Una batalla de baja escala
Huracán 1 (Facundo Larronda)
Lavalleja 1 (Gabriel Noble)
Por Juan
R. Silva
Los
partidos entre los 6 equipos que pelean los campeonatos en este formato de
juego que tiene hoy la Liga de Futbol de Treinta y Tres son casi todos así,
batallas de baja intensidad.
Los dos
oponentes salen a atacarse livianamente, uno golpea y aprovecha los errores del
adversario y luego se repliega para poder contraatacar con espacios que se amplían
notoriamente por el adelantamiento rival.
El tema …como se dio en este partido …cuando ese
golpe inicial es devuelto prontamente y ninguno de los dos da el espacio para
que la contra rival …cada vez que avance el campeonato nadie dará esa ventaja
de adelantarse a menos que sea absolutamente obligado por la tabla de
posiciones y lo hará cuando el tiempo del partido lo atosigue , esto amigos es
el futbol que vemos hoy en el Olimar y donde , como no hay descenso, uno puede
decir que el único equipo de Treinta y Tres que toma riesgos realmente es
Peñarol…ta así le va no? solo ha sumado 5 puntos.
Ese fue
el partido que vimos a última hora en Parque…gol de Gabriel Noble a los 4,
error de Huracán, que sufrió durante 20 minutos esos centros tirados en
diagonal desde el medio de la cancha para que los militares cargaran frontalmente
y con esos envíos aéreos, simplificación absoluta de la estrategia, Lavalleja
le hizo parejo a Huracán en el inició.
Porque
con ese gol del vestuario Huracán, debía protagonizar el partido, al iniciar
los dos estaban punteros del “Ricardo Spagñolo”, algo que , sin “Saimón“ Mier
se le iba a hacer cuesta arriba, pensamos, al globito.
Pero un error grosso, ante una pelota filtrada a
las espaldas de la defensa militar, definición de Graví, tremenda atajada de
Martín Machado que ya avisaba y el rebote de Facundo Larronda, empate en la
acción siguiente, como al principio en el principio.
Este Huracán que reacciona, primero trato de
corregir el problema en los centros pasados frontales de Lavalleja, primero
cubrirse del “bombardeo”, Vicentino salió a “romper” en los centros y solucionó
el problema de su defensa en el juego aéreo, tomando riesgos pues varias veces
fue lejos de su área chica pero tranquilizó la “sensación de inseguridad del
bombardeo militar” y Lavalleja termino allí su intención ofensiva directa.
Desaparecido
el único jugador tricolor con imaginación para crear algo, Gonzalo Rodríguez
pagando duro precio a que su cabeza va mucho más rápido que su físico y que
cuando Lavalleja “corría” las contras, que fue la idea del militar, como
arrancaba de muy atrás el no llegaba poner el último pase y los otros, los que
si "corrían" no eran precisos ni imaginativos en el último pase.
Huracán
luego de arreglado el juego aéreo rival, quiso armar algo de futbol y
llamativamente, ¿”tácticas espejos”? también proponía “correr los volantes” y
“Tito” Puñales su más creativo y preciso jugador en esa primera parte, quedaba
lejísimo, mas de 30 metros de la zona donde se podía “filtrar una bocha” que en
definitiva, es a lo que juegan casi todos los equipos de 33 como forma de
gestar ofensivamente.
Y así en esos “cuerpo a cuerpo” por las bandas,
entusiasmantes si, intensos, ópticamente llamativos, se fue la primera parte,
con Facundo Larronda ya marcando que sería un azote, por habilidad y
agresividad pero muy solo para pasar a 4 concentrados y fuertes marcadores y
además si ellos fallaban estaba Martin Machado, seguro, muy seguro.
El segundo tiempo trajo algunos cambios, la
intención de Rodrigo Moreira de enganche, pero Rodrigo es un volante de iguales
características de Aquino, Graví o
Piriz, dinámicos, intensos, pero sin “visión periférica” mas de acompañar y
definir que de gestar,” ¿Dónde está Simón?” parece decir Huracán en cada
ataque.
Y el partido seguía en la tónica de amagar,
tirar y cubrirse para contragolpear, la emotividad, el jugar cada pelota como
una final, la fuerza, eran los dueños de la historia y ustedes leyendo esto dirán
¿que era un partido de futbol o una batalla? Una batalla, al futbol se juega
con una pelota y esta…andaba por los aires.
El ingreso tardío de Matías Rodríguez Fernández le dio otra
ayuda a Facundo Larronda que con la bajada del Colón y el Tito Puñales más
cerca provocó el predominio albo, eso nomas le dio mucho mas chance a Huracán,
eso y que Lavalleja sintió físicamente
la brega, Huracán tenía el partido, pero estaba Martín Machado y el
joven arquero trico militar, hizo dos o tres atajadas fantásticas.
Y el
reloj ahora si lo apretaba a Huracán, pero sin regalarse y sin sorpresa, salvo
Larronda y su habilidad, el reloj lo comió.
Un resultado que los iguala a Yerbalense y a San
Lorenzo en el Clausura y deja a Treinta y Tres y al Coya a un punto…así pinta
para varios empates este campeonato, pero que hace también que San Lorenzo en
la Anual le descuente y le saque un punto en ese mano a mano que parecen tener
arriba en el año.
Pero que
en la lectura de los dos equipos, este empate, al revés que el de San Lorenzo y
Yerbalense el pasado fin de semana, no le desagrada a ninguno, porque ahora
nadie quiere tomar riesgos, aun los que tiene mejores jugadores, porque en esta
suerte de emparejamiento para abajo que tiene el futbol olimareño, todos
apuestan a no arriesgar y eso, esa paridad es hoy lo único emotivo… ¿consuelo
de tontos?...es lo que hay.
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