Ahí nomas
Peñarol 1 (Gustavo Milder)
Treinta y Tres 2 (Diego Sosa y Yamandú Tabeira)
Por Juan
R. Silva
Treinta y
Tres le ganó a Peñarol un partido donde el aurinegro olimareño mereció mejor
suerte y donde un par de errores fueron el duro castigo para un equipo que es
evidente que tiene uno, sino el mejor juego de el campeonato en este momento
pero al que su apuesta le juega en contra en materia de resultados.
Hasta el primer gol del partido, atropellada de
Sosa que puntea el balón entre las manos de Rojas, lo cual ya genera la
polémica inicial, tenia pleno control de la pelota el golkepper? Es clarísimo
que ni el línea ni el árbitro lo entendieron así y el primer gol fue un golpe
importante en la confianza d ellos dirigidos por Arada que se vieron durante
unos minutos sorprendidos por el pressing y la intensidad rival, pero poco a
poco y fruto de un gran trabajo de Ángel Carrasco que pesa y mucho aun en el
futbol olimareño y de un totalmente inmarcable Nicolás Gutiérrez el elenco
mirasol asumió el control del balón, cosa que los albi azules entregan
prontamente.
Tiene un
problema de tenencia claro el decano, su idiosincrasia de ir siempre para
adelante y ser casi vertical lo lleva a tener acciones de juego muy cortas
porque hoy tampoco cuenta con un jugador que retenga por habilidad individual
la pelota y esta pasa enseguida a poder del adversario y Peñarol lo aprovecha.
Un buen
tiro libre de Gustavo Milder que le pica antes a Larrosa le da el empate al
carbonero y así se fueron a la pausa.
Treinta y Tres sabía que no había mañana, si
empataba o perdía quedaría lejos de todo prontamente y a base de pelotazos
profundos buscando la verticalidad de Echeverry muy inquieto e incisivo y de
una Sosa que no está en el brillante momento futbolístico del comienzo y que se
frustra entre tantas protestas y enojos, Peñarol resuelve llevar el partido y
aun así lo suyo era mucho más claro, sobre todo insisto cuando el balón pasaba
por Gutiérrez indescifrable para su ex equipo.
Pero la agresividad de Treinta y Tres tiene su
premio en un momento no esperado cuando estaba más confundido Treinta y tres,
un centro lateral de Sosa, es aparentemente porque yo desde la cabina no lo
veo, si me dio la impresión pero reitero no lo veo, es desviado por Milder que
realizaba la cobertura defensiva, con la mano, señalo Medeiros el línea y cobró
Gancio.
A Yamandú
Tabeira poco le importó la polémica o no y su fuerte disparo esquinado, se
transformo en el 2 a 1.
A partir
de ahí Peñarol, fue totalmente dominador del juego, mas con los cambios donde
quedó con ¡5 delanteros! Y dueño total
de la posesión, pues la línea de tres
defensiva aurinegra con dos jóvenes como Álvarez y Pablo Fernández absorbía los básicos ataques decanos.
El manejo de Milder y Gutiérrez, la agresividad
ofensiva de Diago y Pelllejero mas el inquieto Gallegos fueron una pesadilla
para el medio juego decano pero la esforzada y fuerte defensa de Alzugaray y
Vera, que se extremaron, lograron el resultado deseado por más que hubo un
claro penal no pitado en el único error, para nosotros de Gancio, pues por más
que el jugador Gallegos exagera la caída el contacto existió.
Peñarol pese a dominar totalmente esos últimos
20 minutos, no pudo cristalizar el dominio y volvió a perder 3 puntos, igual es
el único de los equipos “de abajo” que puede dar vuelta un resultado, lo cual
lo hace tremendamente peligroso para “los de arriba”, de hecho ante Lavalleja y
Treinta y Tres mereció mejor suerte.
Treinta y Tres decía y asevero tiene un problema
de gestación, defiende bien y por eso está ahí y es el peligro latente de
cualquier equipo que juega contra el decano, pero a la hora de generar juego
ofensivo termina dependiendo del individualismo y no de una idea de
construcción, lo único que parece tener claro es que debe darle intensidad a su
juego y con eso… creo que está más preocupado de aprovechar un error rival que
de provocarlo.
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