tiempo y luego en
el partido sería cuando en el termino mismo de la primera parte un penal tan innecesario
como torpe del arquero Godoy que Santana podía de titular en esta casi final le
permite a Huracán tener una oportunidad clara que el tiro deficiente y altísimo
de “Pichón” Gómez dilapida, otra vez como en la Copa ante el Progreso, como ante Barrio Coya,
como en aquel manido partido ante Peñarol en el Apertura donde tambien los del Globito
erraron dos penales como… 7 penales marrados en un año es mucho no?
Pero apenas comenzó la segunda parte un veloz desplazamiento
del centro a la derecha del ataque de Martín Ávila termina con una definición
precisa en la meta rival y el descontrol que se apodera del partido que insisto
y reitero para mi era jugado como una final y por tanto con “permitidos” para
los dos lados donde se hacia sentir mas, por tamaño y peso especifico el
aurinegro con Barboza, Silvera y sobre todo Gómez auténticamente en “su salsa”.
El en ese momento único jugador albo que mostraba una
agresividad parecida ve la roja en un lance donde realmente se excede pero también
se va expulsado no se sabe bien porque Wilfredo Aquino y ciertamente esa decisión
descontrola el encuentro como digo mas arriba.
En ese descontrol Peñarol otra vez como en el Clausura ,
como en el Apertura , fue “mas fuerte de cabeza” no solo porque Martín Ávila en
una jugada muy parecida al gol que hace contra Treinta y Tres en la final de la
tabla anual cuando Martín parece que “no esta pero esta” cambiando de ritmo y
definiendo con tremenda frialdad, siendo decisivo en el partido y en el
campeonato, para lo que lo fueron a buscar a San Lorenzo en el comienzo de la
temporada. Ese segundo gol impactó a Huracán, lo dejo “al garete” sin
respuesta, menos aun que las pocas que tuvo durante el partido y el ingreso de Nicolás
Gutiérrez al momento de ser expulsado por doble amarilla Santiago Suárez, fue el otro golpe de nocaut que Peñarol le
pegó a Huracán.
Porque Nico entró encendido, “picante” y eso en una jugada
magistral de Santana agarró a Huracán alargado totalmente en el campo, con
tremendos espacios entre las líneas, que las expulsiones de Muraña en Peñarol y
Pla en Huracán dieron mas lugar aun y en dos jugadas de tremenda jerarquía: una ejecución de un penal excelsa de Nico,
definiendo suave a un rincón en una
final y otra luego de una doble pared con Cristian Gutierrez de tremendo nivel
definiendo por sobre el arquero con un “globito” que supera en calidad el
tremendo golazo que hizo en el final del Apertura Nicolás Gutiérrez define en
esos 15 minutos el partido donde pocos nos dábamos cuenta de la diferencia numérica
que había en el campo de juego.
Donde debemos decir amen de ser justos que salvo la
expulsión de Aquino que no sabemos porque fue y estábamos muy lejos pudo mediar
un insulto o una reacción no lo sabemos, el resto de las expulsiones fueron
apegadas al reglamento en un buen arbitraje de Galo Rivero y si quizás hubo alguna falta no cobrada a
favor de Huracán como penal, pero la deficiente ejecución de Castillo en el
final del partido en la segunda falta marcada en el área carbonera por el juez
Galo y que vuelve a desperdiciar Huracán ( un karma los penales para los albos)
marcaba que poco hubiera variado, esa falta que dicen ocurrió y que yo no vi, el
resultado final.
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